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12 de diciembre de 2010

Otra vez muere la vida en Santa Cruz de la Sierra

Fernando Rojas /J.C. Salinas

Un desastre ecológico toca el río Chané. “Desde las 5:00 de hoy (por ayer) escuché retumbar caños de escape de motocicletas en la orilla del río. La intriga por saber qué sucedía me llevó hasta la ribera del afluente y grande fue mi sorpresa cuando vi a un grupo de personas que presurosamente sacaba unos enormes peces que flotaban en el agua al parecer por falta de oxígeno”, señaló Paulino Mamani, poblador de Chané Independencia, distante 95 kilómetros de la capital cruceña, donde ayer se registró una mortandad de peces por causas que todavía se desconocen.
Según Mamani, comunicó a su esposa el suceso y poco después ella lo animó a unirse a la captura de peces. “Logré sacar unos siete surubíes de entre ocho y 15 kilos, un par de pirañas y hasta una raya que logré atravesarla con el gancho. En la orilla del río vi morir muchos peces pequeños con la boca abierta, como si les faltara oxígeno. No voy a venderlos, los charquearé para posteriormente comérmelos”, dijo Mamani.
Justina Castro, que junto a su pareja llegó hasta el arroyo Bibosi -ubicado a poco menos de 800 metros de la comunidad Villa Tunari- hasta cerca del mediodía consiguió sacar del río más de una decena de peces surubí, boga y piraña entre chicos, medianos y grandes.
La mujer, al igual que muchas personas que llegaron hasta dicha zona, manifestó que se comerá los peces porque está segura de que no murieron por envenenamiento, sino por el lodazal que hay producto de la canalización del río Chané, que enturbió y disminuyó el oxígeno del agua, lo que terminó matando a varias especies de peces y otros animales acuáticos.
Hasta Chané Independencia llegó el funcionario de la unidad departamental de Recursos Naturales y Biodiversidad de la Gobernación cruceña, Erno Martinec, en compañía de autoridades municipales de dicha comunidad, quienes después de recorrer el río Chané y evaluar la situación advirtieron de un desastre ecológico de magnitud provocado a miles de peces y otras especies de animales acuáticos que habitan en el río Chané.
“Nos hemos constituido para verificar la mortandad y tratar de determinar si la causa de la muerte de los peces es por envenenamiento u otro factor externo”, apuntó Martinec.
No obstante, el funcionario de la Gobernación cruceña preliminarmente dijo que el fenómeno pudo ser causado por la eliminación de agroquímicos y desperdicios industriales lanzados al afluente, aunque no se descarta que los residuos producto de las quemas hubiesen sido arrastrados al río después de las últimas lluvias y eso provocó la falta de oxígeno en el agua.
Otra hipótesis, según Martinec, es que personas dedicadas al narcotráfico hubieran destruido una fábrica y los agentes químicos que utilizaron para procesar la droga lo hubiesen lanzado al afluente y consecuentemente contaminado el río.
Lo único cierto, en juicio del funcionario, es que el daño a la vida acuática en la zona de Chané Independencia es enorme si se toma en cuenta que durante el recorrido se encontraron miles de peces muertos y en otros casos agonizando, que corresponden a las especies surubí, pacú, boga, sábalo, tacha, pirañas y hasta rayas de gran tamaño.
“Además, hay que considerar que está vigente la veda por un año en varios ríos del departamento y que en esta época muchos animales acuáticos están por reproducirse, lo que supone, en el caso de los peces, que tienen miles de huevos”, puntualizó Martinec.
En el ámbito preventivo, el subalcalde de Chané Independencia, Pedro Vela, indicó que solicitará al Concejo Municipal de Fernández Alonso se emita una resolución en la que incluya la prohibición de consumo y venta de los peces que fueron retirados del río y que presumiblemente han muerto por contaminación del agua. “A simple vista hemos visto que el hígado y las branquias de varios peces están cocidos y manchadas, según los profesionales que trabajan en Medio Ambiente de la Alcaldía, es por la contaminación del agua con sustancias tóxicas, es por eso que recomendamos a la población no consumir ningún animal acuático, tampoco venderlo a terceras personas”, dijo Vela.
El secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Gobernación cruceña, Manlio Roca, adelantó que hoy un equipo de laboratorio móvil se trasladará al río Chané para extraer muestras de agua y de tejidos de los peces muertos para determinar en el más breve plazo posible de qué están muriendo los animales acuáticos. Pidió no consumir, peor aún vender al público.
Ayer, durante el recorrido hecho por Chané Independencia, se verificó que en el puente del mismo nombre varias personas ofrecían carne de surubí, retirado del río, a Bs 20 el kilogramo.

Pensar en global y actuar en local

Pensar en global y actual en local:
Alicia Tejada Soruco
Las reuniones preparatorias a Cancún repiten lo que se argumentó en la ECO-92: Los vínculos y la correspondencia entre modelo de desarrollo y deterioro ambiental ya se han demostrado científicamente hace casi medio siglo. El discurso político que contrapone desarrollo a calidad del medio ambiente es el mismo también. Lo siento por quienes permanecen en la inmadura pretensión de inaugurar nuevos continentes e inventar al nuevo hombre.
La confrontación de dos aparentemente diferenciados proyectos políticos ocurre en medio del clientelismo y no de las transformaciones. En el fondo los proyectos económicos y macro económicos planteados por derechistas e izquierdistas, son hermanos gemelos y la ausencia de políticas socio económicas es también común e ideológicamente compartida: Lo social es sinónimo de cataplasmas sobre las malluga duras de las cuentas que cobra un defectuoso desarrollismo. Las inversiones del Estado de Bolivia en protección de bosques, cuencas, ríos, equivalen a cero.
Hace veinte años había una Agenda (Nuestra Propia Agenda), de los países sub desarrollados que insistía en las políticas nacionales al tiempo de criticar las de los países desarrollados. “Pensar en global y Actuar en Local”, fue uno de los slogans con los que se expresaba también la cuota de responsabilidad que cada pueblo asumiría. Implica que está vigente la demanda de coherencia entre el hablar y el actuar; que hay una exigencia directa a los gobiernos nacionales, departamentales y municipales, para el cumplimiento de una Agenda Común aún pendiente.
De otra parte se entendía por sociedad civil a ciudadanos urbanos y rurales, construyendo esta Agenda Global Común cuya única ideología era “La Conservación del Medio Ambiente para las Actuales y Futuras Generaciones”; la sociedad tenía un espacio propio, alejado de las justas internas partidarias y sectoriales. La desarticuló y fragmentó la protección estatal al modelo imperante y hoy la desarticulan idénticas razones.
Las instituciones ambientalistas hoy, ejecutoras de muy buenos presupuestos y financiamientos, y de proyectos “small, green y beatifull”, con todo deforestado alrededor, prefieren mantenerse “Asépticas” y las universidades del Estado; no juegan, en este campo, ningún rol en la sociedad.
Por qué insistir en ello ante Cancún: hay una serie de contradicciones que debemos resolver, no puede Bolivia concurrir a criticar un “sistema”, un modelo económico, si localmente lo reproduce o anuncia reproducirlo. Cito ejemplos: Hace más de veinte días que se repite con insistencia, desde algunos niveles del gobierno, en eco con los sectores directamente interesados (Los empresarios agrícolas, afiliados a la CAO) que la seguridad alimentaria de los bolivianos depende de la destrucción de las tierras forestales del país; de la desaparición de la cobertura boscosa de al menos dos millones de hectáreas. Nadie entiende en Bolivia, qué entiende el gobierno central por vivir bien ni que entienden los gobiernos departamentales por desarrollo con autonomías. La agenda ambiental otra vez entre posturas moralistas frente al desarrollismo. ¿Qué cambió?