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22 de enero de 2012

Economía.Ecoportal¨:¿Quién controlará la economía verde?


¿Quién controlará la economía verde? da información sobre los jugadores corporativos más poderosos en control de 25 sectores de la “economía real”. Es el único reporte totalmente gratuito que incorpora las listas de las 10 compañías (según su participación en el mercado) más importantes de los 18 sectores industriales relevantes para la economía verde.
Nuevo reporte sobre la concentración corporativa en las industrias de la vida
Los más poderosos actores industriales de la economía verde
¿Quién controlará la economía verde? da información sobre los jugadores corporativos más poderosos en control de 25 sectores de la “economía real”. Es el único reporte totalmente gratuito que incorpora las listas de las 10 compañías (según su participación en el mercado) más importantes de los 18 sectores industriales relevantes para la economía verde. Estas listas incluyen los diez más grandes jugadores en los negocios de agua, energía, semillas, pesca y acuacultura, procesamiento y comercio de alimentos, químicos, fertilizantes, plaguicidas, minería, farmacéutica, biotecnología, el comercio de granos y más. El informe también identifica a los jugadores líderes en un puñado de sectores industriales emergentes como la biología sintética, el manejo de datos, la producción derivada de algas y microalgas y la genética animal (pág. 1-2).
La red de control corporativo
El Grupo ETC lleva 30 años monitoreando fusiones y adquisiciones empresariales y la tendencia se mantiene: cada vez más monopolios en cada sector y en cada lugar. Por ejemplo, las 10 compañías multinacionales de semillas más poderosas del planeta controlan hoy el 73% del mercado comercial de semillas. En 1995 tenían apenas el 37% (pág. 25). Las 10 empresas de plaguicidas más importantes controlan ahora un 90% del mercado global de plaguicidas con valor de 44 mil millones de dólares (pág. 29). En la farmacéutica veterinaria, 10 empresas controlan en 76% de las ventas (pág. 40). 10 compañías de alimento para animales controlan el 52% del mercado global de comida para animales (pág. 39), 10 firmas químicas dan cuenta del 40% del mercado global de químicos (pág 13), 10 compañías forestales tienen el 40% del mercado de papel y derivados (pág 37), 10 empresas mineras manejan una tercera parte del mercado de extractivos (pág 34) y las 10 compañías de energéticos más grandes del mundo controlan una cuarta parte de todo el mercado de energía (pág. 15).
¿Energías alternativas? ¡Para nada!
Al escuchar “economía verde” pensamos en imágenes lacónicas de paneles solares y turbinas de viento, pero de hecho las multinacionales no están enfocando allí sus actividades. Si bien las energías renovables no nucleares o derivadas de hidrocarburos representan sólo el 1.8 % del consumo global, casi toda esa energía proviene de la cosecha y quema de biomasa para convertirla en combustibles y en compuestos químicos. Este reporte muestra cómo los reagrupamientos más significativos de empresas en la “economía verde” ocurren en torno al aprovechamiento de la biomasa vegetal. (pág. 10-15)
Nuevos oligopolios verdes
Este reporte descubre las nuevas convergencias corporativas entre los diversos sectores industriales, y cómo los jugadores más poderosos se posicionan para dominar la economía verde. Un caso es el de la compañía DuPont, la segunda empresa semillera más grande del mundo, la 6a más importante compañía química y la 6a de plaguicidas, que ahora emerge como jugador mayor en la biotecnología, biocombustibles y bioplásticos, esí como en biología sintética, producción de algas, diversos ingredientes y enzimas, al mismo tiempo que se asocia con la tercera empresa petrolera más grande del planeta, BP (pág. ii-iii)
El gasto en alimentos rebasa el gasto en energéticos
Es común escuchar que el tamaño del mercado global de energía es inmenso, con valor de 7 mil billones de dólares y que en comparación, cualquier otro sector industrial es pequeño. Sin embargo, según nuestra investigación el mercado mundial de alimentos al menudeo es más grande que el de la energía, incluso cuando se toman en cuenta los subsidios de los gobiernos a los productores de energía y agricultura. (pág. 43).
Ascenso meteórico de la biología sintética
A principios de la década de los noventa, la comercialización inicial de las tecnologías de ingeniería genética promovió una reorganización masiva de los sectores de semillas, agroquímicos y farmacéutica y la emergencia de gigantes en las “ciencias de la vida”, tales como Monsanto y Novartis. Hoy las nuevas tecnologías como la biología sintética están detonando otra ola de fusiones frenéticas, adquisiciones y empresas de capital compartido en torno a la economía de la biomasa, promoviendo nuevas alianzas entre jugadores tales como Dow, DuOont, BP, Shell, Exxon, Chevron y Total con los megagigantes de los granos, la silvicultura y las semillas como Monsanto, Cargill, Bunge, Weyerhaeuser y ADM. En el centro de esas nuevas alianzas sorprende encontrar a las nuevas empresas de biología sintética como Life Tecnologies Inc., Amyris, Solazime y Evolva —todas están escalando rápidamente hacia papeles estratégicos en la producción global de alimentos, energía, fármacos y químicos. (Pág. 16-20).
La economía azul, también bajo control
La biomasa que se encuentra en los océanos y ecosistemas acuáticos representa el 71% de la superficie del planeta. Es por ello que corporaciones de energía y químicas como DuPont, Statoil, DSM, Exxon, Mitsubishi, Monsanto, Chevron y el gigante de los astilleros Stolt Nielsen están enfocándose hacia la frontera salvaje y mojada para producor nuevos azúcales y combustibles que sirban a la economía de base biológica, para lo cual proponen la explotación en gran escala de las algas, microalgas, leces y toda la biodiversidad acuática que hay en los lagos, riberas y estuarios costeros. (Pág.

Entrevista a Manfred Max-Neef, economista chileno 06/07/11 Por Amy Goodman


Necesitamos de nuevo economistas cultos, que sepan historia, de dónde vienen, cómo se originaron las ideas, quién hizo qué y así sucesivamente. Una economía que entienda que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito. Un sistema que tenga claro que no puede funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de biodiversidad, son totalmente ignorantes respecto a estos temas.
Hace unas semanas, Amy Goodman entrevistó en Bonn, Alemania al reconocido economista chileno Manfred Max-Neef. Presentamos en este espacio la entrevista cuyo original en inglés se encuentra en la página de Democracy Now a quien agradecemos el permiso de traducir esta conversación. Manfred Max-Neef ganó en 1983 el Right Livelihood Award, dos años después de haber publicado su libro Economía Descalza, Señales desde el Mundo Invisible. El economista comienza por explicarnos el concepto de economía descalza.
Manfred Max-Neef: Bueno, es una metáfora, pero es una metáfora que se originó en una experiencia concreta. Yo trabajé alrededor de diez años de mi vida en áreas de pobreza extrema en las sierras, en la jungla, en áreas urbanas en distintas partes de Latinoamérica. Al comienzo de este periodo estaba un día en una aldea indígena en la sierra de Perú, era un día horrible, había estado lloviendo todo el tiempo. Era una zona muy pobre y frente a mí estaba otro hombre parado en el lodo (no en el barrio pobre sino en el lodo). Y bueno, nos miramos. Era de corta estatura, delgado, con hambre, desempleado, cinco hijos, una esposa y una abuela. Yo era el refinado economista de Berkeley, que enseñaba en Berkeley, etc. Nos mirábamos cara a cara y de pronto me di cuenta de que no tenía nada coherente que decirle en esas circunstancias a este hombre, que todo mi lenguaje de economista era inútil. ¿Debería decirle que se pusiera feliz porque el producto interno bruto había subido un 5% o algo así por el estilo?
Todo esto era completamente absurdo.
Entonces descubrí que no tenía un lenguaje para ese ambiente y que teníamos que inventar un idioma nuevo. Ese es el origen de la metáfora economía descalza que, en concreto, simboliza la economía que un economista debe usar cuando se atreve a meterse en los barrios bajos. El punto es que los economistas estudian y analizan la pobreza desde sus oficinas lujosas, poseen todas las estadísticas, desarrollan todos los modelos y están convencidos de que saben todo lo que hay que saber sobre la pobreza.
Pero ellos no entienden lo que es la pobreza, ese es el gran problema y es también el motivo por el cual la pobreza aún existe. Esto cambió completamente mi vida como economista: inventé un lenguaje coherente para esas condiciones de vida.
Amy Goodman: ¿Y cuál es ese idioma? ¿Cómo aplicas un sistema económico o haces que las circunstancias expliquen esos cambios?
Manfred Max-Neef: No, la cuestión es mucho más profunda. Es decir, no es como la típica receta que te da alguien de tu país, en donde te dicen "le garantizamos quince lecciones o la devolución de su dinero." Ese no es el punto, te lo pongo de esta manera: hemos alcanzado un nivel en nuestra evolución en el que sabemos muchas cosas, sabemos muchísimo pero entendemos muy poco. Nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta acumulación de conocimiento como en los últimos cien años y mira cómo estamos. ¿Para qué nos ha servido el conocimiento? La esencia está en que el conocimiento por sí mismo no es suficiente, carecemos de entendimiento. La diferencia entre conocimiento y entendimiento te la puedo explicar con un ejemplo: vamos a pensar que tú has estudiado todo lo que puedes estudiar desde una perspectiva teológica, sociológica, antropológica, biológica, inclusive bioquímica y sobre un fenómeno humano llamado amor. El resultado es que tú sabrás todo sobre el amor, pero tarde o temprano te vas a dar cuenta de que nunca entenderás el amor a menos de que te enamores. ¿Qué significa esto? Que sólo puedes llegar a aspirar a entender aquello de lo que llegas a formar parte.
Como dice la canción: si nos enamoramos, somos mucho más que dos. Cuando perteneces, entiendes. Cuando estás separado, sólo acumulas conocimiento y esa ha sido la función de la ciencia. Ahora bien, la ciencia se divide en partes pero el entendimiento es completo, holístico, y eso es lo que sucede con la pobreza.
Yo entendí la pobreza porque estuve allí; viví con ellos, comí con ellos y dormí con ellos. Entonces comienzas a entender que en ese ambiente hay distintos valores, y diferentes principios — comparados con los que existen allí de donde tú provienes y te das cuenta de que puedes aprender cosas fantásticas de la pobreza. Lo que he aprendido de los pobres supera lo que aprendí en la universidad.
Pero pocas personas tienen esa oportunidad, ¿te das cuenta? Ellos ven la pobreza desde afuera en lugar de vivirla desde adentro.
Aprendes cosas extraordinarias. Lo primero que aprendes y que los que quieren mejorar el sistema de vida de los pobres no saben, es que dentro de la pobreza hay mucha creatividad. No puedes ser un idiota si quieres sobrevivir, cada minuto tienes que estar pensando, ¿Qué sigue? ¿Qué puedo hacer aquí? ¿Qué es esto y lo otro y lo otro?.
Así que tu creatividad debe ser constante. Además, están los contactos, la cooperación, la ayuda mutua y toda una gama de cosas extraordinarias que ya no se encuentran nuestra sociedad dominante que es individualista, avara, egoísta, etc. Totalmente lo opuesto de lo que tienes allá. Y es sorprendente porque a veces llegas a encontrar gente más feliz entre los pobres que la que encontrarías en tu propio ambiente. Lo que significa que la pobreza no sólo es una cuestión de dinero. Es algo mucho más complejo.
Amy Goodman: ¿Qué crees que debamos cambiar?
Manfred Max-Neef: ¡Oh!, casi todo. Somos dramáticamente idiotas.
Actuamos sistemáticamente en contra de las evidencias que tenemos.
Sabemos exactamente qué no debemos hacer. No hay nadie que no sepa esto, especialmente los grandes políticos saben exactamente lo que no se debe hacer. Y aún así lo hacen. Después de lo que pasó en octubre del 2008, tú pensarías que van a cambiar porque se han dado cuenta de que el modelo económico no funciona, que incluso tiene un alto nivel de riesgo, dramáticamente riesgoso. Y uno se pregunta:¿Cuál fue el resultado de la última reunión de la Comunidad Europea? Ahora son más fundamentalistas que antes. De tal modo que lo único de lo que se puede estar seguro es que ya viene la próxima crisis y que será el doble de fuerte que la actual. Pero para entonces ya no habrá suficiente dinero. Esas son las consecuencias de la sistemática estupidez humana.
Amy Goodman: Si tú estuvieras al frente de la economía ¿qué harías para evitar otra catástrofe?
Manfred Max-Neef: Primero que nada, necesitamos de nuevo economistas cultos, que sepan historia, de dónde vienen, cómo se originaron las ideas, quién hizo qué y así sucesivamente. Lo segundo, una economía que entienda que es subsistema de un sistema finito más grande: la biosfera, y como consecuencia la imposibilidad de tener un crecimiento económico infinito. En tercer lugar, un sistema que tenga claro que no puede funcionar sin tomar en serio los ecosistemas. Pero los economistas no saben nada de ecosistemas, no saben nada de termodinámica, nada de biodiversidad, son totalmente ignorantes respecto a estos temas. Un economista debe tener claro que si los animales desaparecen, él también desaparecerá porque entonces ya no habrá qué comer. Pero él no sabe que dependemos totalmente de la naturaleza ¿te das cuenta? Sin embargo, para los economistas de hoy en día la naturaleza es un subsistema de la economía, concepto que es totalmente absurdo!.
Además debemos acercar el consumidor a la producción. Yo vivo bien al sur de Chile, una zona fantástica donde tenemos toda la tecnología para la elaboración de productos lácteos de máxima calidad. Hace unos meses estaba desayunando en un hotel y al tomar un paquetito de mantequilla descubrí que ésta venía de Nueva Zelanda, absurdo ¿no te parece? ¿Y por qué sucede una cosa así? Porque los economistas no saben calcular los costos reales. Traer mantequilla desde un lugar que queda a 20.000 kilómetros a un sitio donde se produce la mejor, con el pretexto de que es más barato es una estupidez monumental porque no tienen en cuenta el impacto que causan esos 20.000 km de transporte sobre la naturaleza. Por si fuera poco, es más barata porque está subsidiada.
Es un caso muy claro en el que los precios nunca dicen la verdad.
Todo tiene su truco ¿sabes? esas artimañas causan enormes daños. Si acercas el consumo a la producción, comerás mejor, tendrás mejores alimentos y sabrás de dónde vienen. Incluso podrías llegar a conocer a la persona que lo produce. Se humaniza el proceso, pero hoy en día lo que los economistas hacen está totalmente deshumanizado.
Amy Goodman: ¿No crees que la misma tierra nos forzará a actuar de diferente modo? ¿Estaremos llegando al fin?
Manfred Max-Neef: Sí claro. Ya algunos científicos lo están diciendo pero yo aún no he llegado a ese punto. Pero muchos lo creen y piensan que es definitivo, que estamos fritos, que dentro de algunas décadas no habrá más humanos. Yo no creo que hayamos llegado a ese punto, pero sí que estamos cerca y diré que ya cruzamos el primero de los tres ríos. Y observa lo que está pasando en todos lados, es alarmante cómo la cantidad de catástrofes ha ido aumentando y se manifiesta en todas las formas: tormentas, terremotos, erupciones volcánicas. El número de eventos crece dramáticamente, es sobrecogedor y nosotros seguimos en las mismas.
Amy Goodman: ¿Qué has aprendido de las comunidades pobres en las que has vivido y trabajado que te de esperanza?
Manfred Max-Neef: La solidaridad de la gente; el respeto por los otros; la ayuda mutua; nada de avaricia, un valor inexistente dentro de la pobreza y uno estaría inclinado a pensar que allí es donde más está presente, que la avaricia debería ser patrimonio de los que menos tienen. No, todo lo contrario, mientras más tienes más quieres, la crisis actual es producto de la avaricia. La avaricia es el valor dominante del mundo actual. Mientras persista, estamos acabados.
Amy Goodman: ¿Cuáles serían los principios que enseñarías a los jóvenes economistas?
Manfred Max-Neef: Los principios de la economía deben estar fundamentados en cinco postulados y un valor esencial.
  • Primero: la economía está para servir a las personas y no las personas para servir a la economía.
  • Segundo: el desarrollo se refiere a las personas, no a las cosas.
  • Tercero: crecimiento no es lo mismo que desarrollo y el desarrollo no necesariamente requiere de crecimiento.
  • Cuarto: no puede existir una economía con un ecosistema fallando.
  • Quinto: la economía es un subsistema de un sistema mayor y finito: la biosfera. Por lo tanto, el crecimiento permanente es un imposible.
Y el valor fundamental para poder consolidar una nueva economía es que ningún interés económico, bajo ninguna circunstancia, puede estar por encima de la reverencia por la vida.
Amy Goodman: Explica lo que acabas de mencionar.
Manfred Max-Neef: Nada puede ser más importante que la vida. Y digo vida, no seres humanos, porque para mí el punto clave es el milagro de la vida en todas sus manifestaciones. Pero si predomina el interés económico, uno no sólo se olvida de la vida y otros seres vivientes, termina también ignorando a los seres humanos. Si recorres esta lista que acabo de mencionar, uno a uno, verás que lo que tenemos ahora es exactamente lo contrario.
Amy Goodman: Volvamos al tercer punto, crecimiento y desarrollo y explícalo mejor.
Manfred Max-Neef: Crecimiento es una acumulación cuantitativa. Desarrollo es la liberación de posibilidades creativas. Todo sistema vivo de la naturaleza crece y en cierto punto deja de crecer, tú ya no estás creciendo, ni él ni yo. Pero continuamos desarrollándonos, de otro modo no estaríamos dialogando en este momento. El desarrollo no tiene límites pero el crecimiento sí. Y este es un concepto muy importante que políticos y economistas ignoran, están obsesionados con el fetiche del crecimiento económico.
He trabajado durante décadas y en este tiempo se han hecho muchos estudios. Soy el autor de una famosa hipótesis: la hipótesis del límite, que dice que en toda sociedad hay un periodo de crecimiento económico —entendido convencionalmente o no— que trae una mejora en la calidad de vida pero sólo hasta cierto punto: el punto límite, a partir del cual, si hay más crecimiento, la calidad de vida comienza a decaer. Esta es la situación en la que nos encontramos actualmente.
Tu país es el ejemplo más dramático que puedes encontrar. En mi libro que saldrá publicado el próximo mes en Inglaterra, titulado La economía desenmascarada — hay un capítulo llamado "Estados Unidos, una nación en vías de subdesarrollo" la cual es una nueva categoría. Actualmente manejamos los conceptos de desarrollado, subdesarrollado y en vías desarrollo. Ahora tenemos el nuevo concepto de en vías de subdesarrollo y tu país es el mejor ejemplo, en el cual el 1% de los americanos cada vez están mejor, mejor y mejor, mientras que el 99% va en decadencia en todo tipo de manifestaciones. Hay personas que viven en sus autos, ¿sabes? ahora duermen en sus carros, estacionados enfrente de la que fue su casa. Miles, millones de personas lo han perdido todo. Pero los especuladores, los que crearon todo este problema, esos están fantásticamente bien. Para ellos no hay problemas.
Amy Goodman: ¿Entonces, cómo cambiarías las cosas?
Manfred Max-Neef: Bueno, no sé cómo cambiarlas. Es decir, solitas van a cambiar, pero de manera catastrófica. Para mí no sería raro que de un momento a otro millones de personas salieran a las calles de Estados Unidos a causar destrozos. No sé, pero podría suceder. No lo sé. La situación es absolutamente dramática y se supone que es el país más poderoso de la tierra. Y aún en estas condiciones, siguen con sus guerras absurdas gastando billones y trillones. Trece trillones de dólares para los especuladores y ¡ni un centavo se fue para las personas que perdieron sus casas! ¿Qué tipo de lógica es esa?www.ecoportal.net
Manfred Max-Neef, economista chileno. 26 de noviembre de 2010 - Traducido por: Rose Mary Salum -http://www.salsa.ecofondo.org.co

Del Estado monocultural al Estado Plurinacional: la nueva institucionalidad de una nueva concepción de desarrollo:Víctor Hugo Quintanilla Coro


Del Estado monocultural al Estado Plurinacional:
la nueva institucionalidad de una nueva concepción de desarrollo

Víctor Hugo Quintanilla Coro
Cultura Quechua, Norte de Potosí
0. ¿Qué tipo de relación (inter)institucional es la que existe entre Estado y desarrollo en la Bolivia del siglo XXI? Al plantear la pregunta, asumimos el punto de partida de que la calidad de las instituciones son determinantes para el desarrollo económico: “Of primary importance to economic outcomes are the economic institutions in society such as the structure of property rights and the presence and perfection of markets. Economic institutions are important because they influence the structure of economic incentives in society. Without property rights, individuals will not have the incentive to invest in physical or human capital or adopt more efficient technologies. Economic institutions are also important because they help to allocate resources to their most efficient uses, they determine who gets profits, revenues and residual rights of control.” (Acemoglu, Johnson, & Robinson, 2005: 389).  Pero está también el otro punto de partida de la concepción de institución que presupone la pregunta planteada: “Las instituciones son las reglas del juego en una sociedad o, más formalmente, son las limitaciones ideadas por el hombre que dan forma a la interacción humana. Por consiguiente, estructuran incentivos en el intercambio humano, sea político, social o económico. El cambio institucional conforma el modo en que las sociedades evolucionan a lo largo del tiempo, por lo cual es la clave para entender el cambio histórico”. (North, 1993: 13). Estas dos precisiones conceptuales, sin embargo, aún no son suficientes para intentar responder a la pregunta, razón por la cual cabe una sintética referencia político-social.
1. Uno de los aspectos trascendentales en la historia boliviana del siglo XXI, ha sido sin duda la transición de la concepción monocultural de Estado a una concepción plurinacional. El Estado monocultural contuvo una institucionalidad con retoques de interculturalidad, básicamente, en el campo de la educación. El actual Estado plurinacional persigue finalidades descolonizadoras, a través de lo que ahora se conoce como intra-interculturalidad. Articulando lo político con lo económico, el Estado monocultural se esforzó por seguir los lineamientos del FMI y del Banco Mundial, entre uno y otro organismo internacional. A nuestro juicio, fue esta extrema fidelidad a dichos lineamientos y a las teorías de crecimiento económico occidentales las causas que coronaron la severa crisis de institucionalidad (léase gobernabilidad), dando lugar a la expulsión definitiva del gobierno del MNR, tanto de la vida política como de la historia del país. El Estado Plurinacional, en cambio, sigue el proyecto (económico) del Sumaq kawsay  o Vivir bien, que intenta articular el horizonte civilizatorio de las culturas indígena-originarias. Naturalmente, esa decisión -si bien acepta apoyos económicos internacionales- ya no se subordina a los condicionamientos de los países o los organismos que los ofrecen. La pregunta por el tipo de relación (inter)institucional existe entre Estado y desarrollo en la Bolivia del siglo XXI, se refiere al desarrollo del Estado plurinacional, considerando que la institucionalidad de la concepción monocultural de Estado con el que naciera Bolivia en el siglo XIX, ha sido formalmente desplazado por la aprobación de una nueva Constitución Política.
2. No obstante el consenso que al parecer existe acerca de la importancia determinante de las instituciones en el desarrollo, algo que puede explicitar el retraso del desarrollo del Estado monocultural tiene que ver directamente con el hecho de que la diversidad cultural, étnica o lingüística es vista como un obstáculo para la configuración de instituciones de calidad. “Alesina et al. (2002) argumentan que la fragmentación lingüística y étnica de un país es perjudicial para el desarrollo institucional y económico, mientras que Spolaore y Warcziag (2006) señalan que las características genéticas y culturales que hereda la población afectan su capacidad para adoptar innovaciones tecnológicas e institucionales que promueven el desarrollo económico.”  (Bandeira, 2009: 359). Economistas como Sen (2000) y Hayek  (1978), entre muchos otros, coinciden con ese punto de vista, por presuponer que el crecimiento y el desarrollo deberían darse al margen de las diferencias sociales, históricas o culturales. Si es cierto que las instituciones son la verdadera causa del crecimiento y el desarrollo, entonces, la diversidad étnica de un contexto histórico-social necesariamente es un obstáculo para el crecimiento y desarrollo de un país gobernado por un Estado monocultural y “sus”instituciones. Nuestra hipótesis es que una de las principales razones que explica la insuficiencia del desarrollo boliviano durante el Estado monocultural  (Morales & Pacheco, 1999), tiene que ver con el desencuentro entre la diversidad social y cultural del país y el tipo de instituciones de ese tipo de Estado. El desempeño “informal” y el posicionamiento político de la diversidad seguían un horizonte histórico distinto y paralelo (Rivera Cusicanqui & Barrios, 1993) al desempeño colonial de las instituciones formales del Estado. Simultáneamente, este desencuentro inter-institucional entre el desempeño formal e informal también explica la proliferación de los conflictos sociales  (Evia, Laserna, & Skaperdas, 2008), que fueron corroyendo la gobernabilidad monocultural hasta derivar en las movilizaciones del 2003, que trajeron consigo una institucionalidad más a imagen y semejanza de la diversidad cultural boliviana. De este particular devenir histórico, posemos derivar la conclusión de que las instituciones no determinan el desarrollo en forma unilateral. Para que las instituciones, comprendidas como formas, puedan ser efectivas y constituyan condiciones de posibilidad reales para el desarrollo, es necesario que su contenido, es decir sus funciones, provengan de los intereses de la diversidad social. A nuestro juico, esta apreciación redimensiona la posición de Dani Rodrik y Arvind Subramanian, cuando aseveran que “Las instituciones son decisivas para el desarrollo, pero cada una de las funciones que cumplen tiene una multitud de opciones en cuanto a su forma específica” (2003). Tomando en cuenta el desencuentro entre las instituciones formales e informales de la historia boliviana, está claro que una de las opciones que deben seguir las instituciones en contextos de diversidad cultural es acogiendo los intereses de dicha diversidad como funciones o contenidos institucionales. Por lo tanto, ya no se trata de ver a la diversidad étnica, lingüística o cultural como un obstáculo para la configuración de instituciones de calidad orientadoras hacia el crecimiento y desarrollo económicos. ¿Cuáles son o serían las consecuencias de que las instituciones se configuren a imagen y semejanza de los intereses de la diversidad social y cultural, en el campo del crecimiento y del desarrollo?
3. La severa crisis de la institucionalidad del estado monocultural, a finales del siglo XX y principios del XXI, dio lugar a dos tipos de institucionalidad muy significativos: primero, al Plan Nacional de Desarrollo (2006) y, segundo, a la Constitución Política del Estado Plurinacional (2009). La concordancia entre la institución como forma y los intereses de la diversidad social y cultural como las funciones que dicha instituciones deberían cumplir desplazó las concepciones de crecimiento y desarrollo del Estado monocultural, cuando menos a nivel discursivo, si bien aún no a nivel de la realidad fáctica. La nueva concepción de desarrollo, de la inminente vigencia del Estado Plurinacional, fue esbozada en el Plan Nacional de Desarrollo (PND). Todas las teorías del desarrollo existentes en el mundo occidental son antropocéntricas, pero la concepción de desarrollo del PND es cosmocéntrica. ¿Qué quiere decir esto? Que la institucionalidad formal del gobierno había adoptado “repentinamente” uno de los contenidos centrales de la espiritualidad de los pueblos indígena-originarios, precisamente de la diversidad étnica que algunas teorías de la institución consideran perjudicial, y también para la concepción de Estado monocultural, razón por la cual el único destino posible fue la dependencia y el subdesarrollo. Este contenido de las culturas indígena-originarias consiste en considerar a la Naturaleza como sujeto de derechos, precisamente, todo lo contrario del lugar que la Naturaleza tiene en la economía y la política occidentales. Una segunda particularidad de esta nueva concepción de desarrollo es que ya no tiene carácter neoliberal, sino comunitario. Esta denominación ya no se restringe a una simple colectividad orgánica de seres humanos. La Naturaleza es considerada parte de la comunidad o sociedad y así como ella cumple la misión de garantizar la vida de todos, recíprocamente, todos también están convocados a garantizar el bienestar de todos y de lo que hace posible dicho tipo de responsabilidad o ética. Es a esto a lo que milenariamente se denomina Sumaq kawsay o Suma qamaña en las culturas andinas, Yaiko kavi vaera en Guaraní o Vivir bien en la lengua de los colonizadores.
4. Con la aprobación de la Constitución Política del Estado Plurinacional, la institucionalidad del desarrollo económico y social, fue concretada políticamente. La nueva concepción de desarrollo articulaba con una nueva concepción de Estado. La diversidad cultural o étnica ahora ya no era considerada -como en el siglo XIX y XX- un obstáculo para el desarrollo social. Como dispone el “Artículo 98: I. La diversidad cultural constituye la base esencial del Estado Plurinacional Comunitario. La interculturalidad es el instrumento para la cohesión y la convivencia armónica y equilibrada entre todos los pueblos y naciones. La interculturalidad tendrá lugar con respeto a las diferencias y en igualdad de condiciones. II. El Estado asumirá como fortaleza la existencia de culturas indígena originario campesinas, depositarias de saberes, conocimientos, valores, espiritualidades y cosmovisiones. III. Será responsabilidad fundamental del Estado preservar, desarrollar, proteger y difundir las culturas existentes en el país.” (Presidencia, 2009). Más allá del valor ideológico que dicha disposición posee, la pregunta es relevante es la siguiente: ¿de qué manera contribuyó esta nueva institucionalidad política a la institucionalidad que promueve el desarrollo y el crecimiento económico? Desde el año 2006, el desarrollo boliviano ha sido significativo,[1] primero porque se aplicó el Plan Nacional de Desarrollo y segundo porque el modelo adoptado fue el de la economía plural. “Artículo 306. I. El modelo económico boliviano es plural y está orientado a mejorar la calidad de vida y el vivir bien de todas las bolivianas y los bolivianos. II. La economía plural está constituida por las formas de organización económica comunitaria, estatal, privada y social cooperativa.” (Presidencia, 2009). De modo que haber asumido la diversidad cultural como contenido institucional del gobierno, tuvo su correlato en la institucionalidad de la economía. Como es bien sabido, la economía boliviana nunca fue plenamente formal, pero el hecho de que el Estado asumiera como contenido institucional positivo la diversidad de la economía informal como parte de sus potencialidades, terminó por concretar una relación interinstucional entre economía y política, a través de una nueva concepción de desarrollo: la concepción de desarrollo del Estado Plurinacional.
5. ¿Qué tipo de relación (inter)institucional es la que existe entre Estado y desarrollo en la Bolivia del siglo XXI? Uno de los aspectos que es preciso reconsiderar para comprender la respuesta que hasta aquí hemos ofrecido a esa pregunta es que no se trata de pensar en las instituciones como factores formales que deben ser trascendentales o transversales a todos los contextos histórico-sociales. Las diferentes formas institucionales deberían adoptar el o los contenidos del contexto donde se desempeñarán para ser instituciones efectivas para promover el desarrollo. El condicionamiento de las conductas, por lo tanto, no debería ser visto de las instituciones hacia los agentes (Alonso & Garcimartín, 2011), sino de éstos y sus características sociales o culturales hacia las instituciones. Lo contrario nos hace recordar el desencuentro entre las instituciones de la gobernabilidad del Estado monocultural y la diversidad sociocultural boliviana. De igual forma, tampoco se trata ya de aceptar que el desempeño de las instituciones debe estar subordinado a una concepción trascendental de desarrollo. Por lo menos en el caso boliviano, ha quedado ya claro que es posible seguir otro camino, el proyecto también civilizatorio del Vivir bien, más con arreglo a sus particularidades culturales y sociales que a lo propuesto por autores como Sen (2000), que ignoran por completo lo que se extiende más allá del mundo occidental-moderno.
Bibliografía
Acemoglu, D., Johnson, S., & Robinson, J. A. (2005). Institutions as a fundamental cause of long-run.
Alonso, J. A., & Garcimartín, C. (2011). Criterios y factores de calidad institucional: un estudio empírico. Revista de Economía Aplicada , 5-32.
Bandeira, P. (2009). Instituciones y desarrollo económico. Un marco conceptual. Revista de Economía Institucional , 359.
Desarrollo, M. d. (2006). Plan Nacional de Desarrollo 2006-2011. La Paz: Ministerio de Planificación.
Evia, J. L., Laserna, R., & Skaperdas, S. (2008). Conflicto y crecimiento económico en Bolivia (1970-2005). La Paz: CERES-COSUDE-INSTITUTO PARA LA DEMOCRACIA.
Hayek, F. (1978). El atavismo de la justicia social. En F. Hayek, New Studies in Philosophy, Politics, Economics and the History of Ideas.Chicago: University of Chicago Press.
Morales, J. A., & Pacheco, N. (1999). 5 Economía. En F. Campero Prudencio, Bolivia en el siglo XX. La Formación de la Bolivia Contemporánea (págs. 155-192). La Paz: Harvard Club de Bolivia.
Moreno, J. (2009). Publico.es/internacional. Recuperado el 31 de Julio de 2011, de www.publico.es/internacional/275881/la-economia-boliviana-crecio-con-evo-mas-que-en-tres-decadas
North, D. (1993). Instituciones, cambio institucional y desempeño económico. México: Fondo de Cultura Económica.
Presidencia, M. d. (2009). Constitución Política del Estado Plurinacional. La Paz: Ministerio de la Presidencia.
Rivera Cusicanqui, S., & Barrios, R. (1993). Violencias encubiertas en Bolivia. La Paz: CIPCA.
Rodrik, D., & Subramanian, A. (junio 2003). La primacía de las instituciones (y lo que implica). Finanzas y Desarrollo , 31-34.
Sen, A. (2000). Desarrollo y libertad. Buenos Aires: Planeta.





[1] “Dejando aparte los matices políticos y culturales que rodean a la figura de Morales, los resultados económicos de su gestión le avalan: desde que gobierna, el PIB boliviano ha crecido más que en las tres últimas décadas, a un promedio del 5,2%.” (Moreno, 2009).