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13 de mayo de 2012

Redes de blanqueo de la ilegalidad en los bosques


Redes de blanqueo de la ilegalidad en los bosques
Por Alicia Tejada Soruco
El Estado  ausente frente a las violaciones permanentes de los derechos colectivos ha derivado en  que las personas e instituciones preocupadas por ello, pasen a constituirse en impávidos “testigos” del que hacer de las redes de blanqueo de la ilegalidad en los bosques de Bolivia.
Que éstas violaciones coincidan, en espacio, con la mayor parte de Territorios indígenas de Tierras Bajas obedece a que las tierras fiscales entregadas como dotación a los Pueblos Indígenas, han sido en buena parte las que abarcaron las tierras forestales, ya que la tierra agrícola se mantuvo en las mismas manos e incluso se incrementó en éstas, gracias a un proceso de saneamiento que, vía conciliaciones, contribuyó a los más escandalosos e impunes negociados de tierras en territorios indígenas.
Cuando encontramos datos como los del municipio de Guarayos, que pierde su bosque a un ritmo del 17%  por año no podemos menos que indagar qué condiciones tuvieron que converger para posibilitar tal situación y una de las principales es el papel que juegan los grupos de poder local en permanente complicidad (redes de blanqueo) para impedir la construcción de un Estado de derecho  e incluso de élites locales: Esgrimiendo mayor, mejor y primigenio  derecho, derivado de genealogías y naturalismos,  la institucionalidad local se mantiene en las mismas manos durante décadas. Las “instituciones vivas de la provincia” le bloquean incluso el acceso a todo un Departamento, y al Estado central, “en defensa del desarrollo provincial”, desarrollo que exige, reiteradamente, violar la normativa ambiental y forestal.
La década de los 90 se caracterizó por una legislación ambiental y forestal que depositó su confianza en a) garantía de transparencia, b) control social; c) participación popular; sin embargo con un Estado débil que no invierte nada  en el ejercicio de estos derechos, quienes lo ejercen son precisamente dirigencias locales que cuentan con los medios para ello (inspecciones, trámites, gestiones).
Se contempló que en los TIOC de Llanos, Chaco y Amazonía los bosques y fuentes de agua estarían protegidos; este supuesto no previno la re producción de redes de corrupción; unas cuantas familias con poder económico y político Departamental,  que nos habían legado la necesidad no solo de un proceso de saneamiento de tierras sino el cambio del régimen forestal en los 90.
Fortalecidas ahora con autoridades locales que forman parte de la misma institucionalidad, sea de manera directa, por parentescos, compadrazgos o asociaciones, (desaparece lo comunitario) resultan en candidatos de nuevos partidos articulados con las mismas redes que financian a dirigencias de comités cívicos, comités de vigilancia, organizaciones indígenas, colonizadores, colonos y campesinos. Redes locales impunes hace décadas se mantiene intactas al servicio de beneficiarios de la ilegalidad en los bosques de Bolivia y nadie las investiga.