No me gaste las palabras, no me cambie el significado; Mire que lo que yo quiero Lo tengo bien claro. Benedetti
12 de enero de 2012
Producción reemplaza a Vivir Bien
Se
reemplaza Vivir bien por Producción
Alicia
Tejada Soruco
Se
inició el año con los resultados de la Cumbre plurinacional en la que
participaron la CAINCO y todas sus cámaras afiliadas, y los movimientos urbanos
y sociales del país excepto los en conflicto con el gobierno. De las cumbres
Departamentales surgieron, según destacó el Presidente Morales, conclusiones
importantes junto a la necesidad de elaboración de 70 leyes orientadas a
aplicar la CPE.
El
pasado año, habíamos afirmado que se iniciaría el debate de leyes referidas a
RRNN y a su relación con el modelo de desarrollo económico adoptado en el país:
Las conclusiones en la Cumbre expresan que “lo productivo” ha reemplazado al
“vivir bien”, política que se reflejaba ya en los ante proyectos que circularon.
El mismo Presidente (Morales) quien, a nivel internacional elevó el agua a
rango de un derecho humano fundamental, ha destacado hoy que se invertirá en el
agua “para la producción”.
Demostró
el gobierno que podía sentar en la misma mesa tanto a agro industriales, como a
campesinos, y a representantes de distritos urbanos, vinculados a esta política
y que podían asumir acuerdos, en una coyuntura de
profunda crisis gubernamental, básicamente sobre una Agenda Productiva que no
toque, sino marginalmente, los aspectos referidos al medio ambiente, recursos
naturales y bosques. En términos generales se ha dicho nuevamente que la seguridad
alimentaria es prioritaria así como la minería e hidrocarburos. Nada novedoso
en la historia de la Bolivia-Colonia y República.
El
consenso de Washington que dio inicio a los ajustes estructurales - neo liberales,
en los 80 está más cercano a los resultados de la cumbre que la misma CPE,
consecuentemente el carácter de este Estado plurinacional al no abarcar las
múltiples dimensiones económicas y sociales, y al estancarse nuevamente en la
representación de los sectores productivos empresariales, excedentes y macro
economía, no está resolviendo los problemas que propiciaron su ascenso.
Sobre
esta base, la discusión de las leyes seguirá el mismo curso: Representación
sectorial que privilegiará las cifras del PIB y otros datos de corte
eminentemente economicista (se constituirá un Consejo de asuntos económicos). Nada
dijo el presidente sobre los bosques, la madre tierra, el agua como derecho
humano, los derechos humanos, los pueblos indígenas, en su resumen de los
resultados de la Cumbre. Resaltó algunas
conclusiones que configuran la voluntad política del gobierno del MAS en los
tres años de gestión que le quedan; tres años que se inician en el 2012 con un
ministerio de medio ambiente y agua debilitado y sin voz, primero por decisión
de los “progresistas” empresarios apegados al gobierno, segundo por las vacas
sagradas de los movimientos sociales, y tercero por los poderosos ministros de
economías y finanzas públicas, de Minería, Hidrocarburos y de Desarrollo Rural,
para quienes los aspectos referidos al desarrollo sustentable son asunto de
ambientalistas y no de Estado.
Sarela Paz hace un análisis sobre la situación después de la marcha del TIPNIS: Entre la indignación y el desconcierto
ENTRE LA INDIGNACIÓN Y EL DESCONCIERTO:
Avasallamiento en el TIPNIS pos Ley de Protección del Territorio Indígena
Parque Nacional Isiboro Sécure (Ley 180)
Sarela Paz
La deliberación de la Constitución Política del
Estado boliviano encaró un supuesto fundamental para nuestra sociedad; esto es,
una sociedad desencontrada, o como diría Octavio Paz en su obra El laberinto
de la Soledad, una sociedad donde sus subjetividades se desenvuelven de
espaldas unas a otras, requiere de un acuerdo político y cultural que ayude a
las subjetividades a mirarse a los ojos, a mirarse en el espejo y encontrar en
uno mismo, al otro cultural. La Constitución boliviana hizo el esfuerzo de
crear bases institucionales para ayudar a que las subjetividades bolivianas
podamos mirarnos a los ojos y reconocernos, podamos mirarnos al espejo y
reconocer en ese acto introspectivo, al otro cultural. Si las formas
constitucionales anteriores en Bolivia se caracterizaron por armar una
estructura institucional de desconocimiento de la vida política de los pueblos
originarios, la constitución actual hizo el esfuerzo de incorporar la vida
política institucional de pueblos como medio central de desestabilizar la
estructura política secular de colonización del Estado. El supuesto encarado
sería entonces: desarrollar una vida política e institucional plural que al
expresar las formas institucionales de diversos pueblos, quiebra la dominación
secular, reglas de juego plurales que buscan representar a las diversas
subjetividades de la sociedad boliviana y, por ello mismo, capaces de
respetarse por los diversos pueblos. Reglas de juego inscritas en la
constitución boliviana capaces de respetarse por la diversidad de naciones que
componen la plurinacionalidad.
Dicho supuesto se encuentra en total entredicho por
las acciones políticas que se han desencadenado alrededor del conflicto del
TIPNIS en las últimas semanas. Hay una idea muy clara en los distintos sectores
de los colonizadores, de los productores de hoja de coca del Chapare, de
definir la situación del conflicto mediante la acción de los hechos, sin
importar ni sopesar la dimensión institucional que se traduce en el acuerdo
logrado entre el movimiento indígena y el gobierno; acuerdo sancionado por la
Asamblea Legislativa Plurinacional mediante la Ley 180 de Protección al TIPNIS.
¿Por qué los sectores de productores de hoja de coca del Chapare no están
dispuestos a respetar la ley acordada entre los indígenas del TIPNIS y el
gobierno? ¿Es que ellos no forman parte de unas reglas de juego que intentan
inspirarse en la dimensión plurinacional? ¿O es que en el fondo hoy día se
encuentran en un lugar de acción social que no es de plurinacionalidad sino más
bien de prácticas y formas que expresan al Estado colonial? Actuar sobre los
subordinados, los subalternos, los que menos nos pueden enfrentar, violentar
sus derechos, ¿no es acaso una forma de ejercer colonialidad? ¿Acaso
aprendieron e interiorizaron prácticas y acciones de la guerra de baja
intensidad de la que fueron objeto cuando el Ministro del Interior Sánchez
Bersain aplico una política violatoria de derechos humanos en el Chapare para
erradicar hoja de coca?
Este es un corto artículo que quiere denunciar las
acciones que estamos viendo en las últimas semanas y que traducen el viejo
estilo de avasallamiento instaurado en el TIPNIS de parte de los colonizadores
hacia las comunidades indígenas. Como en los años 80 cuando se ocupó la región
sur del TIPNIS, como cuando se atravesó el río Isasësë donde se ubica la
comunidad de Santísima Trinidad (mojeño trinitaria) y se armaron las centrales
sindicales de Aroma e Icoya, como cuando se impactó sobre la forma de vida de
los yuracares que habitaban en el río Moleto, las familias indígenas de Limo de
Isiboro, en similitud a esa desproporción política y social de la acción de los
productores de hoja de coca respecto de las familias indígenas. No todo fue
entendimiento, coordinación, como quieren hacernos ver ahora, entre comunidades
indígenas y productores de hoja de coca, comunidades que cohabitan la región
con los cocaleros.
Que los dirigentes de CONISUR, que don Gumersindo
que dirige a las comunidades de la región sur del TIPNIS, pregunten a sus
padres a sus abuelos cómo fueron los primeros contactos, cómo se desencadenaron
las primeras relaciones. Los dirigentes del CONISUR son producto de un proceso
de contacto y convivencia con la colonización, son una generación que desde
niños vieron al productor de hoja de coca en relación con su padre, su madre,
el abuelo, con su familia, con su asentamiento. Que pregunten a la comunidad de
Santa Anita que hoy día pertenece al sindicato de Villa Bolívar, antes de
llegar a Santísima Trinidad (río Isasësë), cómo en los años 80 se enfrentaron a
los colonos, les quemaron sus casas, intentaron ponerse al frente ante las
acciones de avasallamiento, que recuerden los dirigentes de hoy día, antes
niños o adolecentes, cómo las comunidades yuracares poco a poco tuvieron que
desalojar sus asentamientos por la fuerza de la presencia de los productores de
hoja de coca o, como la comunidad mencionada, tuvo que sindicalizarse aceptando
las reglas de vida del sindicato cocalero, tuvo que cambiar su forma de vida.
¿La historia y memoria de los acontecimientos no son
acaso un documento de los pueblos que debería ayudar a cambiar registros de
relación que muestran desconocimiento de los menos aventajados en la vida
social? Si en los años 80 los productores de hoja de coca del TIPNIS estaban
respondiendo a los cambios estructurales del Estado boliviano e ingresaron a la
región sin el apoyo y promoción del Estado, hoy día ¿quién apoya sus acciones?,
¿acaso siguen siendo el sector marginal de la política pública estatal como en
la década del 90? ¿Qué racionalidad portan y empujan en el mundo social boliviano
del 2011? La organización sindical de los colonizadores en Bolivia tienen el
cuerpo social suficiente como para proyectar obras de bien común a la naciente
colonia; escuela, camino, posta sanitaria, acceso a servicios, legalización de
tierras, forman parte de su experiencia política; rubros de bienestar social
que el sindicato de colonizadores procuró conseguirlos muchas veces sin el
apoyo estatal requerido. Ciertamente, la apertura y mejora de caminos nos son
una novedad para el sector.
Como en los viejos tiempos, como en el contexto
estatal de los años 70 y 80, hoy día los colonizadores, los productores de hoja
de coca del TIPNIS, deciden abrir camino y expandirse como grupo social. Hoy
día, sin embargo, en un contexto de gobierno que los representa, por lo menos,
un presidente que los representa, con senadores que los representan. Tres
brigadas de productores de hoja de coca del TIPNIS junto con algunas familias
yuracarés de San Antonio del Moleto, Fátima de Moleto, Mercedes del Lojojouta,
tomaron la ruta del río Moleto hasta su desembocadura con el Ichoa, partieron
de la comunidad Tres de Mayo del río Ichoa (mojeño trinitaria) con motosierras
bajo el objetivo de abrir la senda y definir el trazo que lleve al río Sécure.
El pie de monte que contiene uno de los bosques mejor conservados del país y
que se constituye la zona núcleo del TIPNIS, fue atravesado por las tres
brigadas, SE ABRIÓ LA SENDA POR EL CORAZÓN DEL TIPNIS¡¡¡. Cumplieron con su
palabra cuando mencionaron que si la empresa brasilera OAS no hacía el camino,
ellos lo iban a realizar, según declaraciones del alcalde de Villa Tunari
Feliciano Mamani.
Con ingresos diferenciados durante las tres últimas
semanas (pos Ley 180), tres brigadas compuestas por 50 y/o 60 personas,
cruzaron el río Ichoa a la altura de la comunidad mojeño trinitaria Tres de
Mayo del río Ichoa (alto Ichoa) e INICIARON LA ABERTURA DE LA SENDA QUE SE
PROYECTA COMO EL NUEVO CAMINO VILLA TUNARI SAN IGNACIO DE MOXOS. Las brigadas
salieron al río Sécure, un poco más abajo de la comunidad de Areruta
(chimanes). Seguramente el plan era salir a la comunidad de Santo Domingo
(Yuracare) que se ubica dos comunidades más abajo.
Como ciudadana boliviana, le pregunto al Ministro
Carlos Romero: ¿Qué nos puede decir sobre el hecho cuando él en la ciudad de La
Paz se encontraba negociando el reglamento a la Ley Corta del TIPNIS,
negociando el tema de la intangibilidad?, ¿qué nos puede decir acerca de las
declaraciones del senador Julio Salazar que mencionó hace dos días como pérdida
de tiempo el trabajo sobre el reglamento a la Ley Corta? ¿Qué nos puede decir
la viceministra de biodiversidad Cinthya Silva que suspendió los Planes de
Manejo de las comunidades indígenas de lagarto, madera, turismo dentro del
TIPNIS en apego al carácter intangible que menciona la Ley Corta y que no toma
ninguna acción contra las tres brigadas que ingresaron al corazón del TIPNIS
abriendo una senda y que acaban de salir al Sécure? ¿Las leyes se aplican a
unos y no a otros? ¿Según la cercanía al poder? ¿Qué me puede decir el
presidente Evo Morales si él mismo firmó la Ley Corta del TIPNIS y él mismo es
presidente de las seis Federaciones de Colonizadores del Trópico de Cochabamba?
Le pregunto al zar antidroga Felipe Cáceres, ¿dónde está el Estado si sus
brigadas de control contra el narcotráfico han estado vigilando y controlando
el TIPNIS en las últimas semanas? ¿No se dieron cuenta de esta acción de los
colonos? ¿Dónde está el Estado boliviano para hacer respetar una ley
consensuada y promulgada el 24 de octubre de 2011?
Hay una acción clara de parte del gobierno de no
mirar lo que está pasando dentro del TIPNIS, exceptuando todo lo que favorece a
la carretera. Hay una acción clara de parte del gobierno de dividir a las
comunidades indígenas, de descomponer la relación entre comunarios y
autoridades, de debilitar toda acción colectiva que fortalezca las capacidades
de gobierno de las organizaciones y pueblos del TIPNIS. Recuerdo que esa fue
también la política de Sánchez Bersain respecto de los colonizadores; a eso las
Federaciones del Trópico en la década del 90 le llamaron la guerra de baja
intensidad. Como parte de ello el día viernes de la semana pasada el periódico
Opinión sacó una plana de solicitud de organizaciones que demandan la carretera
Villa Tunari-San Ignacio de Moxos. Son 30 organizaciones que firmaron la
solicitud, entre ellas encontramos organizaciones como: Comideras de San
Ignacio de Moxos, Juntas Vecinales y Educativas de San Ignacio de Moxos,
Central Obrera Regional de San Ignacio de Moxos, Asociación de Ladrilleros,
Banqueteros de San Ignacio de Moxos, Directiva del Hospital Tres de Noviembre
de San Ignacio de Moxos, Asociación de Trabajadoras del Hogar de San Ignacio de
Moxos.
En todo el panorama de organizaciones nos
encontramos con el sello de 4 comunidades del TIPNIS: Oromomo, Ushue, Santa
Domingo y El palmar de Aguas Negras que se ubican en el alto Sécure. También
con el sello de las comunidades de Monte Grande, El Carmen del río Apere, San
José, Natividad del retiro, Fátima de Moxos, San Salvador del río Apere que
pertenecen al TIM. De 30 organizaciones 4 son comunidades del TIPNIS y 6 son
comunidades del TIM. ¿Por qué se nos dice entonces que las comunidades
indígenas en su mayoría quieren la carretera? Si para el caso del TIPNIS
estamos hablando de 63 comunidades y solo 4 que están en el alto Sécure firman
y sellan la solicitud? O como en la región sur del TIPNIS que nos dicen los del
CONISUR que la mayoría de las comunidades indígenas quieren carretera, sin
terminar de decirnos que ellos representan solo a 12 comunidades de las 63 que
hay en el TIPNIS, sumando además comunidades como Santa Anita del Isasësë, Limo
del isiboro, Sersarsama, San Jorgito que en el fondo son familias indígenas que
están sindicalizadas y que han perdido toda su estructura de organización y
representación comunal, todo ello para llegar a 16 comunidades indígenas.
Para entender el problema y su dimensión espacial
dentro de la territorialidad del TIPNIS. Las 12 comunidades del CONISUR que se
encuentran conviviendo con los productores de hoja de coca en la zona de
colonización y la colonización como tal, abarcan 170 000 hectáreas (aprox.), la
TCO TIPNIS posee 1. 000 070 hectáreas (aprox.). Cuando el senador Julio Salazar
nos dice la mayoría de las comunidades indígenas quieren carretera, está
entendiendo como mayoría aquellas comunidades que se encuentran en la frontera
y conviviendo con la colonización. Se ve que el senador Julio Salazar no conoce
la dinámica de todo el territorio y menos entiende que 12 comunidades indígenas
no pueden decidir por las 63 existentes en el TIPNIS. Básicamente, no logran
comprender el TIPNIS más allá de la dinámica de la colonización y agotan toda
la temática de la carretera como si la zona sur del TIPNIS fuera una expresión
de todo el TIPNIS, como si lo que acontece en las 170 000 (aprox.) hectáreas de
la colonización sería lo que ocurre en el 1 000 070 hectáreas que abarca la TCO
del TIPNIS.
Seguramente el día de mañana nos dirán que esa senda
ya estaba hecha, que era la senda de la cuál tanto nos hablaron. Los que
conocemos la zona sabemos que ESO ES MENTIRA y las comunidades mojeño
trinitarias del alto Ichoa: San José de Angosta, El Carmen y Tres de mayo,
incluso las comunidades mojeño trinitarias de Buen Pastor y Puerto Pancho del
río Ichoa son testigos de cómo las brigadas de cocaleros junto con algunas
familias yuracares del Moleto atravesaron el Ichoa con herramientas de trabajo
(motosierras) y abrieron una pica, una senda en el lapso de las últimas tres
semanas, ellos son testigos de una acción que viola completamente la Ley Corta
180 promulgada por la Asamblea Legislativa Plurinacional. Pido, solicito, como
ciudadana boliviana que las instancias de defensa de derechos humanos, el
Defensor del Pueblo, se haga presente en la zona para verificar los hechos,
para realizar entrevista a los comunarios y verificar la flagrante violación a
la ley corta de protección del TIPNIS que fue pasada por alto por las 3
brigadas de cocaleros que atravesaron el corazón del TIPNIS haciendo una senda
para salir al río Sécure.
Sarela Paz
Suscribirse a:
Entradas (Atom)