Artículos, leyes, análisis, opinión, documentos

18 de abril de 2010

Los Derechos de La Madre Tierra

Los Derechos de la Madre Tierra
Por: Alicia Tejada Soruco
La acumulación material -mecanicista e interminable de bienes-, apoltronada en el utilitarismo antropocéntrico sobre la Naturaleza- según Gudynas.-, no tiene futuro.
La cumbre de los derechos de la Madre Tierra convocada por el Presidente Evo Morales Ayma del 20 al 22 de abril en la ciudad de Cochabamba se realiza ante el fracaso de las Cumbres de Cambios Climáticos y del modelo desarrollista que nos ha situado en el umbral de desastres provocados por la acción del hombre. Pretende influir en los resultados de la Cumbre sobre Cambios Climáticos Méjico 2010 y en las políticas de desarrollo de nuestro país, incorporando en estas agendas la Justicia Ambiental y los Derechos de la Madre Tierra.
En el siglo XX avanzamos en la legislación de nuestros derechos pero olvidamos los de la naturaleza: Al respecto Alberto acosta analiza que en los Derechos Humanos el centro está puesto en la persona, en los Derechos Políticos y Sociales el Estado reconoce la ciudadanía, como parte de una visión individualista e individualizadora y en los Derechos Económicos, Culturales y Ambientales, conocidos como derechos de tercera generación, se incluye el derecho a que los seres humanos gocen de condiciones sociales equitativas y de un medioambiente sano y no contaminado.
En líneas generales los Derechos de la Madre tierra pretenderían superar la visión antropocéntrica del siglo XX basados en el principio de que no se puede seguir asumiendo a la Naturaleza como un factor de producción para el crecimiento económico o como objeto de las políticas de desarrollo por lo que postulan mantener los sistemas de vida, fijando su atención en los ecosistemas y en las colectividades, no en los individuos.
Los organizadores de la Cumbre de Cochabamba parten del supuesto de que el respeto a los derechos de la Madre Tierra viene a ser como el estado natural de los pueblos indígenas, originarios y campesinos de Bolivia. Sin embargo hay una enorme brecha entre el discurso y la gestión institucional del Estado: Actividades desarrollistas y depredadoras que están afectando a los ecosistemas acuáticos y a los bosques, principalmente los ocasionados por proyectos de minería, hidrocarburos y de agricultura extensiva se realizan con el aval de dirigentes de movimientos campesinos e indígenas y gracias a las extorsiones y sobornos de funcionarios públicos ministeriales, prefecturales y municipales. Las redes “interculturales” de corrupción en las que participan no pocos Karas, so pretexto de relaciones contractuales lo último que harán será poner en valor a la Madre Tierra. La visión recaudadora del Estado (mitigaciones, compensaciones, multas, patentes) no repara en la transacción económica por el daño y por tanto ni se ocupa de prevenirlo. ¿Quién protege en Bolivia a las comunidades y ecosistemas?
La distancia entre discurso y acción es lo que llevó al fracaso a las Cumbres-Cambios Climáticos. Es nuestra responsabilidad acortarla.