Artículos, leyes, análisis, opinión, documentos

23 de octubre de 2009

Las nuevas alianzas del MAS

El MAS y sus nuevas alianzas
Por: Alicia Tejada Soruco
La misma palabra latina, traditio, significa tradición y traición a la vez, quizá porque en las tradiciones encontramos también un cúmulo de traiciones; fraternales, como la de Caín a Abel, sentimentales como la de Dalila que traiciona a su amante Sansón o como la más paradigmática de todas que es la traición de judas a Jesús, sin la cual el calvario y la gloria de Jesús no hubiesen tenido lugar.
Los traidores, en las tradiciones de la humanidad, son también estigmatizados y castigados. Dante Alighieri resume el pensamiento de la época a cerca de ello cuando los sitúa en el último círculo del infierno de la Divina Comedia moviéndose constantemente para no congelarse en las gélidas aguas, que corresponden a la frialdad y a la falta de calor humano del traidor.
La traición ideológica no es un concepto nuevo y en el plano político, está relacionada con el hecho de que las ideologías son útiles en tanto medio para llegar al poder pero, una vez instaurado éste, se tornan innecesarias. El poder una vez instaurado lo que quiere es mantenerse y en esta meta las ideologías resultan incómodas pues siempre disponen a revolver, a revisar lo establecido; a revolucionar.
Sería absurdo que las ideologías de mantuviesen irrevisables en correspondencia a las nuevas realidades. Los proyectos políticos que perduran en el tiempo son aquellos que se sienten impelidos por la historia a revisarse y a renovarse en permanente diálogo interno.
Pero en el caso que pretendo abordar, no caben tales cataplasmas conciliatorias: la adhesión de las huestes de “Chichi Pérez”,(relacionadas incluso con hechos delictivos en los asaltos a instituciones estatales de septiembre del 2008) al MAS, al parecer no emergen de un ejercicio de revisión y revitalización ideológica al interior de los movimientos sociales, sino, más bien a los cambios pragmáticos; o aperturas de los partidos políticos con alianzas que “traicionan”, o que no corresponden a su esencia ideológica y que forman parte de la tradición política en la vida democrática de Bolivia.
La debilidad organizacional sumada a la cultura caudillista del sistema partidario en nuestro país, además de otros elementos no menos importantes, han determinado que los partidos políticos no cambien, para adaptarse a nuevos tiempos, como resultado del debate ideológico y programático, sino por decisiones de sus élites y apoyados en organizaciones con un sistema de decisiones altamente centralizado. La cuestión es que ninguno de los partidos adscritos a esta tradición-traición, ha sobrevivido a sus caudillos, por lo que no parece ser una buena receta:

¿Por qué el MAS en Santa Cruz, da un giro de 180º y sus operadores de campaña no reparan ni escatiman complacencia en acto de bien venida a personajes que expresaron en todo momento la validez de una confrontación ideológica relacionada con los cambios profundos que promueve?
¿Qué papel juega esta alianza en el cambio, incluso de la estructura mental, de una sociedad acostumbrada al autoritarismo y al caudillismo ejercido por quienes acumularon el poder durante siglos? , son preguntas que vienen a contrapelo, out side del escenario interno del MAS.
Una de las explicaciones es que si nos hemos acostumbrado a hacer política sumidos en la cultura del miedo, cuando la amenaza desaparece, tendemos al híper activismo político ampliándonos en lo externo, en lo más externo posible que nos permita asegurarnos el protagonismo del momento.
El híper activismo político, especialmente en época de campaña como la que vivimos hoy, busca situarnos en espacios considerados del opositor, o frente a símbolos que forman parte de nuestra identidad arrebatada, (la bandera, la música, los himnos, la plaza y hasta el Comité o la feria con sus personajes incluidos) y sobre los cuales se cuestiona nuestro derecho.
Otra de las respuestas posibles, que no excluye la primera, es que quienes fungen de operadores del MAS en Santa Cruz, conociendo las cifras que los colocan en las preferencias electorales, hayan optado por calmar en lugar de agitar la confrontación ideológica.
No obstante, el híper activismo político junto al cálculo político, traicionarían la esencia misma del MAS, como movimiento. Los movimientos sociales que consideran a este partido “su” instrumento de poder, lo hacen sobre la base de una revolución que debe revitalizarse con el agregado de agendas comunes, y también en la confrontación sana y constructiva, signatura pendiente para toda la sociedad cruceña.
La consumación plena de una ideología nada tiene que ver con un pragmatismo muy emparentado con el oportunismo, sino con la revitalización del pensamiento para modificarlo y ponerlo a la altura de las circunstancias.
Queda entonces la pregunta, vaya, una más de las tantas preguntas: Qué se está revitalizando en el MAS, como movimiento e instrumento de poder de colectivos sociales con agendas compartidas en base a principios y valores universales, con la figura de personajes, que para nadie son ejemplo o modelo de ninguno de dichos valores.
Las revoluciones son verdaderas como movimiento pero falsas como regímenes, advirtió Trotsky, “nada más ridículo que el régimen revolucionario”, gritó desde el exilio antes de que Stalin lo hiciera callar en Méjico.

20 de octubre de 2009

IFRI, mujeres y Forestería: El premio nobel de economía a una mujer

Comparto mi alegría por el Nobel para Lin

Esta mañana muy temprano me llamo un colega de la oficina y me dijo: “tengo que darte una noticia bomba y mejor si te sientas: Elinor Ostrom es premio Nóbel de Economía”

Saltaron las lagrimas de mis ojos, son 17 años que conozco a Elinor Ostrom y desde el primera día que la conocí supe que ya era un Nóbel, por su brillante trabajo, por su dedicación a la producción científica y a la formación de investigadores en muchos países en el mundo. Su pensamiento apoyo importantes investigaciones y procesos en el campo y en el diseño de políticas.

Elinor, ya con varias décadas de experiencia y trabajo, vino a Bolivia y apoyo investigaciones en el campo. Estuvimos en Juntas y Huayco, dos comunidades del sur de Bolivia en Tarija. Ella durmió en el piso junto a 10 estudiantes con los que salimos al día siguiente al campo bajo su guía. Con esa misma grandiosa humildad, nos acompaño en talleres con jóvenes irreverentes y con indígenas y campesinos que si entendían su teoría porque hablaba con y de ellos con un lenguaje sencillo y nítido, propio solo de los grandes maestros.

Junto a ella estuvimos en grandes encuentros globales donde nos apoyo siempre, escuchándonos con gran paciencia y propiciando encuentros entre investigadores de muchas partes del mundo. La red IFRI que probablemente sea una de sus más preciados procesos, fue construida paso a paso en todas las regiones del mundo en base su pensamiento e invalorables aporte al manejo de los comunes. Así como a creación de la base de datos sobre manejo comunal de bosques en cientos de comunidades en todo el mundo, una base de datos sobre la condición de los bosques, los diseños institucionales con los que se gobiernan y las capacidades humanas que los sostienen. CERES participo de la base de datos con casos desde Bolivia, como único Centro de Investigación Cooperante de la Red IFRI en Bolivia. Esta es una verdadera contribución al conocimiento global sobre el manejo comunal de los bosques. Estamos orgullosos de ser parte de ella.

Lin Ostrom la maestra, tuvimos acceso a su conocimiento a su potente personalidad gracias a Marylin Hoskins otra profesional y persona maravillosa que hizo posible que el programa que ella dirigía desde la FAO se conecte con la universidad de Indiana, específicamente con el Taller de Teoría Política y Análisis de Políticas que fundo y dirigió junto a Vincent Ostrom su esposo. Es en ese taller donde tuve el privilegio de conocer a Lin, como llamamos cariñosamente a Elinor Ostrom, la maestra. Desde 1993 inspiro todo nuestro trabajo en Bolivia para apoyar a los pueblos indígenas en la gobernancia de sus bosques. Iniciamos con esa propuesta en Bolivia cuando todavía sonaba a herejía, hoy los frutos de ese trabajo constituyen una base importante de conocimiento y experiencia que sin duda fortaleció las posibilidades de los pueblos indígenas con quienes trabajamos en rumbo a su autogobierno de sus territorios y de sus bosques. También nos brindo muchas herramientas para incidir en políticas, fuimos parte del diseño de las normas para el manejo de los bosques en tierras comunitarias. Gracias al banco de datos construido en Bolivia pudimos, después de 10 años, hacer revisitas a los sitios IFRI, en comunidades indígenas campesinas y pudimos constatar algo que Lin enseño cuando hablaba de la importancia de la acción colectiva en el diseño institucional local, de las correlaciones entre mundo físico, la dimensión humana y la institucional y la concatenación de las instituciones en las esferas policéntricas de gobernancia.

Elinor Ostrom no solo es grande con su producción científica, es grande porque escucha y acompaña el crecimiento de quienes investigan a su alrededor. Elinor Ostrom es grande en su respeto a todos y comparte con ternura y rigurosidad, combinación muy escasa, su amor por sus estudiantes. Tiene tiempo para apoyar las angustias humanas con las que muchas veces nos acercamos a ella. Es una persona sin igual. Nada más justo para ella que el premio Nobel.

19 de octubre de 2009

Álbumes web de Picasa - Alicia - Fotos del siglo pasado: Santa Cruz de la Sierra

Álbumes web de Picasa - Alicia - Fotos del siglo pasado: Santa Cruz de la Sierra

Opinión sobre temas políticos

Se buscan líderes en San Pedro
Por: Alicia tejada Soruco
“En la mitología griega, Sísifo, dios del Olimpo fue castigado por el Dios Supremo, Zeus, y tiene que cargar en sus hombros por toda la eternidad una gran piedra que debe colocar en la cima de la montaña. Una y otra vez Sísifo hace el gran esfuerzo que nunca logra concretar de llegar a la cumbre, y la piedra cae y así en permanente devenir por toda la eternidad vuelve a buscar la piedra al pie de la montaña.
Albert Camus ha retomado el mito de Sísifo a quien llama “el héroe inútil”, en la incesante derrota de si mismo en su camino existencial: “Es la situación del hombre moderno, de los gobernantes y del sistema dominante, que vuelven una y otra vez a repetir las mismas derrotas de la conciencia y los actos inútiles, como si fueran grandes logros de la imbecilidad humana”. (Alai-amlatina)
Camus se encarga esta vez de proporcionarnos un contemporáneo Sísifo, en quien podamos intentar al menos entender-nos; entender nuestras derrotas de conciencia porque, aún hay quienes insisten en subir a la montaña para retornar a medio camino, empujados por la inercia de la repetición, una y otra vez con la pesada carga de pasados vacíos, pero vacíos “de una a otra costilla” de estreno; de optimista estreno de una historia que apenas empieza a escribirse.
Como grandes logros de la imbecilidad humana pretenden que han descubierto a los nuevos líderes de Bolivia, ahora tras las rejas, tras los crespones negros de ataúdes con sus muertos inútiles, como si el nuevo héroe boliviano tuviese como atributo el haber sido engendrado en la violencia, en cualquier acto de violencia que alimentó hasta en su bien ensayado discurso repetido una y otra vez, en pleno ejercicio autoritario del poder y que hoy esconde en las penumbras de un personaje de monasterio. ¡Allá está la cima! Repetimos, como aprendices inútiles.
Y la cima no está en la cárcel de San Pedro, ni en el privilegio de los derechos de media docena de personajes que alentaron ostentosamente la violación de los de miles de bolivian@s; tampoco está en las justas internas por cuotas de poder y cargos de los movimientos sociales, ni en los oscuros pasillos de la compre venta de privilegios de los “grupos de poder”, menos en las cifras de rentabilidad de tal o cual empresa, que la mayoría de medios de comunicación se han dado a la nada gratuita tarea de situar como el universo alrededor del cual todos debemos aprestarnos a cargar las incapacidades de unos cuantos.
La cima no tiene por qué ser el símbolo del retorno a veinte años de hacer política y gobierno; ni de esa inútil acción repetida de quienes voluntariamente retornan al pasado temerosos de construir el presente. El miedo a la libertad les juega una mala pasada y fingen no darse cuenta, por eso pretenden que están subiendo a la cima, a nombre de los cruceñ@s dign@s, que confunden activismo de campaña con ideología política.
Diariamente recibo cientos de denuncias sobre corrupción; diariamente recibo cientos de mentiras sobre las cuales mi experiencia me alerta (hace más de dos décadas que salí de las plazas principales, de las testeras de dirigentes verticalistas y de las salas de prensa y me propuse conocer a mi país en su gente y en sus pueblos) y diariamente compruebo que, en estos últimos años, nos hemos dado a la tarea de relacionarnos como si fuésemos extraños, algo así como extranjeros, o miembros de alguna comisión de veedores externa a la que atiborramos de la información que favorece a tal o cual personaje, no al pueblo, o para no caer en pretensiones, a l menos no a todos los involucrados.
A nombre nuestro se están destruyendo nuestros bosques, nuestros ríos, nuestras posibilidades y hasta nuestras verdades…a nombre nuestro continúan las hazañas políticas que nada hacen por impedirlo. A nombre nuestro se defienden los derechos humanos de algunos privilegiados y se omiten los de otros que resultan incómodos en cualquier circunstancia de impostura, por eso la condena recurrente, por eso Sísifo se mantiene preso de los designios del poderoso Zeus voluntariamente.
Pretenden mover conciencias en base a la profusa difusión de medias verdades y de grandes mentiras sacadas de concejeros maquiavélicos; remueven sensibilidades y crean monstruos con cirugías que logran injertos ideológicos y fisonomías repugnantes…quizá porque la levedad de la permanente justa electoral y la campaña contra enemigos y traidores (que reditúa no pocas ganancias y prestigios a muchos inútiles históricos), ha logrado por fin reemplazar al sentido común y añora entusiasta repetición.
Insisten en subir a la cima para HACER caudillos o semi dioses mediatizados a personajes que durante décadas han bajado y subido con los mismos proyectos de país y con la misma actitud autoritaria y abusiva; así se hicieron “conocidos”, así se hicieron elegibles.. ¿Cuál es el gran logro o el acto útil de los cruceñ@s modern@s?, a ¿cuál cima hemos llegado?. “Haremos resistencia en el congreso porque allá está la pelea”, responde el pobre Sísifo y ay…se apresta a subir con su piedra nuevamente, esta vez con la ayuda de los mártires de San Pedro.

16 de octubre de 2009

Para descansar...

Estoy cansado de polémicas

¡Estoy cansado de polémicas, de exclusividades, de fanatismos! En tu casa puedo entrar sin vestirme con uniforme, sin someterme a la recitación de un Corán, sin renunciar a nada de mi patria interior.
Junto a ti no tengo ya que disculparme, no tengo que defenderme, no tengo que probar nada.
Mas allá de mis palabras torpes, más allá de los razonamientos que me pueden engañar, tú consideras en mí simplemente al hombre, tu honras en mí al embajador de creencias, de costumbres, de amores particulares. Si difiero de ti, lejos de tenerte en menos, te engrandeces.
Yo, como todos, experimento la necesidad de ser reconocido, me siento puro en ti y voy hacia ti. Tengo la necesidad de ir allí donde soy puro. Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.
¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?
Amigo mío, tengo necesidad de ti como de una cumbre donde se puede respirar.
Tengo necesidad de recordarme junto a ti, sentado a la mesa de una pequeña hostería y brindando en la paz de una sonrisa semejante al día.
Si todavía combato, combatiré un poco por ti…
Saint Exupéry

Perspectivas y experiencias

Foresteria Comunitaria: Desarrollo rural-comunitario?

(Por: Alicia Tejada Soruco)*1

Árboles, bosques y comunidades rurales; una conjunción de elementos que abarca el sentido y el significado de una relación dinámica entre vida, instituciones, normas y cultura de hombres, mujeres y familias que se re-producen en los bosques de Bolivia. Un concepto que resume las múltiples proyecciones de una práctica forestal orientada al desarrollo comunal, otro paradigma acertadamente evaluado en su no muy afortunado devenir de dos décadas en la amazonia del Brasil. (UNAMAZ, Contra o Discurso de desarrollo “sustentavel”).

El régimen forestal con gestión indígena se implementó en Bolivia partiendo de una hipótesis: El aprovechamiento forestal comercial en TCO (o el ejercicio de los nuevos derechos forestales en Tierras Comunitarias de Origen y en Comunidades campesinas o indígenas) puede ocurrir tomando en cuenta los recursos maderables y no maderables disponibles para su comercialización en un mercado que no valora otros atributos, pero la puesta en valor de éstos, junto a los del bosque en su conjunto, es una de las responsabilidades constitucionales que el Estado debe asumir gradualmente.

Dichos atributos que están expresados en derechos especiales, instituciones, cultura, normas, economías locales, prácticas comunitarias de manejo, redes de intercambio y de gestión, no solo carecen de valor comercial en el mercado forestal nacional e internacional si no que hasta son considerados obstáculos a eliminar por un mercado que requiere de relaciones contractuales unidimensionales y nunca han sido expresados en ningún POA o PDM municipal como un patrimonio municipal que se debe conservar y valorar (Lo comunario parece ser solo lo folklórico, lo pequeño, lo exótico y lo verde, aseguran algunos críticos del desarrollo comunitario).

Debido a esta constatación obtenida de las más básicas reglas de mercado, y de la más superficial evaluación de los roles del Estado a niveles locales, la hipótesis inicial exigía que el Estado-regulador, que legalmente reconocía estos valores multiculturales, instituciones, etc., adquiriese facultades de intervención con medidas destinadas a preservar el valor integral de los bosques comunitarios y no solo su valor en el mercado de la madera, porque deveníamos además de un modelo de “desarrollo forestal” con consecuencias negativas para todos, excepto para los llamados madereros que gozaron de las subvenciones (incumplimiento de normas, regalías impagas, regímenes de excepción, etc.) estatales y comunales-no formales durante décadas.

Consecuentemente, desde el año 1998 y hasta el 2003, desde una instancia específica creada para este fin en la Super Intendencia Forestal se ejecutaron medidas destinadas a operativizar el concepto de Forestería comunitaria, a través de normas y funciones de regulación.

Los avances en la legislación boliviana exigieron operativizar también los derechos indígenas contenidos en leyes nacionales y Convenios Internacionales. Y, de otro lado, había que entender y vincular aspectos centrales del derecho administrativo de un régimen de regulación que se iniciaba en el país.

El alcance político de esta medida administrativa expresada en una Directriz fue el establecimiento de la relación jurídica (institucionalizada y con responsabilidad administrativa por resultados) entre el Estado regulador y los nuevos actores forestales indígenas y con las empresas forestales, a través del registro de los contratos de compra venta (Institucionalizada y con responsabilidad legal sobre un bien protegido por el Estado).

Significa que la aplicación y operatividad de conceptos, normas de prácticas comunales y leyes exigió la formulación (combinación de unos elementos con otros) de normas administrativas, (Directriz UCPOI/001/98), proceso que dista mucho de el agregado de requisitos inconexos al que suelen referirse quienes ignoran la secuencia lógica exigida en todo proceso de desarrollo comunitario, con indicadores claros de inversiones destinadas a tal fin.

En el ejercicio de funciones la SF tiene límites: las políticas y las normas no son facultad de esta instancia y generalmente éstas ocurren sin conocimiento de las medidas de regulación que se han aplicado. Por ello se desarrolló también una capacidad de generación de medidas de respuesta a la regulación con el establecimiento de espacios interestatales que contengan y respondan al concepto de Forestería Comunitaria: La CIDOB y la UCPOI establecieron relaciones formales de correspondencia política, con el Ministerio de Desarrollo sostenible y medio ambiente, Vice ministerio de asuntos Indígenas, (Decretos Ministeriales, Inversiones, Asistencia Técnica, Operaciones), INRA (Resoluciones Administrativas), Organizaciones Indígenas (sistemas cruzados de consulta, espacios político estratégicos de demandas, control, información y registros).

Establecidas las relaciones inter estatales, el SNV y la FAO apoyaron a la UCPOI un ciclo de Consulta con responsabilidad legal denominado Consulta sobre: Posibilidades reales de implementación del Régimen Forestal de la Nación en TCO, y, a partir de allí, durante un año se realizaron importantes inversiones estatales, indígenas, y de proyectos de cooperación en un proceso de consulta que abarcó a todas las Organizaciones Indígenas en las TCO del país y a sus instituciones de apoyo financiero y técnico.

Estas inversiones financieras, técnicas e institucionales resultaron en Comisiones especiales y Asambleas Consultivas permanentes y en el diseño de sistemas institucionales-forestales con funciones institucionalizadas en la Secretaría de Recursos Naturales de CIDOB. En suma, se construyeron los cimientos de la institucionalidad-reguladora de la Forestería comunitaria sin dejar de lado a ninguna instancia con responsabilidad administrativa y legal.

A un año del primer aprovechamiento, también con la intervención de expertos y proyectos de cooperación UCPOI diseñó el ciclo de Audiencias Públicas generales e individuales, con minutas y responsabilidad vinculante, procedimientos de convocatorias, etc. En primera instancia se reunió a todas las instituciones Forestales Indígenas del país (IFI) y a las empresas con relaciones contractuales en TCO a objeto de evaluar un año de gestión, precios, condiciones, normas, experiencias y a partir de allí debieron realizarse las auditorias y audiencias locales con medidas de respuesta por parte del Estado regulador: Se suspendieron autorizaciones, se anularon contratos, se publicaron auditorias y ese fue el inicio de un proceso de institucionalidad irresponsablemente truncado. Hace cuatro años que las auditorias, audiencias, registros de contratos, autorizaciones a privados en TCO quedaron sin efecto de ipso facto.

Desde el 2003 la SIF es víctima de los interinatos y de la improvisación: Desapareció la UCPOI en la SIF y con ello todo el sistema institucional e interinstitucional que la sostenía, demostrando su mutua correspondencia y la interdependencia de elementos que nunca estuvieron aislados. Incluso desapareció el nombre de la Unidad sin tomar en cuenta las inversiones en posicionamiento, vinculación interinstitucional con responsabilidad administrativa a través de Resoluciones, normas, consultas legales.

Manejo forestal Comunitario se llama hoy a un Inventario Forestal y a media docena de comunarios que venden madera, compran servicios y rinden cuentas sobre ingresos y egresos con beneficios que nunca llegan a las comunidades. ¿Dónde queda entonces el concepto de Forestería Comunitaria y qué evalúa y controla el Estado? A qué queda reducida la relación jurídica entre Estado y las instituciones forestales indígenas. (Remarco Instituciones, porque así las denominan y protegen convenios y leyes, en su concepción más amplia).

Las instituciones forestales indígenas (partiendo de las instituciones familiares, normativas, políticas de las comunidades) se reducen hoy en día a “los equipos técnicos de las operaciones forestales comunitarias” y los bosques comunales se reducen a superficies vacuas, traducidas en número de hectáreas y árboles con diámetro de corta. La “Directriz” se convirtió en un manual de cumplimiento de requisitos y papeleos. Los PGMF perdieron su estatus de Declaración Jurada ante el Estado Boliviano y nunca son consultados para la adopción de decisiones, incluso contractuales.

De este vacio y de esta práctica de relativización de responsabilidades sobre siglos de empobrecimiento comunitario y no de un discurso obstinado en defensa de un proceso del que formé parte, deduzco que hoy no es posible garantizar Forestería comunitaria en los PGMF ubicados en las TCO de Bolivia evaluados y autorizados por la SIF, sin implementar lo que algunos amigos de lo “novedoso” (que ya tenía 20 años como escuela y no era necesario rebautizarla para hacerla presente en el Estado) dejaron de lado impunemente, como si se tratase, claro, de voluntarismos e intenciones sobre las que nadie deberá rendir cuentas a nadie.

Las facultades del Estado y la relación jurídico administrativa; las auditorias, con censura y sanciones, las audiencias públicas con responsabilidad legal, el registro de información segura y confiable sobre relaciones contractuales y la seguridad jurídica sobre el cumplimiento de los PGMF junto a la recuperación de su valor como instrumento de evaluación de lo planificado y “jurado” de cumplimiento ante el Estado y como mecanismos de control social, han sido ignoradas y difícilmente podrán recuperarse sin nuevas y costosas inversiones (Quién paga la cuenta?)

El registro de atención a peticiones, denuncias e iniciativas, las medidas de regulación con estrategias por áreas y ámbitos, la definición de medidas políticas, operativas, normativas y estratégicas de respuesta a la regulación, por parte del poder ejecutivo, también quedaron sin efecto, para volver a “revisar” el concepto.

En suma, desde un política de Estado si es que la hubiese, no es posible garantizar Forestería comunitaria en Bolivia sin recuperar, la institucionalidad relacionada con responsabilidad jurídica entre Estado y actores forestales indígenas que habitan los bosques y las comunidades rurales de este país, responsabilidad orientada al desarrollo comunal…lo demás es dibujo libre y garabato.

*1: Fue la Coordinadora de la Red de Forestería Social en Santa Cruz y la Responsable de la implementación del Régimen Forestal en las TCO de Bolivia, Actualmente es asesora voluntaria de comunidades indígenas en la TCO Gwarayu.

Una perspectiva

Foresteria Comunitaria: Desarrollo rural-comunitario?

(Por: Alicia Tejada Soruco)*1

Árboles, bosques y comunidades rurales; una conjunción de elementos que abarca el sentido y el significado de una relación dinámica entre vida, instituciones, normas y cultura de hombres, mujeres y familias que se re-producen en los bosques de Bolivia. Un concepto que resume las múltiples proyecciones de una práctica forestal orientada al desarrollo comunal, otro paradigma acertadamente evaluado en su no muy afortunado devenir de dos décadas en la amazonia del Brasil. (UNAMAZ, Contra o Discurso de desarrollo “sustentavel”).

El régimen forestal con gestión indígena se implementó en Bolivia partiendo de una hipótesis: El aprovechamiento forestal comercial en TCO (o el ejercicio de los nuevos derechos forestales en Tierras Comunitarias de Origen y en Comunidades campesinas o indígenas) puede ocurrir tomando en cuenta los recursos maderables y no maderables disponibles para su comercialización en un mercado que no valora otros atributos, pero la puesta en valor de éstos, junto a los del bosque en su conjunto, es una de las responsabilidades constitucionales que el Estado debe asumir gradualmente.

Dichos atributos que están expresados en derechos especiales, instituciones, cultura, normas, economías locales, prácticas comunitarias de manejo, redes de intercambio y de gestión, no solo carecen de valor comercial en el mercado forestal nacional e internacional si no que hasta son considerados obstáculos a eliminar por un mercado que requiere de relaciones contractuales unidimensionales y nunca han sido expresados en ningún POA o PDM municipal como un patrimonio municipal que se debe conservar y valorar (Lo comunario parece ser solo lo folklórico, lo pequeño, lo exótico y lo verde, aseguran algunos críticos del desarrollo comunitario).

Debido a esta constatación obtenida de las más básicas reglas de mercado, y de la más superficial evaluación de los roles del Estado a niveles locales, la hipótesis inicial exigía que el Estado-regulador, que legalmente reconocía estos valores multiculturales, instituciones, etc., adquiriese facultades de intervención con medidas destinadas a preservar el valor integral de los bosques comunitarios y no solo su valor en el mercado de la madera, porque deveníamos además de un modelo de “desarrollo forestal” con consecuencias negativas para todos, excepto para los llamados madereros que gozaron de las subvenciones (incumplimiento de normas, regalías impagas, regímenes de excepción, etc.) estatales y comunales-no formales durante décadas.

Consecuentemente, desde el año 1998 y hasta el 2003, desde una instancia específica creada para este fin en la Super Intendencia Forestal se ejecutaron medidas destinadas a operativizar el concepto de Forestería comunitaria, a través de normas y funciones de regulación.

Los avances en la legislación boliviana exigieron operativizar también los derechos indígenas contenidos en leyes nacionales y Convenios Internacionales. Y, de otro lado, había que entender y vincular aspectos centrales del derecho administrativo de un régimen de regulación que se iniciaba en el país.

El alcance político de esta medida administrativa expresada en una Directriz fue el establecimiento de la relación jurídica (institucionalizada y con responsabilidad administrativa por resultados) entre el Estado regulador y los nuevos actores forestales indígenas y con las empresas forestales, a través del registro de los contratos de compra venta (Institucionalizada y con responsabilidad legal sobre un bien protegido por el Estado).

Significa que la aplicación y operatividad de conceptos, normas de prácticas comunales y leyes exigió la formulación (combinación de unos elementos con otros) de normas administrativas, (Directriz UCPOI/001/98), proceso que dista mucho de el agregado de requisitos inconexos al que suelen referirse quienes ignoran la secuencia lógica exigida en todo proceso de desarrollo comunitario, con indicadores claros de inversiones destinadas a tal fin.

En el ejercicio de funciones la SF tiene límites: las políticas y las normas no son facultad de esta instancia y generalmente éstas ocurren sin conocimiento de las medidas de regulación que se han aplicado. Por ello se desarrolló también una capacidad de generación de medidas de respuesta a la regulación con el establecimiento de espacios interestatales que contengan y respondan al concepto de Forestería Comunitaria: La CIDOB y la UCPOI establecieron relaciones formales de correspondencia política, con el Ministerio de Desarrollo sostenible y medio ambiente, Vice ministerio de asuntos Indígenas, (Decretos Ministeriales, Inversiones, Asistencia Técnica, Operaciones), INRA (Resoluciones Administrativas), Organizaciones Indígenas (sistemas cruzados de consulta, espacios político estratégicos de demandas, control, información y registros).

Establecidas las relaciones inter estatales, el SNV y la FAO apoyaron a la UCPOI un ciclo de Consulta con responsabilidad legal denominado Consulta sobre: Posibilidades reales de implementación del Régimen Forestal de la Nación en TCO, y, a partir de allí, durante un año se realizaron importantes inversiones estatales, indígenas, y de proyectos de cooperación en un proceso de consulta que abarcó a todas las Organizaciones Indígenas en las TCO del país y a sus instituciones de apoyo financiero y técnico.

Estas inversiones financieras, técnicas e institucionales resultaron en Comisiones especiales y Asambleas Consultivas permanentes y en el diseño de sistemas institucionales-forestales con funciones institucionalizadas en la Secretaría de Recursos Naturales de CIDOB. En suma, se construyeron los cimientos de la institucionalidad-reguladora de la Forestería comunitaria sin dejar de lado a ninguna instancia con responsabilidad administrativa y legal.

A un año del primer aprovechamiento, también con la intervención de expertos y proyectos de cooperación UCPOI diseñó el ciclo de Audiencias Públicas generales e individuales, con minutas y responsabilidad vinculante, procedimientos de convocatorias, etc. En primera instancia se reunió a todas las instituciones Forestales Indígenas del país (IFI) y a las empresas con relaciones contractuales en TCO a objeto de evaluar un año de gestión, precios, condiciones, normas, experiencias y a partir de allí debieron realizarse las auditorias y audiencias locales con medidas de respuesta por parte del Estado regulador: Se suspendieron autorizaciones, se anularon contratos, se publicaron auditorias y ese fue el inicio de un proceso de institucionalidad irresponsablemente truncado. Hace cuatro años que las auditorias, audiencias, registros de contratos, autorizaciones a privados en TCO quedaron sin efecto de ipso facto.

Desde el 2003 la SIF es víctima de los interinatos y de la improvisación: Desapareció la UCPOI en la SIF y con ello todo el sistema institucional e interinstitucional que la sostenía, demostrando su mutua correspondencia y la interdependencia de elementos que nunca estuvieron aislados. Incluso desapareció el nombre de la Unidad sin tomar en cuenta las inversiones en posicionamiento, vinculación interinstitucional con responsabilidad administrativa a través de Resoluciones, normas, consultas legales.

Manejo forestal Comunitario se llama hoy a un Inventario Forestal y a media docena de comunarios que venden madera, compran servicios y rinden cuentas sobre ingresos y egresos con beneficios que nunca llegan a las comunidades. ¿Dónde queda entonces el concepto de Forestería Comunitaria y qué evalúa y controla el Estado? A qué queda reducida la relación jurídica entre Estado y las instituciones forestales indígenas. (Remarco Instituciones, porque así las denominan y protegen convenios y leyes, en su concepción más amplia).

Las instituciones forestales indígenas (partiendo de las instituciones familiares, normativas, políticas de las comunidades) se reducen hoy en día a “los equipos técnicos de las operaciones forestales comunitarias” y los bosques comunales se reducen a superficies vacuas, traducidas en número de hectáreas y árboles con diámetro de corta. La “Directriz” se convirtió en un manual de cumplimiento de requisitos y papeleos. Los PGMF perdieron su estatus de Declaración Jurada ante el Estado Boliviano y nunca son consultados para la adopción de decisiones, incluso contractuales.

De este vacio y de esta práctica de relativización de responsabilidades sobre siglos de empobrecimiento comunitario y no de un discurso obstinado en defensa de un proceso del que formé parte, deduzco que hoy no es posible garantizar Forestería comunitaria en los PGMF ubicados en las TCO de Bolivia evaluados y autorizados por la SIF, sin implementar lo que algunos amigos de lo “novedoso” (que ya tenía 20 años como escuela y no era necesario rebautizarla para hacerla presente en el Estado) dejaron de lado impunemente, como si se tratase, claro, de voluntarismos e intenciones sobre las que nadie deberá rendir cuentas a nadie.

Las facultades del Estado y la relación jurídico administrativa; las auditorias, con censura y sanciones, las audiencias públicas con responsabilidad legal, el registro de información segura y confiable sobre relaciones contractuales y la seguridad jurídica sobre el cumplimiento de los PGMF junto a la recuperación de su valor como instrumento de evaluación de lo planificado y “jurado” de cumplimiento ante el Estado y como mecanismos de control social, han sido ignoradas y difícilmente podrán recuperarse sin nuevas y costosas inversiones (Quién paga la cuenta?)

El registro de atención a peticiones, denuncias e iniciativas, las medidas de regulación con estrategias por áreas y ámbitos, la definición de medidas políticas, operativas, normativas y estratégicas de respuesta a la regulación, por parte del poder ejecutivo, también quedaron sin efecto, para volver a “revisar” el concepto.

En suma, desde un política de Estado si es que la hubiese, no es posible garantizar Forestería comunitaria en Bolivia sin recuperar, la institucionalidad relacionada con responsabilidad jurídica entre Estado y actores forestales indígenas que habitan los bosques y las comunidades rurales de este país, responsabilidad orientada al desarrollo comunal…lo demás es dibujo libre y garabato.

*1: Fue la Coordinadora de la Red de Forestería Social en Santa Cruz y la Responsable de la implementación del Régimen Forestal en las TCO de Bolivia, Actualmente es asesora voluntaria de comunidades indígenas en la TCO Gwarayu.