¿Hay gobierno en los bosques de Bolivia?
(Por: Alicia Tejada Soruco)*1
Desde el año dos mil tres la institucionalidad forestal en Bolivia fue víctima de interinatos, experimentos descentralizadores y de la improvisación de expertos de la forestería social. Desde entonces los índices de desmonte aumentaron en cien mil hectáreas por año, cifra que no expresa las pérdidas cuantiosas de vida y culturas que habitan los bosques.
El pasado año se enterraron definitivamente los vestigios de la Super Intendencia Forestal para dar paso a la pomposa Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras, ABT: nada se ha hecho aún para justificar a tal autoridad. De otro lado la ilegalidad forestal se campeó en las narices de las prefecturas y de la mano de sus protegidos.
Se conoce que la destrucción de los bosques en Bolivia, no ocurre por la falta de mejores leyes o de mejores conceptos que incorporen los aspectos sociales: Adolecemos de males institucionales e institucionalizados que nadie se ha atrevido a erradicar. La ABT, que heredo sus Autoridades de interinatos y negociaciones partidarias, ha ido por el mismo camino; en materia administrativa ignoró la necesidad de un gobierno de los bosques; un sistema institucional en el que se sustente y tenga validez la legislación forestal en Bolivia y más de medio centenar de leyes, convenios y tratados internacionales.
Desde los años 60 los bosques fueron el botín de los poderes estatales y de las redes de corrupción locales y la historia no cambió: Los “requisitos” para acceder hoy al aprovechamiento forestal son el pasaporte a la informalidad, la ilegalidad y la insostenibilidad. Lejos están los conceptos de mercados regulados por los gobiernos, que valoren, e incorporen en los precios, la reciprocidad, la complementariedad, el conocimiento del bosque, la cultura, los símbolos, las instituciones indígenas; atributos que hacen a los pueblos que viven en los bosques comunitarios.
Gestión Comunitaria se reduce hoy a un conteo de árboles maderables que individuos intocables venden a nombre de comunidades inexistentes o de las que nunca serán beneficiarias de sus negociados. Las Auditorias, Audiencias, Registros de Contratos con Privados en TCO quedaron sin efecto; el Estado “reparte” los bosques, no los administra. ¿Dónde queda la Forestería Comunitaria y la relación jurídica entre Estado y usuarios del bosque cuando el límite se ha diluido hasta perderse la distinción entre uno y otro? ¿De qué control social se habla sin mecanismos administrativos y formales para el ejercicio del mismo?
Si acaso el manto sagrado de la madre tierra alcanza a los bosques de este país, esperemos que el Presidente de los Bolivian@s, institucionalice el gobierno de los bosques tanto a niveles estatales como en las organizaciones indígenas y campesinas y con responsabilidad legal sobre el patrimonio que los bolivian@s y la humanidad entera hemos depositado en sus manos.ATS-Guarayos-2010
No me gaste las palabras, no me cambie el significado; Mire que lo que yo quiero Lo tengo bien claro. Benedetti
27 de marzo de 2010
26 de marzo de 2010
la ley en los bosques de bolivia
¿Quién paga la Cuenta?
(De la ausencia de ley en los bosques)
Por: Alicia Tejada Soruco (Licy)
La democracia representativa; ésta que estrenamos en la actual década; la de los referéndums, las iniciativas ciudadanas; la de las elecciones directas y por separado, de gobernadores, asambleístas alcaldes, concejales y hasta de jueces nos exige un estado de madurez social que supere la campaña y las buenas intenciones y que abarque ámbitos de relación jurídica con el Estado.
Los niveles de corrupción que atraparon a la institucionalidad pública, nunca fueron un tema de individuos aislados: La corrupción está relacionada con los incentivos institucionales y sociales que alientan redes de blanqueo de ilícitas actividades. La corrupción ocurre también gracias a la indiferencia y o complicidad, frente a corruptos y a corruptores.
En esta línea, la institucionalidad es un tema de ciudadanía; lo es también la que atañe a los bosques en Bolivia
Desde el año 2003 quedó pendiente la institucionalización de la regulación de bosques que, de acuerdo a ley, debió ocurrir, a través del Senado, y elevando una terna al Presidente para que éste designe a la autoridad de los bosques en Bolivia. No fue así. El Senado anterior, negoció tal obligatoriedad legal.
Este relajamiento de normas e instituciones, ha determinado que el rol del Estado se reduzca a resultados basados en superficie de tierras forestales repartidas y no en la institucionalización de la responsabilidad administrativa sobre la conservación de un patrimonio de tanto valor para la humanidad:
Hoy en día, Muchos dirigentes campesinos, indígenas u originarios aún otorgan “certificaciones forestales” (hecho ilegal si no está basado en el derecho a la consulta) y proponen y definen designaciones de funcionarios sin más criterio que el del dirigente de turno: Ninguna Ley, o principio democrático, respaldan este procedimiento que libera al gobierno de responsabilidad, y por tanto es corrupción someterse al mismo y también admitirlo sin mas.
No se han realizado las auditorias ni las audiencias forestales que manda la ley. Antes de iniciar un proceso de discusión de nuevas normas se debe poner fin a las autorizaciones de aprovechamiento en áreas críticas, de permanente violación a normas de conservación, que se legalizan.
Diariamente se instalan aserraderos, de precaria tecnología y mínima inversión que migran, de una provincia a otra, una vez extinguen el valor económico de los bosques; éstos no resisten una evaluación de sus programas de abastecimiento de materia prima, menos de eficiencia en la transformación; sus niveles de rendimiento son mínimos.
Este es un tema de democracia y de ciudadanía que se origina en la ausencia de institucionalidad y de apego a la ley. Hay un gran déficit de interés por los bienes colectivos. La cuenta de la ineficiencia y de la corrupción en el manejo y conservación en las selvas de Bolivia, la pagamos todos.
(De la ausencia de ley en los bosques)
Por: Alicia Tejada Soruco (Licy)
La democracia representativa; ésta que estrenamos en la actual década; la de los referéndums, las iniciativas ciudadanas; la de las elecciones directas y por separado, de gobernadores, asambleístas alcaldes, concejales y hasta de jueces nos exige un estado de madurez social que supere la campaña y las buenas intenciones y que abarque ámbitos de relación jurídica con el Estado.
Los niveles de corrupción que atraparon a la institucionalidad pública, nunca fueron un tema de individuos aislados: La corrupción está relacionada con los incentivos institucionales y sociales que alientan redes de blanqueo de ilícitas actividades. La corrupción ocurre también gracias a la indiferencia y o complicidad, frente a corruptos y a corruptores.
En esta línea, la institucionalidad es un tema de ciudadanía; lo es también la que atañe a los bosques en Bolivia
Desde el año 2003 quedó pendiente la institucionalización de la regulación de bosques que, de acuerdo a ley, debió ocurrir, a través del Senado, y elevando una terna al Presidente para que éste designe a la autoridad de los bosques en Bolivia. No fue así. El Senado anterior, negoció tal obligatoriedad legal.
Este relajamiento de normas e instituciones, ha determinado que el rol del Estado se reduzca a resultados basados en superficie de tierras forestales repartidas y no en la institucionalización de la responsabilidad administrativa sobre la conservación de un patrimonio de tanto valor para la humanidad:
Hoy en día, Muchos dirigentes campesinos, indígenas u originarios aún otorgan “certificaciones forestales” (hecho ilegal si no está basado en el derecho a la consulta) y proponen y definen designaciones de funcionarios sin más criterio que el del dirigente de turno: Ninguna Ley, o principio democrático, respaldan este procedimiento que libera al gobierno de responsabilidad, y por tanto es corrupción someterse al mismo y también admitirlo sin mas.
No se han realizado las auditorias ni las audiencias forestales que manda la ley. Antes de iniciar un proceso de discusión de nuevas normas se debe poner fin a las autorizaciones de aprovechamiento en áreas críticas, de permanente violación a normas de conservación, que se legalizan.
Diariamente se instalan aserraderos, de precaria tecnología y mínima inversión que migran, de una provincia a otra, una vez extinguen el valor económico de los bosques; éstos no resisten una evaluación de sus programas de abastecimiento de materia prima, menos de eficiencia en la transformación; sus niveles de rendimiento son mínimos.
Este es un tema de democracia y de ciudadanía que se origina en la ausencia de institucionalidad y de apego a la ley. Hay un gran déficit de interés por los bienes colectivos. La cuenta de la ineficiencia y de la corrupción en el manejo y conservación en las selvas de Bolivia, la pagamos todos.
Se rifa la madre tierra en las elecciones municipales
Se rifa la madre tierra en la oferta electoral.-
Reportaje: Alicia Tejada Soruco, Ascensión de Guarayos
El ruido de las campañas y referéndums que abarcaron los últimos cuatro años, tienen ahora en los pueblos vida propia: Con sus personajes locales y problemas cotidianos y con la recurrencia de idénticas promesas, el cuatro de abril Guarayos elegirá a sus alcaldes. Las caravanas de cinco diferentes tiendas partidarias elevan a su paso el polvo rojizo de las calles, y los vehículos que las componen, algunos cuestan hasta sesenta mil dólares, marcan los contrastes entre los pueblos que tienen que morir para que el “progreso” nazca..
Personajes políticos conduciendo sus 4X4; gigantescos “banner” que reemplazan a los afiches tamaño oficio de otrora; shows en los que se despliegan fuegos artificiales, danzas, rifas de ovinos, alcohol y promesas de igualdad, convocan a multitudes; a esas multitudes pequeñas de los pueblos chicos, alrededor de la plaza. Hay fiesta en el pueblo mientras que en los bosques se cierne la amenaza de la muerte; las moto sierras no han dejado de rugir, ni se han detenido un solo instante los gigantescos engranajes en su tarea de echar abajo la “Casa Grande” de los Gwarayú.
De seis candidaturas, dos únicamente no han incorporado a los llamados “madereros”, “pirateros” o “consultores forestales” en franja de seguridad o como alcaldes. Esto también es una repetición de la misma historia sobre los poderes locales vinculados a capacidades económicas y a la tierra en oferta. Nada en política es diferente hoy.
En los últimos cincuenta años el sector maderero en Guarayos, se encargó de la extracción de la mara, el cedro y de otras especies valiosas hasta extinguirlas en su valor económico; incentivo de la debilidad estatal del ex CDF, que le dio al sector la posibilidad de capitalizarse e industrializarse. Las condiciones de intervención del bosque, después de medio siglo, continúan siendo las mismas aunque multiplicadas en número: Aserraderos, moto sierras, skyders; máximos exponentes de la intervención primaria, continúan como los dinosaurios del siglo XXI, sin una sola industria forestal instalada.
Hay treinta aserraderos registrados en la provincia Guarayos. Una inspección realizada el mes de marzo del presente año a 16 de éstos con la finalidad de recabar sus registros de abastecimiento de materia prima del año 2009, dio como resultado que, los 16, han cometido irregularidades por la que la Autoridad Boliviana de Bosques y Tierras (ABT) les ha impuesto multas que ya han sido impugnadas por los infractores locales.
La ausencia de políticas sectoriales de valoración del bosque y de prevención sobre los efectos del mercado informal ante recursos de extraordinaria plus-valía en éste, ha derivado la última década no solo en una presión mayor sobre otras especies de madera sino en el avance de la frontera agrícola sobre tierras forestales: La ABT en Guarayos encara también hoy 38 sumarios administrativos por desmontes ilegales que en el año 2009 ascendieron a 27000 hectáreas, superficie que se suma a las 45.000 hectáreas acumuladas en las pasadas gestiones. Frente a ello, el Estado sólo se limita a multar y a “defenderse” de los procesos de quienes incurren en ilegalidad forestal. El reino del procedimiento alambicado en los bosques de Guarayos se ha instaurado. La capacidad de prevención y fiscalización es casi nula.
Para Rudy Guzmán, actual ejecutivo de CADEFOR y autor de estudios sobre bosques en Bolivia, la incapacidad de detener estos atentados contra los bosques de Guarayos desde instituciones estatales, tiene varias causas y una de ellas es la vocación recaudadora de la ABT: “El desmonte y el correspondiente pago
de una patente que lave y purifique el pecado y la infracción que implica el
cambio de uso de suelo, se ha exacerbado, por tanto, cuanto más desmonte, más
posibilidades de recaudación, más posibilidades y más sencillas formas de
obtención de madera a través de aprobaciones de exagerados e inexistentes
volúmenes de madera, más posibilidades de emisiones de CFO como cheques en
blanco que pueden ser comercializados en el mercado negro para legalizar
madera proveniente de otros lugares no autorizados, etc.”, argumenta Guzmán.
El Régimen forestal de la Nación que se diseñó durante casi una década de consultas con todos los actores y movimientos sociales de las Tierras Bajas de Bolivia (1990-1997), dio por sentado que por los bosques ya transitaba y transitaría el mercado y para prevenir sus distorsiones incorporó algunos mecanismos preventivos y de control, incluyendo los referidos a la aplicación de los derechos indígenas y al derecho administrativo evitando así se diluya la responsabilidad por el control.
Uno de los mecanismos de control en el bosque son los CFO; (certificados Forestales de Origen): Quienes poseen áreas de aprovechamiento forestal otorgadas por el Estado los utilizan para registrar y así demostrar al Estado (a todos nosotros) qué madera, en qué volúmenes, y en qué estado están extrayendo. Estos registros son firmados por los ingenieros forestales del país, que tienen la fe pública, otorgada a través de la ley 1700. La no utilización o la falsedad en la utilización de estos se entiende entonces como un procedimiento que atenta contra la conservación de los bosques de Guarayos porque nos impide conocer lo que está pasando al interior de los mismos.
Para Guzmán los CFO cumplieron su ciclo hace un
buen tiempo porque la ilegalidad no descansa y ha buscado la forma de
vulnerar esta herramienta, explica: “Hay otras herramientas que han sido desarrolladas
en otras partes del mundo porque la extracción ilegal de madera no es
únicamente patrimonio boliviano, esta en todas partes. Para ello, el uso de
código de barras para hacer el seguimiento o trazabilidad de las trozas,
amarrado a códigos específicos del área geo referenciada autorizada, es una de las opciones”
Según el Ingeniero Franklin Caro, responsable de la Autoridad de Fiscalización de Bosques y Tierras, (ABT) en Guarayos, toda la confianza de esta institución se basa en la fe pública otorgada a los ingenieros forestales que ejercen dicha profesión en el área: “A ellos el Estado les ha confiado esta responsabilidad y en su firma que ponen en ese Registro (CFO), tenemos el mandato legal de confiar”, aseguró.
Madereros de la zona que solicitaron mantener su nombre en reserva nos aseguraron que una visita a las operaciones forestales de manejo indígena y elegidas al azar daría como resultado que en el 70% de éstas no ocurre aprovechamiento forestal por lo que los certificados forestales de origen (CFO), firmados por los ingenieros forestales y propietarios del área, se estarían vendiendo, para extraer madera de otros lugares, no autorizados o para desmontes ilegales, incluso fuera de Guarayos. Esta información no fue confirmada ni desmentida por el responsable de la ABT en Guarayos quien argumentó la duda explicando que no se han realizado inspecciones de campo, ni a las comunidades de estas áreas para confirmarlo, debido a la falta de presupuesto y de personal de un área tan crítica como la que le cabe gestionar. “Los procesos nos pisan y apenas tenemos un abogado en Santa Cruz”, afirmó como ejemplo de ello.
El negocio de venta de CFO ya no es tan bueno, nos relató un joven vinculado a la actividad en Guarayos, hasta hace dos años los vendían a $us 800 pero desde que los indígenas manejan CFO, los regalan, relató. Este supuesto implica que, aún con el bajo precio actual de los CFO, ($us 200 a $us 400), cualquier individuo que posea autorización de manejo forestal o desmonte, si tiene la posibilidad de acceder a 100 CFO, sin moverse de su escritorio y sin mover un solo hombre para custodiar el bosque bajo su responsabilidad, habrá obtenido ingresos que oscilan entre 20000 y 40000 dólares americanos.
“Mas de 4400 Certificados Forestales de Origen (CFO),
herramientas de control forestal que respaldan el transporte de madera en
troza y aserrada fueron entregados a cargo de instrumentos de gestión
forestal o planes de manejo aprobados por la ABT, la mayoría para
superficies relativamente pequeñas pero que reportan entre 25 y 50 m3 de
madera extraíble/ha. Volúmenes absurdos, niveles de extracción impensables
para los bosques de Bolivia, pero aprobados por la institución encargada de
los bosques. Dichos CFOs fueron emitidos en dos meses, es decir noviembre y
diciembre (mas de 270 mm de precipitación en los dos meses) del año pasado,
durante un periodo de mucha lluvia donde la extracción y transporte de
trozas es extremamente limitada. Entonces, lo primero que hay que hacer es
una investigación profunda a los funcionarios que aprueban este tipo de
instrumentos con esos volúmenes irreales de extracción, porque de ahí parte
el problema., aseguró Ruddy Guzmán
Ovidio Roca Ávila, quien fuera responsable del Desarrollo Institucional de la extinta superintendencia forestal de Bolivia coincide con señalar que existen señales preocupantes de que la informalidad paga bien pero analiza también otra dimensión: “El problema central hoy es el ambiente de inseguridad que se ha creado, Manejo requiere seguridad en el largo plazo, treinta o cuarenta años al menos, y si eso no se da, no es posible invertir en manejo (…) Ellos, primero no tienen seguridad para sus concesiones forestales y segundo no necesitan demostrar manejo como antes para que les compren su madera, existe un mercado informal, chino y otros, que no les interesa el manejo, ni la certificación, el resto de los compradores formales han disminuido radicalmente su demanda, opinó Roca.
El responsable de la ABT, afirma que “Los indígenas son considerados por sus superiores como el pilar de la conservación de los bosques en Guarayos”. Sin embargo para éstos “Los bosques de Guarayos se han convertido en un espacio habitado por otros actores: Veinticuatro horas al día entran y salen de allí, cientos de “motosierristas”, maquinistas, camiones, “comercializadores” según afirmó el profesor Severiano Abacai, presidente de la CEPIG quien junto a Ambrosio Yaboo, presidente de la CCC además concluyó en que la única solución posible ahora es suspender todas las autorizaciones de manejo forestal indígena en la TCO, puesto que a los que menos benefician éstas es precisamente a ese sector. Sobre otro de los pilares en los que se basó el régimen forestal de la Nación, la empresa, Roca reflexiona que, frente a la inseguridad, seguramente muchos empresarios también se ven obligados a participar en el mercado informal para recuperar sus inversiones, antes que otros entren y “pirateen” sus concesiones.
Lo cierto es que se consideren o no pilares del régimen ambos actores, hay también un área de más de un millón de hectáreas de bosques otorgadas a éstos y con operaciones basadas en la fe pública de sus ingenieros forestales, éstos últimos sin sanción ejemplarizadora alguna, a pesar de tantas y probadas irregularidades.
Doña Trinidad Vaca, dirigente de la federación de Trabajadores Campesinos complementa la expresión de un malestar generalizado en todos los sectores vinculados al área forestal afirmando que los trabajadores de campo de los madereros nunca tuvieron ninguna protección laboral ni seguro contra accidentes; “ellos son jornaleros, moto sierristas y chóferes, aquí no hay empresa forestal que les asegure mejores condiciones ni de los Karai ni de los indígenas, y además algunos trabajadores son muy jóvenes, 13 o 14 años, y se auto explotan y aturden con alcohol y con sus rostros hinchadas por la coca que les introducen hasta con un ítem que cobra como “vicio” en las comunidades, afirmó Vaca..
Como contraparte, una nueva generación de comerciantes forestales (de madera, de CEFO, de prestación de servicios con maquinarias, de consultoras forestales), en menos de cinco años de “ejercicio honesto de sus cargos”, tienen casas, vehículos, maquinaria y hasta propiedades ganaderas con valores económicos que exceden en cientos de miles a sus ingresos normales.
El 4 de abril se elegirán a las “autoridades” de Guarayos. La autoridad deviene del cumplimiento a la ley es un principio que no parece estar claro para muchos de quienes participan en estos nuevos comicios y en estas tierras. Líderes del cambio Departamentales y nacionales, de todos los colores políticos eligen precisamente como sus pares locales a los que puedan “pagarse” una campaña a costa de la destrucción de los bosques y la cuenta la pagamos los bolivianos y la humanidad toda. ATS,marzo 2010,Guarayos, Bolivia.-
Reportaje: Alicia Tejada Soruco, Ascensión de Guarayos
El ruido de las campañas y referéndums que abarcaron los últimos cuatro años, tienen ahora en los pueblos vida propia: Con sus personajes locales y problemas cotidianos y con la recurrencia de idénticas promesas, el cuatro de abril Guarayos elegirá a sus alcaldes. Las caravanas de cinco diferentes tiendas partidarias elevan a su paso el polvo rojizo de las calles, y los vehículos que las componen, algunos cuestan hasta sesenta mil dólares, marcan los contrastes entre los pueblos que tienen que morir para que el “progreso” nazca..
Personajes políticos conduciendo sus 4X4; gigantescos “banner” que reemplazan a los afiches tamaño oficio de otrora; shows en los que se despliegan fuegos artificiales, danzas, rifas de ovinos, alcohol y promesas de igualdad, convocan a multitudes; a esas multitudes pequeñas de los pueblos chicos, alrededor de la plaza. Hay fiesta en el pueblo mientras que en los bosques se cierne la amenaza de la muerte; las moto sierras no han dejado de rugir, ni se han detenido un solo instante los gigantescos engranajes en su tarea de echar abajo la “Casa Grande” de los Gwarayú.
De seis candidaturas, dos únicamente no han incorporado a los llamados “madereros”, “pirateros” o “consultores forestales” en franja de seguridad o como alcaldes. Esto también es una repetición de la misma historia sobre los poderes locales vinculados a capacidades económicas y a la tierra en oferta. Nada en política es diferente hoy.
En los últimos cincuenta años el sector maderero en Guarayos, se encargó de la extracción de la mara, el cedro y de otras especies valiosas hasta extinguirlas en su valor económico; incentivo de la debilidad estatal del ex CDF, que le dio al sector la posibilidad de capitalizarse e industrializarse. Las condiciones de intervención del bosque, después de medio siglo, continúan siendo las mismas aunque multiplicadas en número: Aserraderos, moto sierras, skyders; máximos exponentes de la intervención primaria, continúan como los dinosaurios del siglo XXI, sin una sola industria forestal instalada.
Hay treinta aserraderos registrados en la provincia Guarayos. Una inspección realizada el mes de marzo del presente año a 16 de éstos con la finalidad de recabar sus registros de abastecimiento de materia prima del año 2009, dio como resultado que, los 16, han cometido irregularidades por la que la Autoridad Boliviana de Bosques y Tierras (ABT) les ha impuesto multas que ya han sido impugnadas por los infractores locales.
La ausencia de políticas sectoriales de valoración del bosque y de prevención sobre los efectos del mercado informal ante recursos de extraordinaria plus-valía en éste, ha derivado la última década no solo en una presión mayor sobre otras especies de madera sino en el avance de la frontera agrícola sobre tierras forestales: La ABT en Guarayos encara también hoy 38 sumarios administrativos por desmontes ilegales que en el año 2009 ascendieron a 27000 hectáreas, superficie que se suma a las 45.000 hectáreas acumuladas en las pasadas gestiones. Frente a ello, el Estado sólo se limita a multar y a “defenderse” de los procesos de quienes incurren en ilegalidad forestal. El reino del procedimiento alambicado en los bosques de Guarayos se ha instaurado. La capacidad de prevención y fiscalización es casi nula.
Para Rudy Guzmán, actual ejecutivo de CADEFOR y autor de estudios sobre bosques en Bolivia, la incapacidad de detener estos atentados contra los bosques de Guarayos desde instituciones estatales, tiene varias causas y una de ellas es la vocación recaudadora de la ABT: “El desmonte y el correspondiente pago
de una patente que lave y purifique el pecado y la infracción que implica el
cambio de uso de suelo, se ha exacerbado, por tanto, cuanto más desmonte, más
posibilidades de recaudación, más posibilidades y más sencillas formas de
obtención de madera a través de aprobaciones de exagerados e inexistentes
volúmenes de madera, más posibilidades de emisiones de CFO como cheques en
blanco que pueden ser comercializados en el mercado negro para legalizar
madera proveniente de otros lugares no autorizados, etc.”, argumenta Guzmán.
El Régimen forestal de la Nación que se diseñó durante casi una década de consultas con todos los actores y movimientos sociales de las Tierras Bajas de Bolivia (1990-1997), dio por sentado que por los bosques ya transitaba y transitaría el mercado y para prevenir sus distorsiones incorporó algunos mecanismos preventivos y de control, incluyendo los referidos a la aplicación de los derechos indígenas y al derecho administrativo evitando así se diluya la responsabilidad por el control.
Uno de los mecanismos de control en el bosque son los CFO; (certificados Forestales de Origen): Quienes poseen áreas de aprovechamiento forestal otorgadas por el Estado los utilizan para registrar y así demostrar al Estado (a todos nosotros) qué madera, en qué volúmenes, y en qué estado están extrayendo. Estos registros son firmados por los ingenieros forestales del país, que tienen la fe pública, otorgada a través de la ley 1700. La no utilización o la falsedad en la utilización de estos se entiende entonces como un procedimiento que atenta contra la conservación de los bosques de Guarayos porque nos impide conocer lo que está pasando al interior de los mismos.
Para Guzmán los CFO cumplieron su ciclo hace un
buen tiempo porque la ilegalidad no descansa y ha buscado la forma de
vulnerar esta herramienta, explica: “Hay otras herramientas que han sido desarrolladas
en otras partes del mundo porque la extracción ilegal de madera no es
únicamente patrimonio boliviano, esta en todas partes. Para ello, el uso de
código de barras para hacer el seguimiento o trazabilidad de las trozas,
amarrado a códigos específicos del área geo referenciada autorizada, es una de las opciones”
Según el Ingeniero Franklin Caro, responsable de la Autoridad de Fiscalización de Bosques y Tierras, (ABT) en Guarayos, toda la confianza de esta institución se basa en la fe pública otorgada a los ingenieros forestales que ejercen dicha profesión en el área: “A ellos el Estado les ha confiado esta responsabilidad y en su firma que ponen en ese Registro (CFO), tenemos el mandato legal de confiar”, aseguró.
Madereros de la zona que solicitaron mantener su nombre en reserva nos aseguraron que una visita a las operaciones forestales de manejo indígena y elegidas al azar daría como resultado que en el 70% de éstas no ocurre aprovechamiento forestal por lo que los certificados forestales de origen (CFO), firmados por los ingenieros forestales y propietarios del área, se estarían vendiendo, para extraer madera de otros lugares, no autorizados o para desmontes ilegales, incluso fuera de Guarayos. Esta información no fue confirmada ni desmentida por el responsable de la ABT en Guarayos quien argumentó la duda explicando que no se han realizado inspecciones de campo, ni a las comunidades de estas áreas para confirmarlo, debido a la falta de presupuesto y de personal de un área tan crítica como la que le cabe gestionar. “Los procesos nos pisan y apenas tenemos un abogado en Santa Cruz”, afirmó como ejemplo de ello.
El negocio de venta de CFO ya no es tan bueno, nos relató un joven vinculado a la actividad en Guarayos, hasta hace dos años los vendían a $us 800 pero desde que los indígenas manejan CFO, los regalan, relató. Este supuesto implica que, aún con el bajo precio actual de los CFO, ($us 200 a $us 400), cualquier individuo que posea autorización de manejo forestal o desmonte, si tiene la posibilidad de acceder a 100 CFO, sin moverse de su escritorio y sin mover un solo hombre para custodiar el bosque bajo su responsabilidad, habrá obtenido ingresos que oscilan entre 20000 y 40000 dólares americanos.
“Mas de 4400 Certificados Forestales de Origen (CFO),
herramientas de control forestal que respaldan el transporte de madera en
troza y aserrada fueron entregados a cargo de instrumentos de gestión
forestal o planes de manejo aprobados por la ABT, la mayoría para
superficies relativamente pequeñas pero que reportan entre 25 y 50 m3 de
madera extraíble/ha. Volúmenes absurdos, niveles de extracción impensables
para los bosques de Bolivia, pero aprobados por la institución encargada de
los bosques. Dichos CFOs fueron emitidos en dos meses, es decir noviembre y
diciembre (mas de 270 mm de precipitación en los dos meses) del año pasado,
durante un periodo de mucha lluvia donde la extracción y transporte de
trozas es extremamente limitada. Entonces, lo primero que hay que hacer es
una investigación profunda a los funcionarios que aprueban este tipo de
instrumentos con esos volúmenes irreales de extracción, porque de ahí parte
el problema., aseguró Ruddy Guzmán
Ovidio Roca Ávila, quien fuera responsable del Desarrollo Institucional de la extinta superintendencia forestal de Bolivia coincide con señalar que existen señales preocupantes de que la informalidad paga bien pero analiza también otra dimensión: “El problema central hoy es el ambiente de inseguridad que se ha creado, Manejo requiere seguridad en el largo plazo, treinta o cuarenta años al menos, y si eso no se da, no es posible invertir en manejo (…) Ellos, primero no tienen seguridad para sus concesiones forestales y segundo no necesitan demostrar manejo como antes para que les compren su madera, existe un mercado informal, chino y otros, que no les interesa el manejo, ni la certificación, el resto de los compradores formales han disminuido radicalmente su demanda, opinó Roca.
El responsable de la ABT, afirma que “Los indígenas son considerados por sus superiores como el pilar de la conservación de los bosques en Guarayos”. Sin embargo para éstos “Los bosques de Guarayos se han convertido en un espacio habitado por otros actores: Veinticuatro horas al día entran y salen de allí, cientos de “motosierristas”, maquinistas, camiones, “comercializadores” según afirmó el profesor Severiano Abacai, presidente de la CEPIG quien junto a Ambrosio Yaboo, presidente de la CCC además concluyó en que la única solución posible ahora es suspender todas las autorizaciones de manejo forestal indígena en la TCO, puesto que a los que menos benefician éstas es precisamente a ese sector. Sobre otro de los pilares en los que se basó el régimen forestal de la Nación, la empresa, Roca reflexiona que, frente a la inseguridad, seguramente muchos empresarios también se ven obligados a participar en el mercado informal para recuperar sus inversiones, antes que otros entren y “pirateen” sus concesiones.
Lo cierto es que se consideren o no pilares del régimen ambos actores, hay también un área de más de un millón de hectáreas de bosques otorgadas a éstos y con operaciones basadas en la fe pública de sus ingenieros forestales, éstos últimos sin sanción ejemplarizadora alguna, a pesar de tantas y probadas irregularidades.
Doña Trinidad Vaca, dirigente de la federación de Trabajadores Campesinos complementa la expresión de un malestar generalizado en todos los sectores vinculados al área forestal afirmando que los trabajadores de campo de los madereros nunca tuvieron ninguna protección laboral ni seguro contra accidentes; “ellos son jornaleros, moto sierristas y chóferes, aquí no hay empresa forestal que les asegure mejores condiciones ni de los Karai ni de los indígenas, y además algunos trabajadores son muy jóvenes, 13 o 14 años, y se auto explotan y aturden con alcohol y con sus rostros hinchadas por la coca que les introducen hasta con un ítem que cobra como “vicio” en las comunidades, afirmó Vaca..
Como contraparte, una nueva generación de comerciantes forestales (de madera, de CEFO, de prestación de servicios con maquinarias, de consultoras forestales), en menos de cinco años de “ejercicio honesto de sus cargos”, tienen casas, vehículos, maquinaria y hasta propiedades ganaderas con valores económicos que exceden en cientos de miles a sus ingresos normales.
El 4 de abril se elegirán a las “autoridades” de Guarayos. La autoridad deviene del cumplimiento a la ley es un principio que no parece estar claro para muchos de quienes participan en estos nuevos comicios y en estas tierras. Líderes del cambio Departamentales y nacionales, de todos los colores políticos eligen precisamente como sus pares locales a los que puedan “pagarse” una campaña a costa de la destrucción de los bosques y la cuenta la pagamos los bolivianos y la humanidad toda. ATS,marzo 2010,Guarayos, Bolivia.-
10 de febrero de 2010
Gestión de los Bosques en Cururú
I
INTRODUCCIÓN
El presente artículo es de carácter descriptivo; intento, a través del mismo, presentar aspectos, hechos y realidades de la gestión comunitaria de los bosques en Cururú;(Sapo) pequeñísima comunidad indígena de origen Gwarayu,, ubicada a treinta kilómetros del municipio de Urubichá (Agua Grande) y a trecientos treinta de la ciudad de santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
No planteo aquí nada desde la erudición académica y científica ni desde avales institucionales puesto que de ambos carezco: Este artículo presenta datos empíricos y producto de la observación, experiencia y con-vivencia desde distintos espacios. En suma, intento aquí tematizar algunos aspectos de mi experiencia como asesora de los dirigentes de la Central Comunal de Cururu-CCC.
La gestión Comunitaria entendida como la capacidad para definir lo común, desde las múltiples visiones de todos, y para dotarse de habilidades que permitan dirigir, controlar y administrar sus mutuos beneficios, es el marco teórico en el que se apoya este artículo.
Tampoco inauguro con estos planteamientos ningún nuevo continente, todo lo contrario, existe abundante información e investigaciones sobre el tema.
Pero también, toda vez que se trata de una comunidad indígena con un área de su bosque bajo régimen forestal comercial, con Plan de Manejo Forestal implementado hace casi una década y con Certificación Forestal, asumo que hay una tendencia a dar por sentado que los temas relacionados con gestión son abordados desde todas las perspectivas posibles, y no es así..
Innegable que “Certificación Forestal IMPA PARKET SRL-CURURÚ” es, en el caso de Cururú, la puerta de ingreso y los caminos por los que transitan hoy casi todos los textos, opiniones y estudios sobre la comunidad.
Por qué ocuparnos de este tema entonces y no de otros, como la gestión de los cuerpos de agua (ríos, lagunas, lagunetas, meandros, curichis), sobre lo cual poca o ninguna información existe a pesar de constituirse, estas áreas del bosque, en el eje central de las relaciones, historia común, inter-subjetividades y en referente de la normatividad para la gestión, por parte de los “cururusences”.
Pues en esta afirmación está la respuesta. Este artículo se justifica en tanto pueda acercar algunas realidades que adolezcan de procesos alentadores de la “parcelación”, debilitamiento y cercenamiento progresivo del conocimiento del todo que constituyen los bosques para la vida en comunidad de Cururú.
La exclusión programática de realidades vinculadas a las capacidades de gestión del bosque como ecosistema integrado obedece a que éstas obstaculizan la consecución de “metas” de la gestión comercial de los recursos del bosque, especialmente maderables y desde este supuesto describiré algunas situaciones concretas.
Pero lo mismo ocurrió en las cumbres de cambios climáticos (Copennague, Bangkok, Barcelona 2009); cada Comité actuó por su cuenta, cercenando y fragmentando este mundo que habitamos, tendencia global que no utilizaremos para justificar las nuestras, sino para reforzar los motivos de este artículo.
II
ANTECEDENTES
ALGUNOS DATOS EMPÍRICOS SOBRE EL CARÁCTER
DE LOS“CURURUSENSES”
Pionero es el que marcha a la cabeza. El pionerismo se manifiesta, especialmente, en la capacidad y valentía de las personas de modificar el rumbo de la historia.
En la historia común de cada habitante de Cururú el pionerismo es un valor; una cualidad que hace referencia a la flexibilidad y a la elasticidad en la adopción de cambios, propiedad o cualidad que los enorgullece y que se manifiesta en hacer cosas que no sólo les produzcan felicidad personal, sino que también signifiquen conocimientos nuevos, aventura, y descubrimientos para el desarrollo de su comunidad y del pueblo Gwarayú.
Mas de veinte años han pasado desde que cinco familias pertenecientes a importantes clanes familiares de Yaguarú dieron el primer paso hacia nuevas formas de convivencia.
Fueron pioneros, en su época, porque trasladarse al bosque significaba vivir fuera de la protección de lo establecido (iglesia, organizaciones, familia) vivir con el bosque y habitarlo sin ayuda alguna pero con sus propias posibilidades y sueños; para ello además tuvieron que desalojar a una empresa maderera de mucho poder político y económico. Los fundadores no escatiman detalle de semejante contienda y conocen que quizá fueron los primeros grupos indígenas contemporáneos que se atrevieron a tanto, mucho antes de la legislación de sus derechos.
Pioneros también fueron porque tuvieron que atreverse a crear sus propias instituciones y normas y/o adaptar las que regían en su comunidad de origen Definieron su Santa Patrona (femenina), y le procuraron un altar que aún se mantiene como centro de la comunidad y ante el cual mayores y pequeños acuden con devoción.
Con devoción y comunitariamente también acuden, a pocos pasos del sagrado altar, a sus reuniones con las hechiceras (brujas) que invitan de fuera principalmente si éstas les prometen curar a sus enfermos, pues las enfermedades físicas les provocan gran zozobra que se traduce, si no son extirpadas, en “tristeza de la comunidad”.
Allí pues se reúnen con optimismo, las historias, los cuentos, los chistes, las creencias, los problemas individuales, y familiares, lo nuevo, con GPS, DVD y lo externo, junto a las soluciones comunitarias y a las interpretaciones de leyes, aplicadas a planos que nunca fueron legislados y viceversa.
Ahora Cururú está habitada por casi medio centenar de familias y trescientas almas. Como ellos mismos explican, para el mundo de la ley “caray”, son poseedores de miles de hectáreas de “territorio” titulado y beneficiarios del derecho de aprovechamiento forestal comercial en otras miles; rodeados de bosques, lagunas y ríos tienen sus domicilios legales en calles sin nombre y en casas sin números, rústicas, sin muros o cercas que los dividan entre vecinos y edificadas con barro y palma.
Poseen también en la actualidad un plano regulador del centro urbano de su comunidad, elaboración que se efectuó junto a técnicos del gobierno municipal ,pero que, una vez que éstos se marcharon, los curusenses, re-construyeron discutiendo sobre la distribución de los naranjos y mandarinos que habían quedado en media docena de “lotes”, cambiando todo el diseño por esta razón.
Para el mundo de la historia compartida y de las inter-subjetividades el hombre de Cururú es un ser libre y erudito en cuestiones del bosque y este es un valor muy importante para la auto estima de la comunidad,, que se conceden unos a otros y que no pierden oportunidad de recordarse, como importante en sus relaciones. Las mujeres, por su parte, sueñan este último tiempo con casas nuevas, maquinas para procesar el chocolate que siempre manejaron en Yaguarú, agua potable, médicos, parteras y escuelas para sus niños.
En el manejo, cuando no solución, de conflictos de derechos de propiedad de la tierra, la calidad y el carácter del contendor priman definitivamente: Las formas de acercamiento al carácter del contendor son también holísticas, históricas, nunca lineales:
Los pioneros curusenses han resuelto sus problemas antiguos y nuevos con una mínima participación de los externos “formales”, y acuden más bien a personas en las que confían, por su carácter conciliador y por su conocimiento, cuando hay aspectos que requieren de otra visión. Es importante resaltar que en Curú está muy bien definida y delimitada la relación que establecen con instituciones del Estado, con ONG y proyectos de cooperación y con múltiples “consultivos” a los que acuden incluso para definir los términos de relaciones con las instituciones mencionadas.
Hoy en día, los conflictos de derecho agrario con vecinos o “terceros” se discuten abierta y amablemente, en asambleas que disciernen soluciones, no sobre la legalidad o ilegalidad de sus posesiones que dan por sentado que el Estado resolverá “bien”, sino sobre la conveniencia o no de tenerlos como vecinos. Analizando carácter y antecedentes de éstos pueden emplear horas, días, meses y hasta años en los que gradualmente aportan nuevos elementos producto de indagaciones que llegan incluso hasta Santa Cruz.
En una oportunidad en la que el abogado del Ing. Carlos Rojas mediaba para resolver sus conflictos de la propiedad San Juan, colindante con la laguna Yabochi Pirer, el dirigente le preguntó de quién era la laguna que se disputaba dentro de esa propiedad. Después de escuchar con mucha atención la respuesta del abogado: “los cuerpos de agua pertenecen al Estado, significa que a todos los bolivianos (…)”, el dirigente Ambrosio Yaboo me comentó que le había respondido lo siguiente:
“Mire señor abogado ¿Acaso usted o nosotros vivimos en esa laguna?, acaso nosotros la hemos cuidado tantos siglos? No, no es esa la verdad aunque lo diga la ley: las lagunas tienen sus propios cuidantes, dueños y pobladores, ahí está el jichi, los caimanes, los bufeos que llegan cuando el río Blanco rebalsa, las anguilas, las conchitas y tanto animalito y plantita que se come la basura; que limpia para que no se sequen, que alimenta a nuestra comunidad…ellos son los dueños, a ellos les debemos un respeto y no es respetuoso que las vacas del ingeniero los pisoteen y los orinen”.
Cuando finalizó esta singular reunión y se evaluaron los resultados de la misma en grupos más reducidos (otra costumbre que contribuye a “sanear” lo que se va a transmitir y que puede prolongarse muchos días abarcando muchas consultas internas y con sus consultivos); los dirigentes expresaron que todos estaban contentos, ya que el ingeniero los escuchó atento y se había comportado muy gente , muy “humilde”, que además ya había demostrado que servía como vecino, pero que lo que les apenaba ahora la demora por parte del estado en definir su derecho, “porque tenían proyectos que emprender juntos”.
Sin entrar en valoraciones de juicio y sólo para efectos establecer diferencias: de enfoque cito la visión de los proyectos de apoyo a la certificación y de los evaluadores de Smart Wood sobre el mismo conflicto y que considero que es lineal, legalista y metista,: Un informe correspondiente a la evaluación del 2008 da cuenta de apoyos institucionales para resolver conflictos de “sobreposición”, y concluyen en dos líneas: “reunión con partes interesadas (propiedad San Juan), resultado negativo, ambas partes se van por la vía legal para resolver sus derechos”.
Otro caso que está más relacionado con la flexibilidad para resolver conflictos de orden interno es el del “colla” casado con una joven curusense En sus discusiones para la distribución de parcelas en la Zona Agraria, área de parcelas individuales heredada de la reforma agraria este nuevo comunario, originario de occidente, reclamó una porción de tierra aparte de la que ya poseía su consorte, interpelando la norma de una parcela por familia que rige en Cururú, intransigentemente (“caprichudamente”).
Durante algunos días no encontraban cómo resolver este problema pues no existían antecedentes similares a tal petición de un externo, y porque también los obligaba a replantearse las normas diseñadas en base a las familias originarias de Cururú, sin embargo, tras haberse agotado la deliberación, los dirigentes propusieron declarar viuda a la consorte y con ello no sólo resolvieron el conflicto sino que todos quedaron “en paz”, con la aprobación complaciente del “muerto” quien además suscribe el acta de esta reunión..
De otra parte, la evaluación del 2008 de Smart Wood abordó estas discusiones sobre las zonas agrarias, distribución y usos de las mismas, desde la necesidad de apoyo de una consultora geógrafa que zonifique áreas .
La zonificación se realizó en quince días de campo mientras que, las discusiones sobre la zona agraria, incluso la propuesta de un segundo PGMF en dicha zona, ocurría en la vida comunitaria de Currú, en tiempos y conceptos muy diferentes y en sus propios términos tres años atrás Toda vez que intento que este artículo también recuerde y anime otras formas de abordar contextos. Utilizo el relato de unos pocos rasgos del carácter, y de los contrastes con las percepciones externas, porque el carácter de las cosas es quizá lo más importante para esta población Me mueve además la intención y el interés, nada objetivo, ni impersonal de invitar a reubicar las perspectivas de los externos sobre un nuevo mapa, explorando nuevas formas de inter acción que revitalicen las relaciones de tod@s.
III
PLANTEAMIENTO CENTRAL
Nadie ignora que la actividad forestal en Guarayos se caracteriza hoy por el encuentro de varias crisis institucionales, destrucción de bosques, lagunas y relaciones y reconstrucción cíclica de las mismas, en la misma dirección pero Cururú con todas sus luces y sombras, se mantiene como una joven esperanza que, no sucumbe a dicho entorno.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué Cururú ha podido resistir a la penetración externa que afectó gravemente a la mayoría, si no a todas, de las comunidades que gestionan manejo y aprovechamiento forestal comercial. Cómo y desde donde obtuvo la capacidad de reaccionar frente a fuerzas externas que tienden a distorsionar y destruir sus principales atributos y aunque penetrada en varios momentos por estas fuerzas, siempre retornó a sí misma con mayor capacidad crítica y más autónoma?
Una de las respuestas podría basarse en las características de elasticidad o flexibilidad para los cambios que le acompañaron desde su nacimiento y que hoy pondríamos en peligro con nuestras visiones lineales e inamovibles (normas, estándares, evaluaciones con métodos y formatos únicos y rápidos).
Indudablemente importante es también su capacidad para desarrollar normas con sanciones que ha aplicado con éxito, “moviendo” de un cargo a otro a miembros de la comunidad que no respondieron. a las responsabilidades otorgadas
Las sanciones se aplican y aunque, para nuestro universo de leyes, sean flexibles y aparentemente guiadas por la benevolencia, están destinadas a corregir el problema y no a castigar a quien lo ocasionó, puesto que el castigo se constituye en otro problema que afectaría a familias y parentescos que además derivaría en movilizaciones y costos innecesarios, por eso es que los reglamentos que importan multas, llamadas de atención, expulsiones y resoluciones “legales” no han funcionado en Cururú. Al parecer también la “humildad” como actitud que acompaña al reconocimiento de la falta por parte de de quien la cometió, es muy importante a la hora de definir sanciones.
Muchas de las formas de abordar gestión comunal en Cururú describen una capacidad intrínseca para superar colectivamente crisis y catástrofes (traslados, incendios, inundaciones, enfermedades, pérdidas, destrucción de recursos) y entre los pilares de esta capacidad comunitaria se mencionan la autoestima colectiva, la identidad cultural, la honestidad, la solidaridad y el liderazgo comunitario, este último de extremada importancia relacionada con la honestidad. y con la capacidad de relacionarse con externos que “saben”. Y que no son “picaros”.
Otro de los pilares se describe en la flexibilidad de los dirigentes para transformar sus conflictos y crisis en oportunidades con una predisposición extraordinaria para entender al otro y para aliarse al otro,, muchas veces en desmedro de las aspiraciones comunes inmediatas, pero con la seguridad de que el tiempo devolverá las cosas al estado proyectado. Esta cualidad puede ser el producto de la experiencia en la construcción desde cero de su propia comunidad, que les da otra perspectiva de la confianza en lo que el tiempo, la unidad, las alianzas y la voluntad logran, experiencia que ninguna otra comunidad en Guarayos posee.
¿Pero, le interesa al mercado forestal, al estado boliviano, a los proyectos de apoyo y a las “certificadoras” resguardar los valores y los atributos de las personas que habitan los bosques de Cururú o, por el contrario, se constituyen éstos en costos e inversiones que la eficacia forestal no admite?
La adecuación de marcos institucionales a normas legales y a estándares de certificación forestal que presuponen nuevos conocimientos, nuevas instituciones (equipos técnicos forestales), nuevas cualificaciones ¿abarcan los significados del bosque y de la comunidad con sus pre existentes visiones sobre lo que se debe conservar y proteger?
El incremento del precio de la madera en la relación contractual y vinculante con la empresa INPA PARKET LTDA. ¿Incorpora los valores, atributos, experiencia, conocimientos de la gestión indígena del bosque o se basa únicamente en la imposición del distorsionado e injusto precio y en la desigualdad de oportunidades que impone el mercado local como referencia comparativa?. ¿Cuáles son los incentivos reales para estas relaciones contractuales finalmente?
Se toman en cuenta las relaciones locales, que, ilegales, distorsionadas, calificadas de fomentar la corrupción, se mantienen y reciclan (a pesar de sus crisis) con redes de poder muy bien articuladas y continúan “enseñando cómo triunfar en la vida”, desde la perspectiva de que son un incentivo real y tangible para abandonar la quimera de los beneficios mutuos en la gestión forestal comunitaria y se intenta un acercamiento menos pre juicioso a estas realidades?
Estas preguntas junto a varias otras ya fueron planteadas, frente a la necesidad de reflexionar los resultados de implementación del régimen forestal de la nación (1998, 2001-UCPOI, CIDOB, SNV, PAF-BOL, BOLFOR)
Significa que, de no haberse respondido asumimos un vacío de espacios de evaluación de los efectos de la implementación del régimen forestal de la nación, también en la perspectiva de la revitalización de los nuevos roles de los proyectos de apoyo que requieren de urgente renovación, desde interrogantes que no han “pasado de moda” sencillamente porque aún no han obtenido respuestas.
IV
CONCLUSIONES
No encontré registrados en ningún acta ni documento sobre gestión forestal que posee la comunidad datos que hagan referencia a los extraordinarios conocimientos empíricos de los curusenses sobre los beneficios mutuos ni a los conceptos de reciprocidad y complementariedad con el bosque.
Si esta ausencia de registros obedece a mis limitaciones en el acceso a información en este campo me disculpo, pero si no fuese así asumo que capacitación o transferencia de conocimientos es uni direccional, dominante y jerárquica puesto que, en el convenio de apoyo con la empresa IMPA PARKET SRL. no existe compromiso alguno destinado al aprendizaje de los funcionarios de dicha empresa para asumir responsabilidad conjunta sobre el respeto al mismo.
Todo lo contrario, el “Equipo Técnico Forestal” ( jóvenes de la comunidad capacitados por los proyectos de apoyo), sea por las presiones externas descritas, o por la agresiva inversión de recursos privilegia en el 100% de sus relaciones con la comunidad, el nuevo conocimiento externo.
Una nueva generación de “Curusenses” se apresta a dejar atrás los conocimientos que permitieron a sus antecesores constituirse en los pioneros del pueblo Gwarayú, adoptando nuevas formas pero conservando sus principales atributos, tras cada experiencia.
En el plano formal y legal se asume lo comunitario como lo dominante y no como lo homogenizador de los intereses y sueños de cada individuo, por tanto lo diferente desaparece. Lo común se asume como la idea que gana por fuerza de argumentación con criterios y apoyo externo.
Los procesos de consulta, establecidos como requisitos y papeleos, cuando los hay, comprenden tres o cuatro preguntas de rigor que tienen como base legitimadora, una práctica asambleísta en la que se gana por mayoría y en la que pierden sentido y valor tanto el conocimiento de la comunidad como el conocimiento técnico.
Tenemos mucho que aprender antes de continuar avanzando en la misma dirección, Por ejemplo ¿ qué propiedades intrínsecas “capacitan” a la comunidad Cururú para enfrentar los altos índices de corrupción forestal que penetran a todas las comunidades en Guarayos, y muchas veces Cururú pero sin absorverla?, ¿Qué propiedades originales posee Cururú para haber sido penetrada completamente por estas prácticas sin perderlas ni en el proceso ni después y; qué tendría que ocurrir para que Cururú no se transforme finalmente y pierda esta propiedades?
Una primera conclusión que puede parecernos demasiado obvia, pero que hay que resaltar, es que la propiedad que hace a Cururú resistente frente a los altos índices de corrupción forestal, es su vida en comunidad y no su Plan de Manejo, éste segundo puede desaparecer sin afectar a las propiedades o atributos intrínsecos, de la vida comunitaria pero no a la inversa, entonces cabe preguntarse cuáles son las propiedades de esa vida comunitaria, qué es lo que hace que los “curusenses”, continúen motivados y comprometidos en el buen manejo forestal, a pesar de los problemas que están enfrentando?.
La cultura, las relaciones, la historia común, la convivencia, la complementariedad, la reciprocidad con y en el bosque y los sueños a partir de intercambios con lo externo y su predisposición a adoptar, sin prejuicios, los que “les gusta” de lo externo, son las propiedades o atributos más visibles de la vida en comunidad de Cururú, aunque también su reducido tamaño (50 familias) y el hecho de que se hayan mantenido aún sin la amenza, porque así lo consideran, de las migraciones, , va a beneficiar esta convivencia y capacidad de control. y de gobierno. Es importante destacar que no les preocupan tanto sus vecinos (grandes propietarios) como la posibilidad de las migraciones por la cantidad de gente “extraña”, con la que tendrían que convivir.
Y si Cururú con su principal atributo ha regresado una y otra vez a su estado original, cualidad que permite constituirla en ejemplo local, entonces por qué no proteger y reforzar este atributo en lugar de debilitarlo con procesos externos.
Cururú creció en veinte años gracias a la unidad y al carácter de sus dirigentes (rasgos que no siempre son los más visibles, con nuestros propios indicadores); las mujeres participan en todas las reuniones con voz propia y no solo son respetadas, si no que tienen poder para influir en aspectos importantes, al igual que los jóvenes. Los niños son tratados con mucho respeto y son muy valoradas las actividades con ellos..
Faltan los beneficios económicos de la gestión forestal comunitaria; definitivamente faltan., Falta terminar con esa ideología de dominio en la que se plantea siempre que el modelo del empleador y el empleado es suficiente; que lo que sabe la empresa que decide relacionarse con la comunidad es suficiente dando por sentado que nada tiene que aprender ni comprometer. Falta bajar del pedestal académico y escuchar a los otros, también asumiendo, con humildad, que hay aspectos que son de mutua responsabilidad.. ATS/Ascensión de Guarayos 2010.-
INTRODUCCIÓN
El presente artículo es de carácter descriptivo; intento, a través del mismo, presentar aspectos, hechos y realidades de la gestión comunitaria de los bosques en Cururú;(Sapo) pequeñísima comunidad indígena de origen Gwarayu,, ubicada a treinta kilómetros del municipio de Urubichá (Agua Grande) y a trecientos treinta de la ciudad de santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
No planteo aquí nada desde la erudición académica y científica ni desde avales institucionales puesto que de ambos carezco: Este artículo presenta datos empíricos y producto de la observación, experiencia y con-vivencia desde distintos espacios. En suma, intento aquí tematizar algunos aspectos de mi experiencia como asesora de los dirigentes de la Central Comunal de Cururu-CCC.
La gestión Comunitaria entendida como la capacidad para definir lo común, desde las múltiples visiones de todos, y para dotarse de habilidades que permitan dirigir, controlar y administrar sus mutuos beneficios, es el marco teórico en el que se apoya este artículo.
Tampoco inauguro con estos planteamientos ningún nuevo continente, todo lo contrario, existe abundante información e investigaciones sobre el tema.
Pero también, toda vez que se trata de una comunidad indígena con un área de su bosque bajo régimen forestal comercial, con Plan de Manejo Forestal implementado hace casi una década y con Certificación Forestal, asumo que hay una tendencia a dar por sentado que los temas relacionados con gestión son abordados desde todas las perspectivas posibles, y no es así..
Innegable que “Certificación Forestal IMPA PARKET SRL-CURURÚ” es, en el caso de Cururú, la puerta de ingreso y los caminos por los que transitan hoy casi todos los textos, opiniones y estudios sobre la comunidad.
Por qué ocuparnos de este tema entonces y no de otros, como la gestión de los cuerpos de agua (ríos, lagunas, lagunetas, meandros, curichis), sobre lo cual poca o ninguna información existe a pesar de constituirse, estas áreas del bosque, en el eje central de las relaciones, historia común, inter-subjetividades y en referente de la normatividad para la gestión, por parte de los “cururusences”.
Pues en esta afirmación está la respuesta. Este artículo se justifica en tanto pueda acercar algunas realidades que adolezcan de procesos alentadores de la “parcelación”, debilitamiento y cercenamiento progresivo del conocimiento del todo que constituyen los bosques para la vida en comunidad de Cururú.
La exclusión programática de realidades vinculadas a las capacidades de gestión del bosque como ecosistema integrado obedece a que éstas obstaculizan la consecución de “metas” de la gestión comercial de los recursos del bosque, especialmente maderables y desde este supuesto describiré algunas situaciones concretas.
Pero lo mismo ocurrió en las cumbres de cambios climáticos (Copennague, Bangkok, Barcelona 2009); cada Comité actuó por su cuenta, cercenando y fragmentando este mundo que habitamos, tendencia global que no utilizaremos para justificar las nuestras, sino para reforzar los motivos de este artículo.
II
ANTECEDENTES
ALGUNOS DATOS EMPÍRICOS SOBRE EL CARÁCTER
DE LOS“CURURUSENSES”
Pionero es el que marcha a la cabeza. El pionerismo se manifiesta, especialmente, en la capacidad y valentía de las personas de modificar el rumbo de la historia.
En la historia común de cada habitante de Cururú el pionerismo es un valor; una cualidad que hace referencia a la flexibilidad y a la elasticidad en la adopción de cambios, propiedad o cualidad que los enorgullece y que se manifiesta en hacer cosas que no sólo les produzcan felicidad personal, sino que también signifiquen conocimientos nuevos, aventura, y descubrimientos para el desarrollo de su comunidad y del pueblo Gwarayú.
Mas de veinte años han pasado desde que cinco familias pertenecientes a importantes clanes familiares de Yaguarú dieron el primer paso hacia nuevas formas de convivencia.
Fueron pioneros, en su época, porque trasladarse al bosque significaba vivir fuera de la protección de lo establecido (iglesia, organizaciones, familia) vivir con el bosque y habitarlo sin ayuda alguna pero con sus propias posibilidades y sueños; para ello además tuvieron que desalojar a una empresa maderera de mucho poder político y económico. Los fundadores no escatiman detalle de semejante contienda y conocen que quizá fueron los primeros grupos indígenas contemporáneos que se atrevieron a tanto, mucho antes de la legislación de sus derechos.
Pioneros también fueron porque tuvieron que atreverse a crear sus propias instituciones y normas y/o adaptar las que regían en su comunidad de origen Definieron su Santa Patrona (femenina), y le procuraron un altar que aún se mantiene como centro de la comunidad y ante el cual mayores y pequeños acuden con devoción.
Con devoción y comunitariamente también acuden, a pocos pasos del sagrado altar, a sus reuniones con las hechiceras (brujas) que invitan de fuera principalmente si éstas les prometen curar a sus enfermos, pues las enfermedades físicas les provocan gran zozobra que se traduce, si no son extirpadas, en “tristeza de la comunidad”.
Allí pues se reúnen con optimismo, las historias, los cuentos, los chistes, las creencias, los problemas individuales, y familiares, lo nuevo, con GPS, DVD y lo externo, junto a las soluciones comunitarias y a las interpretaciones de leyes, aplicadas a planos que nunca fueron legislados y viceversa.
Ahora Cururú está habitada por casi medio centenar de familias y trescientas almas. Como ellos mismos explican, para el mundo de la ley “caray”, son poseedores de miles de hectáreas de “territorio” titulado y beneficiarios del derecho de aprovechamiento forestal comercial en otras miles; rodeados de bosques, lagunas y ríos tienen sus domicilios legales en calles sin nombre y en casas sin números, rústicas, sin muros o cercas que los dividan entre vecinos y edificadas con barro y palma.
Poseen también en la actualidad un plano regulador del centro urbano de su comunidad, elaboración que se efectuó junto a técnicos del gobierno municipal ,pero que, una vez que éstos se marcharon, los curusenses, re-construyeron discutiendo sobre la distribución de los naranjos y mandarinos que habían quedado en media docena de “lotes”, cambiando todo el diseño por esta razón.
Para el mundo de la historia compartida y de las inter-subjetividades el hombre de Cururú es un ser libre y erudito en cuestiones del bosque y este es un valor muy importante para la auto estima de la comunidad,, que se conceden unos a otros y que no pierden oportunidad de recordarse, como importante en sus relaciones. Las mujeres, por su parte, sueñan este último tiempo con casas nuevas, maquinas para procesar el chocolate que siempre manejaron en Yaguarú, agua potable, médicos, parteras y escuelas para sus niños.
En el manejo, cuando no solución, de conflictos de derechos de propiedad de la tierra, la calidad y el carácter del contendor priman definitivamente: Las formas de acercamiento al carácter del contendor son también holísticas, históricas, nunca lineales:
Los pioneros curusenses han resuelto sus problemas antiguos y nuevos con una mínima participación de los externos “formales”, y acuden más bien a personas en las que confían, por su carácter conciliador y por su conocimiento, cuando hay aspectos que requieren de otra visión. Es importante resaltar que en Curú está muy bien definida y delimitada la relación que establecen con instituciones del Estado, con ONG y proyectos de cooperación y con múltiples “consultivos” a los que acuden incluso para definir los términos de relaciones con las instituciones mencionadas.
Hoy en día, los conflictos de derecho agrario con vecinos o “terceros” se discuten abierta y amablemente, en asambleas que disciernen soluciones, no sobre la legalidad o ilegalidad de sus posesiones que dan por sentado que el Estado resolverá “bien”, sino sobre la conveniencia o no de tenerlos como vecinos. Analizando carácter y antecedentes de éstos pueden emplear horas, días, meses y hasta años en los que gradualmente aportan nuevos elementos producto de indagaciones que llegan incluso hasta Santa Cruz.
En una oportunidad en la que el abogado del Ing. Carlos Rojas mediaba para resolver sus conflictos de la propiedad San Juan, colindante con la laguna Yabochi Pirer, el dirigente le preguntó de quién era la laguna que se disputaba dentro de esa propiedad. Después de escuchar con mucha atención la respuesta del abogado: “los cuerpos de agua pertenecen al Estado, significa que a todos los bolivianos (…)”, el dirigente Ambrosio Yaboo me comentó que le había respondido lo siguiente:
“Mire señor abogado ¿Acaso usted o nosotros vivimos en esa laguna?, acaso nosotros la hemos cuidado tantos siglos? No, no es esa la verdad aunque lo diga la ley: las lagunas tienen sus propios cuidantes, dueños y pobladores, ahí está el jichi, los caimanes, los bufeos que llegan cuando el río Blanco rebalsa, las anguilas, las conchitas y tanto animalito y plantita que se come la basura; que limpia para que no se sequen, que alimenta a nuestra comunidad…ellos son los dueños, a ellos les debemos un respeto y no es respetuoso que las vacas del ingeniero los pisoteen y los orinen”.
Cuando finalizó esta singular reunión y se evaluaron los resultados de la misma en grupos más reducidos (otra costumbre que contribuye a “sanear” lo que se va a transmitir y que puede prolongarse muchos días abarcando muchas consultas internas y con sus consultivos); los dirigentes expresaron que todos estaban contentos, ya que el ingeniero los escuchó atento y se había comportado muy gente , muy “humilde”, que además ya había demostrado que servía como vecino, pero que lo que les apenaba ahora la demora por parte del estado en definir su derecho, “porque tenían proyectos que emprender juntos”.
Sin entrar en valoraciones de juicio y sólo para efectos establecer diferencias: de enfoque cito la visión de los proyectos de apoyo a la certificación y de los evaluadores de Smart Wood sobre el mismo conflicto y que considero que es lineal, legalista y metista,: Un informe correspondiente a la evaluación del 2008 da cuenta de apoyos institucionales para resolver conflictos de “sobreposición”, y concluyen en dos líneas: “reunión con partes interesadas (propiedad San Juan), resultado negativo, ambas partes se van por la vía legal para resolver sus derechos”.
Otro caso que está más relacionado con la flexibilidad para resolver conflictos de orden interno es el del “colla” casado con una joven curusense En sus discusiones para la distribución de parcelas en la Zona Agraria, área de parcelas individuales heredada de la reforma agraria este nuevo comunario, originario de occidente, reclamó una porción de tierra aparte de la que ya poseía su consorte, interpelando la norma de una parcela por familia que rige en Cururú, intransigentemente (“caprichudamente”).
Durante algunos días no encontraban cómo resolver este problema pues no existían antecedentes similares a tal petición de un externo, y porque también los obligaba a replantearse las normas diseñadas en base a las familias originarias de Cururú, sin embargo, tras haberse agotado la deliberación, los dirigentes propusieron declarar viuda a la consorte y con ello no sólo resolvieron el conflicto sino que todos quedaron “en paz”, con la aprobación complaciente del “muerto” quien además suscribe el acta de esta reunión..
De otra parte, la evaluación del 2008 de Smart Wood abordó estas discusiones sobre las zonas agrarias, distribución y usos de las mismas, desde la necesidad de apoyo de una consultora geógrafa que zonifique áreas .
La zonificación se realizó en quince días de campo mientras que, las discusiones sobre la zona agraria, incluso la propuesta de un segundo PGMF en dicha zona, ocurría en la vida comunitaria de Currú, en tiempos y conceptos muy diferentes y en sus propios términos tres años atrás Toda vez que intento que este artículo también recuerde y anime otras formas de abordar contextos. Utilizo el relato de unos pocos rasgos del carácter, y de los contrastes con las percepciones externas, porque el carácter de las cosas es quizá lo más importante para esta población Me mueve además la intención y el interés, nada objetivo, ni impersonal de invitar a reubicar las perspectivas de los externos sobre un nuevo mapa, explorando nuevas formas de inter acción que revitalicen las relaciones de tod@s.
III
PLANTEAMIENTO CENTRAL
Nadie ignora que la actividad forestal en Guarayos se caracteriza hoy por el encuentro de varias crisis institucionales, destrucción de bosques, lagunas y relaciones y reconstrucción cíclica de las mismas, en la misma dirección pero Cururú con todas sus luces y sombras, se mantiene como una joven esperanza que, no sucumbe a dicho entorno.
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué Cururú ha podido resistir a la penetración externa que afectó gravemente a la mayoría, si no a todas, de las comunidades que gestionan manejo y aprovechamiento forestal comercial. Cómo y desde donde obtuvo la capacidad de reaccionar frente a fuerzas externas que tienden a distorsionar y destruir sus principales atributos y aunque penetrada en varios momentos por estas fuerzas, siempre retornó a sí misma con mayor capacidad crítica y más autónoma?
Una de las respuestas podría basarse en las características de elasticidad o flexibilidad para los cambios que le acompañaron desde su nacimiento y que hoy pondríamos en peligro con nuestras visiones lineales e inamovibles (normas, estándares, evaluaciones con métodos y formatos únicos y rápidos).
Indudablemente importante es también su capacidad para desarrollar normas con sanciones que ha aplicado con éxito, “moviendo” de un cargo a otro a miembros de la comunidad que no respondieron. a las responsabilidades otorgadas
Las sanciones se aplican y aunque, para nuestro universo de leyes, sean flexibles y aparentemente guiadas por la benevolencia, están destinadas a corregir el problema y no a castigar a quien lo ocasionó, puesto que el castigo se constituye en otro problema que afectaría a familias y parentescos que además derivaría en movilizaciones y costos innecesarios, por eso es que los reglamentos que importan multas, llamadas de atención, expulsiones y resoluciones “legales” no han funcionado en Cururú. Al parecer también la “humildad” como actitud que acompaña al reconocimiento de la falta por parte de de quien la cometió, es muy importante a la hora de definir sanciones.
Muchas de las formas de abordar gestión comunal en Cururú describen una capacidad intrínseca para superar colectivamente crisis y catástrofes (traslados, incendios, inundaciones, enfermedades, pérdidas, destrucción de recursos) y entre los pilares de esta capacidad comunitaria se mencionan la autoestima colectiva, la identidad cultural, la honestidad, la solidaridad y el liderazgo comunitario, este último de extremada importancia relacionada con la honestidad. y con la capacidad de relacionarse con externos que “saben”. Y que no son “picaros”.
Otro de los pilares se describe en la flexibilidad de los dirigentes para transformar sus conflictos y crisis en oportunidades con una predisposición extraordinaria para entender al otro y para aliarse al otro,, muchas veces en desmedro de las aspiraciones comunes inmediatas, pero con la seguridad de que el tiempo devolverá las cosas al estado proyectado. Esta cualidad puede ser el producto de la experiencia en la construcción desde cero de su propia comunidad, que les da otra perspectiva de la confianza en lo que el tiempo, la unidad, las alianzas y la voluntad logran, experiencia que ninguna otra comunidad en Guarayos posee.
¿Pero, le interesa al mercado forestal, al estado boliviano, a los proyectos de apoyo y a las “certificadoras” resguardar los valores y los atributos de las personas que habitan los bosques de Cururú o, por el contrario, se constituyen éstos en costos e inversiones que la eficacia forestal no admite?
La adecuación de marcos institucionales a normas legales y a estándares de certificación forestal que presuponen nuevos conocimientos, nuevas instituciones (equipos técnicos forestales), nuevas cualificaciones ¿abarcan los significados del bosque y de la comunidad con sus pre existentes visiones sobre lo que se debe conservar y proteger?
El incremento del precio de la madera en la relación contractual y vinculante con la empresa INPA PARKET LTDA. ¿Incorpora los valores, atributos, experiencia, conocimientos de la gestión indígena del bosque o se basa únicamente en la imposición del distorsionado e injusto precio y en la desigualdad de oportunidades que impone el mercado local como referencia comparativa?. ¿Cuáles son los incentivos reales para estas relaciones contractuales finalmente?
Se toman en cuenta las relaciones locales, que, ilegales, distorsionadas, calificadas de fomentar la corrupción, se mantienen y reciclan (a pesar de sus crisis) con redes de poder muy bien articuladas y continúan “enseñando cómo triunfar en la vida”, desde la perspectiva de que son un incentivo real y tangible para abandonar la quimera de los beneficios mutuos en la gestión forestal comunitaria y se intenta un acercamiento menos pre juicioso a estas realidades?
Estas preguntas junto a varias otras ya fueron planteadas, frente a la necesidad de reflexionar los resultados de implementación del régimen forestal de la nación (1998, 2001-UCPOI, CIDOB, SNV, PAF-BOL, BOLFOR)
Significa que, de no haberse respondido asumimos un vacío de espacios de evaluación de los efectos de la implementación del régimen forestal de la nación, también en la perspectiva de la revitalización de los nuevos roles de los proyectos de apoyo que requieren de urgente renovación, desde interrogantes que no han “pasado de moda” sencillamente porque aún no han obtenido respuestas.
IV
CONCLUSIONES
No encontré registrados en ningún acta ni documento sobre gestión forestal que posee la comunidad datos que hagan referencia a los extraordinarios conocimientos empíricos de los curusenses sobre los beneficios mutuos ni a los conceptos de reciprocidad y complementariedad con el bosque.
Si esta ausencia de registros obedece a mis limitaciones en el acceso a información en este campo me disculpo, pero si no fuese así asumo que capacitación o transferencia de conocimientos es uni direccional, dominante y jerárquica puesto que, en el convenio de apoyo con la empresa IMPA PARKET SRL. no existe compromiso alguno destinado al aprendizaje de los funcionarios de dicha empresa para asumir responsabilidad conjunta sobre el respeto al mismo.
Todo lo contrario, el “Equipo Técnico Forestal” ( jóvenes de la comunidad capacitados por los proyectos de apoyo), sea por las presiones externas descritas, o por la agresiva inversión de recursos privilegia en el 100% de sus relaciones con la comunidad, el nuevo conocimiento externo.
Una nueva generación de “Curusenses” se apresta a dejar atrás los conocimientos que permitieron a sus antecesores constituirse en los pioneros del pueblo Gwarayú, adoptando nuevas formas pero conservando sus principales atributos, tras cada experiencia.
En el plano formal y legal se asume lo comunitario como lo dominante y no como lo homogenizador de los intereses y sueños de cada individuo, por tanto lo diferente desaparece. Lo común se asume como la idea que gana por fuerza de argumentación con criterios y apoyo externo.
Los procesos de consulta, establecidos como requisitos y papeleos, cuando los hay, comprenden tres o cuatro preguntas de rigor que tienen como base legitimadora, una práctica asambleísta en la que se gana por mayoría y en la que pierden sentido y valor tanto el conocimiento de la comunidad como el conocimiento técnico.
Tenemos mucho que aprender antes de continuar avanzando en la misma dirección, Por ejemplo ¿ qué propiedades intrínsecas “capacitan” a la comunidad Cururú para enfrentar los altos índices de corrupción forestal que penetran a todas las comunidades en Guarayos, y muchas veces Cururú pero sin absorverla?, ¿Qué propiedades originales posee Cururú para haber sido penetrada completamente por estas prácticas sin perderlas ni en el proceso ni después y; qué tendría que ocurrir para que Cururú no se transforme finalmente y pierda esta propiedades?
Una primera conclusión que puede parecernos demasiado obvia, pero que hay que resaltar, es que la propiedad que hace a Cururú resistente frente a los altos índices de corrupción forestal, es su vida en comunidad y no su Plan de Manejo, éste segundo puede desaparecer sin afectar a las propiedades o atributos intrínsecos, de la vida comunitaria pero no a la inversa, entonces cabe preguntarse cuáles son las propiedades de esa vida comunitaria, qué es lo que hace que los “curusenses”, continúen motivados y comprometidos en el buen manejo forestal, a pesar de los problemas que están enfrentando?.
La cultura, las relaciones, la historia común, la convivencia, la complementariedad, la reciprocidad con y en el bosque y los sueños a partir de intercambios con lo externo y su predisposición a adoptar, sin prejuicios, los que “les gusta” de lo externo, son las propiedades o atributos más visibles de la vida en comunidad de Cururú, aunque también su reducido tamaño (50 familias) y el hecho de que se hayan mantenido aún sin la amenza, porque así lo consideran, de las migraciones, , va a beneficiar esta convivencia y capacidad de control. y de gobierno. Es importante destacar que no les preocupan tanto sus vecinos (grandes propietarios) como la posibilidad de las migraciones por la cantidad de gente “extraña”, con la que tendrían que convivir.
Y si Cururú con su principal atributo ha regresado una y otra vez a su estado original, cualidad que permite constituirla en ejemplo local, entonces por qué no proteger y reforzar este atributo en lugar de debilitarlo con procesos externos.
Cururú creció en veinte años gracias a la unidad y al carácter de sus dirigentes (rasgos que no siempre son los más visibles, con nuestros propios indicadores); las mujeres participan en todas las reuniones con voz propia y no solo son respetadas, si no que tienen poder para influir en aspectos importantes, al igual que los jóvenes. Los niños son tratados con mucho respeto y son muy valoradas las actividades con ellos..
Faltan los beneficios económicos de la gestión forestal comunitaria; definitivamente faltan., Falta terminar con esa ideología de dominio en la que se plantea siempre que el modelo del empleador y el empleado es suficiente; que lo que sabe la empresa que decide relacionarse con la comunidad es suficiente dando por sentado que nada tiene que aprender ni comprometer. Falta bajar del pedestal académico y escuchar a los otros, también asumiendo, con humildad, que hay aspectos que son de mutua responsabilidad.. ATS/Ascensión de Guarayos 2010.-
3 de febrero de 2010
DECRETO SUPREMO N°29057, competencias en materia ambiental...
DECRETO SUPREMO N°29057
JUAN EVO MORALES AYMA
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA
CONSIDERANDO:
Que debido a los cambios sociales y políticos que vive nuestro país, se hace necesaria la
modificación y adecuación de determinadas normas que permitan el cumplimiento efectivo de las
funciones asignadas al Gobierno Nacional.
Que el concepto de desarrollo basado en la explotación de la naturaleza ha sido superado
por el concepto de conservación de la naturaleza como patrón generador del Vivir Bien. En
consecuencia, las instancias gubernamentales rescatan y revalorizan los saberes de los pueblos
originarios, indígenas y comunidades campesinas, para proponer un nuevo modelo de convivencia.
Que para operativizar la gestión del Gobierno Nacional, se promulgó la Ley N. 3351 de 21
de febrero de 2006, de Organización del Poder Ejecutivo, adecuando a la realidad del país las
funciones Supremo que deben cumplir las entidades dependientes del Gobierno Nacional.
Que el Decreto N° 28631 de 08 de marzo de 2006, Reglamento a la Ley de Organización
del Poder Ejecutivo, establece en su artículo 72 como funciones del Viceministerio de
Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente, entre otras, formular y ejecutar planes y
políticas orientadas a la protección y preservación de la biodiversidad, recursos forestales y medio
ambiente.
Que mediante Decreto Supremo Nº 28592 de 17 de enero de 2006, se complementa y
modifica los reglamentos ambientales, referente a la competencia de la Autoridad Ambiental
Competente Nacional, estableciendo en su artículo 2 dicha atribución al Viceministerio de Recursos
Naturales y Medio Ambiente; quien debe ser el que coordine con los diversos sectores, tanto
productivos como de servicios, respecto a las actividades de gestión, control y fiscalización del
medio ambiente.
Que en el Decreto Supremo Nº 28677 de fecha 14 de abril del 2006 en su parte
considerativa señala la necesidad de complementar e identificar claramente el brazo operativo de la
Autoridad Ambiental Competente Nacional, para promover y ejecutar acciones para el control de la
calidad ambiental con la prevención, control y fiscalización de actividades, obras y proyectos
relacionados con el medio ambiente y los recursos naturales, dentro del ámbito de competencia del
Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente.
Que el Reglamento a la Ley de Organización del Poder Ejecutivo, asigna funciones en
materia ambiental al Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente dependiente del
Ministerio de Planificación del Desarrollo y al Viceministerio de Biodiversidad, Recursos
Forestales y Medio Ambiente dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y
Medio Ambiente, mismas que deben ser precisadas en el marco de las competencias Ministeriales.
EN CONSEJO DE MINISTROS:
DECRETA:
ARTICULO 1.- (OBJETO).- El presente Decreto Supremo, tiene por objeto especificar
las competencias en materia ambiental que corresponden a los Viceministerios de Biodiversidad,
Recursos Forestales y Medio Ambiente y al de Planificación Territorial y Medio Ambiente,
dependientes de los Ministerios de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente y de
Planificación del Desarrollo, respectivamente.
ARTICULO 2.- (AUTORIDAD AMBIENTAL COMPETENTE NACIONAL). Se
precisa que la Autoridad Ambiental Competente Nacional - AACN, es el Viceministro de
Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente dependiente del Ministerio de Desarrollo
Rural, Agropecuario y Medio Ambiente.
ARTICULO 3.- (MODIFICACIÓN DE DENOMINACIÓN Y FUNCIONES DEL
VICEMINISTERIO DE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE ) I. Se
modifica el Artículo 55 del Decreto Supremo 28631 de 08 de marzo de 2006, en lo referente a la
Estructura del Ministerio de Planificación del Desarrollo modificando la denominación del
Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente por la de “Viceministerio de
Planificación Territorial y Ambiental”.
II. Se modifica el Artículo 57 del Decreto Supremo 28631 de 08 de marzo de 2006, en lo referente
a las funciones del Viceministro de Planificación Territorial y Medio Ambiente, como sigue:
“Viceministro de Planificación Territorial y Ambiental
a) Desarrollar Políticas de Planificación y Ordenamiento Territorial y Medio Ambiental.
b) Coordinar con la instancia ambiental competente a nivel nacional, departamental y
municipal, las acciones relacionadas con la temática ambiental que surjan de los
procesos de planificación.
c) Velar por que la dimensión ambiental sea considerada en los procesos de planificación
desarrollados por instancias nacionales, departamentales y locales.
d) Promover acciones, mecanismos e instrumentos para posibilitar que la dimensión
ambiental sea parte de los procesos de planificación en los diferentes ámbitos,
instancias y sectores.
e) Formular lineamientos para el diseño de políticas para el uso sostenible de la tierra en
coordinación con otras instancias con competencias concurrentes.
f) Formular lineamientos para el diseño de políticas en ordenamiento territorial.
g) Elaborar y actualizar las bases metodológicas para el ordenamiento territorial,
considerando el Plan de Uso de Suelo-PLUS y Plan de Ocupación del Territorio –
PLOT.
h) Coordinar con las prefecturas y gobiernos municipales la incorporación en los planes
departamentales y municipales de ordenamiento territorial, los lineamientos, políticas y
estrategias definidas por el Ministerio de Planificación del Desarrollo.
i) Fortalecer y desarrollar el Sistema Nacional de Información para el Desarrollo –SNID.
j) Formular políticas y estrategias para la prevención y reducción de desastres y coordinar
su incorporación en los planes, programas y proyectos sectoriales a nivel nacional,
departamental y municipal.
k) Coordinar políticas públicas con el Viceministerio de Planificación y Coordinación,
Viceministerio de Inversión Pública y Financiamiento Externo y con el Ministerio de
Defensa para la incorporación de la gestión de riesgos en el Sistema de Planificación
Nacional - SISPLAN y en el Sistema Nacional de Inversión Pública- SNIP. ”
ARTICULO 4.- (INCORPORACION DE FUNCIONES AL VICEMINISTRO DE
BIODIVERSIDAD, RECURSOS FORESTALES Y MEDIOAMBIENTE).- Se incorpora en el
artículo 72 del Decreto Supremo No 28631 de 08 de marzo de 2006, en lo referente a las funciones
del Viceministro de Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente, los siguientes incisos:
“v) Formular Políticas de calidad ambiental para coadyuvar la competitividad de los
procesos productivos, en coordinación con las entidades con competencias
concurrentes.
w) Impulsar el desarrollo y efectuar el seguimiento de los sistemas nacionales y
departamentales de impacto y control de la calidad ambiental.
x) Formular políticas para el uso sostenible de la tierra en coordinación con instancias
con competencias concurrentes. ”
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
DISPOSICIÓN TRANSITORIA UNICA. Los planes, programas y proyectos en ejecución y los
recursos que los sustentan, que se encuentran bajo dependencia del Viceministerio de Planificación
Territorial y Medio Ambiente; financiados por Convenios de Donación y Contratos de Préstamo de
Organismos Internacionales e Instituciones Privadas, serán transferidos bajo conocimiento, tuición
y ejecución del Viceministerio de Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente, en
correspondencia con sus funciones y competencias, en un plazo de cuarenta y cinco días calendario,
computables a partir de la publicación del presente decreto supremo.
DISPOSICIONES DEROGATORIAS
DISPOSICIÓN DEROGATORIA UNICA. Se derogan los incisos f), g) y l) del artículo 57 del
Decreto Supremo. No. 28631 de 08 de marzo de 2006, referidos a las funciones del Viceministerio
de Planificación y Coordinación, dependiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo.
Los Señores Ministros de Estado en los Despachos de Planificación del Desarrollo y de Desarrollo
Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, quedan encargados de la ejecución y cumplimiento del
Presente Decreto Supremo.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de la Paz, a los catorce días del mes de marzo del
año dos mil siete
FDO. EVO MORALES AYMA, David Choquehuanca Céspedes, Juan Ramón Quintana Taborga,
Alfredo Octavio Rada Vélez, Walter San Miguel Rodríguez, Celinda Loza Tellería, Luis Alberto
Arce Catacora, Abel Mamani Marca, Celinda Sosa Lunda, Jerjes Mercado Suárez, Susana Rivero
Guzmán, Carlos Villegas Quiroga, José Guillermo Dalence Salinas, Walter Juvenal Delgadillo
Terceros, Victor Cáceres Rodríguez, Nila Heredia Miranda.
JUAN EVO MORALES AYMA
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA
CONSIDERANDO:
Que debido a los cambios sociales y políticos que vive nuestro país, se hace necesaria la
modificación y adecuación de determinadas normas que permitan el cumplimiento efectivo de las
funciones asignadas al Gobierno Nacional.
Que el concepto de desarrollo basado en la explotación de la naturaleza ha sido superado
por el concepto de conservación de la naturaleza como patrón generador del Vivir Bien. En
consecuencia, las instancias gubernamentales rescatan y revalorizan los saberes de los pueblos
originarios, indígenas y comunidades campesinas, para proponer un nuevo modelo de convivencia.
Que para operativizar la gestión del Gobierno Nacional, se promulgó la Ley N. 3351 de 21
de febrero de 2006, de Organización del Poder Ejecutivo, adecuando a la realidad del país las
funciones Supremo que deben cumplir las entidades dependientes del Gobierno Nacional.
Que el Decreto N° 28631 de 08 de marzo de 2006, Reglamento a la Ley de Organización
del Poder Ejecutivo, establece en su artículo 72 como funciones del Viceministerio de
Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente, entre otras, formular y ejecutar planes y
políticas orientadas a la protección y preservación de la biodiversidad, recursos forestales y medio
ambiente.
Que mediante Decreto Supremo Nº 28592 de 17 de enero de 2006, se complementa y
modifica los reglamentos ambientales, referente a la competencia de la Autoridad Ambiental
Competente Nacional, estableciendo en su artículo 2 dicha atribución al Viceministerio de Recursos
Naturales y Medio Ambiente; quien debe ser el que coordine con los diversos sectores, tanto
productivos como de servicios, respecto a las actividades de gestión, control y fiscalización del
medio ambiente.
Que en el Decreto Supremo Nº 28677 de fecha 14 de abril del 2006 en su parte
considerativa señala la necesidad de complementar e identificar claramente el brazo operativo de la
Autoridad Ambiental Competente Nacional, para promover y ejecutar acciones para el control de la
calidad ambiental con la prevención, control y fiscalización de actividades, obras y proyectos
relacionados con el medio ambiente y los recursos naturales, dentro del ámbito de competencia del
Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente.
Que el Reglamento a la Ley de Organización del Poder Ejecutivo, asigna funciones en
materia ambiental al Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente dependiente del
Ministerio de Planificación del Desarrollo y al Viceministerio de Biodiversidad, Recursos
Forestales y Medio Ambiente dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural, Agropecuario y
Medio Ambiente, mismas que deben ser precisadas en el marco de las competencias Ministeriales.
EN CONSEJO DE MINISTROS:
DECRETA:
ARTICULO 1.- (OBJETO).- El presente Decreto Supremo, tiene por objeto especificar
las competencias en materia ambiental que corresponden a los Viceministerios de Biodiversidad,
Recursos Forestales y Medio Ambiente y al de Planificación Territorial y Medio Ambiente,
dependientes de los Ministerios de Desarrollo Rural, Agropecuario y Medio Ambiente y de
Planificación del Desarrollo, respectivamente.
ARTICULO 2.- (AUTORIDAD AMBIENTAL COMPETENTE NACIONAL). Se
precisa que la Autoridad Ambiental Competente Nacional - AACN, es el Viceministro de
Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente dependiente del Ministerio de Desarrollo
Rural, Agropecuario y Medio Ambiente.
ARTICULO 3.- (MODIFICACIÓN DE DENOMINACIÓN Y FUNCIONES DEL
VICEMINISTERIO DE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE ) I. Se
modifica el Artículo 55 del Decreto Supremo 28631 de 08 de marzo de 2006, en lo referente a la
Estructura del Ministerio de Planificación del Desarrollo modificando la denominación del
Viceministerio de Planificación Territorial y Medio Ambiente por la de “Viceministerio de
Planificación Territorial y Ambiental”.
II. Se modifica el Artículo 57 del Decreto Supremo 28631 de 08 de marzo de 2006, en lo referente
a las funciones del Viceministro de Planificación Territorial y Medio Ambiente, como sigue:
“Viceministro de Planificación Territorial y Ambiental
a) Desarrollar Políticas de Planificación y Ordenamiento Territorial y Medio Ambiental.
b) Coordinar con la instancia ambiental competente a nivel nacional, departamental y
municipal, las acciones relacionadas con la temática ambiental que surjan de los
procesos de planificación.
c) Velar por que la dimensión ambiental sea considerada en los procesos de planificación
desarrollados por instancias nacionales, departamentales y locales.
d) Promover acciones, mecanismos e instrumentos para posibilitar que la dimensión
ambiental sea parte de los procesos de planificación en los diferentes ámbitos,
instancias y sectores.
e) Formular lineamientos para el diseño de políticas para el uso sostenible de la tierra en
coordinación con otras instancias con competencias concurrentes.
f) Formular lineamientos para el diseño de políticas en ordenamiento territorial.
g) Elaborar y actualizar las bases metodológicas para el ordenamiento territorial,
considerando el Plan de Uso de Suelo-PLUS y Plan de Ocupación del Territorio –
PLOT.
h) Coordinar con las prefecturas y gobiernos municipales la incorporación en los planes
departamentales y municipales de ordenamiento territorial, los lineamientos, políticas y
estrategias definidas por el Ministerio de Planificación del Desarrollo.
i) Fortalecer y desarrollar el Sistema Nacional de Información para el Desarrollo –SNID.
j) Formular políticas y estrategias para la prevención y reducción de desastres y coordinar
su incorporación en los planes, programas y proyectos sectoriales a nivel nacional,
departamental y municipal.
k) Coordinar políticas públicas con el Viceministerio de Planificación y Coordinación,
Viceministerio de Inversión Pública y Financiamiento Externo y con el Ministerio de
Defensa para la incorporación de la gestión de riesgos en el Sistema de Planificación
Nacional - SISPLAN y en el Sistema Nacional de Inversión Pública- SNIP. ”
ARTICULO 4.- (INCORPORACION DE FUNCIONES AL VICEMINISTRO DE
BIODIVERSIDAD, RECURSOS FORESTALES Y MEDIOAMBIENTE).- Se incorpora en el
artículo 72 del Decreto Supremo No 28631 de 08 de marzo de 2006, en lo referente a las funciones
del Viceministro de Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente, los siguientes incisos:
“v) Formular Políticas de calidad ambiental para coadyuvar la competitividad de los
procesos productivos, en coordinación con las entidades con competencias
concurrentes.
w) Impulsar el desarrollo y efectuar el seguimiento de los sistemas nacionales y
departamentales de impacto y control de la calidad ambiental.
x) Formular políticas para el uso sostenible de la tierra en coordinación con instancias
con competencias concurrentes. ”
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
DISPOSICIÓN TRANSITORIA UNICA. Los planes, programas y proyectos en ejecución y los
recursos que los sustentan, que se encuentran bajo dependencia del Viceministerio de Planificación
Territorial y Medio Ambiente; financiados por Convenios de Donación y Contratos de Préstamo de
Organismos Internacionales e Instituciones Privadas, serán transferidos bajo conocimiento, tuición
y ejecución del Viceministerio de Biodiversidad, Recursos Forestales y Medio Ambiente, en
correspondencia con sus funciones y competencias, en un plazo de cuarenta y cinco días calendario,
computables a partir de la publicación del presente decreto supremo.
DISPOSICIONES DEROGATORIAS
DISPOSICIÓN DEROGATORIA UNICA. Se derogan los incisos f), g) y l) del artículo 57 del
Decreto Supremo. No. 28631 de 08 de marzo de 2006, referidos a las funciones del Viceministerio
de Planificación y Coordinación, dependiente del Ministerio de Planificación del Desarrollo.
Los Señores Ministros de Estado en los Despachos de Planificación del Desarrollo y de Desarrollo
Rural, Agropecuario y Medio Ambiente, quedan encargados de la ejecución y cumplimiento del
Presente Decreto Supremo.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de la Paz, a los catorce días del mes de marzo del
año dos mil siete
FDO. EVO MORALES AYMA, David Choquehuanca Céspedes, Juan Ramón Quintana Taborga,
Alfredo Octavio Rada Vélez, Walter San Miguel Rodríguez, Celinda Loza Tellería, Luis Alberto
Arce Catacora, Abel Mamani Marca, Celinda Sosa Lunda, Jerjes Mercado Suárez, Susana Rivero
Guzmán, Carlos Villegas Quiroga, José Guillermo Dalence Salinas, Walter Juvenal Delgadillo
Terceros, Victor Cáceres Rodríguez, Nila Heredia Miranda.
Ecologia, un lenguaje políticamente incorrecto
ECOLOGÍA, EN LENGUAJE POLITICAMENTE INCORRECTO
Ovidio Roca
Hablemos de ecología, hablemos por tanto de nuestra de nuestra casa grande (ecología: griego oikos, casa y logos tratado. Estudio de las relaciones de los organismos con su ambiente y entre si).
Digamos claramente que lo que me preocupa finalmente, no son solo los pajaritos, las plantitas, las mariposas, los cutuchis, sino yo, mi familia, mi pueblo, la raza humana, la biosfera, el planeta tierra, nuestra casa. Somos los hombres seres de la naturaleza y por un azar los más exitosos, tanto que pasamos a dominarla, y nos reprodujimos tanto que habitamos en exceso todo el planeta y mientras controlábamos la naturaleza empezamos a separarnos de ella, y en este nuestro camino de dominación ya hemos superado la capacidad de soporte que tiene el globo.
Mi preocupación por la naturaleza se debe a que formamos parte indisoluble de ella y si la agredimos y desequilibramos el ecosistema, nuestra vida pasara a ser absolutamente penosa y deplorable. No me preocupa la naturaleza en sí, ella ya ha pasado por problemas mucho peores que la agresión humana, solo para mencionar una última: en la época de los dinosaurios, se destruyo casi toda la biosfera y en todo el planeta. Y la vida y la naturaleza renació con algunas especies que permanecieron y con otras nuevas y más adaptables y competitivas que surgieron, como la nuestra, poblando íntegramente el planeta.
La percepción que tenemos los hombres de la naturaleza y de las cosas tiene que ver con nuestra condición de vida, decía Engels: No se piensa igual en una choza que en un palacio.
Mientras no tengamos cubiertas nuestras necesidades básicas: comida, habitación, seguridad física para nuestras personas y bienes, salud, ambiente cultural; no tendremos mayor preocupación por la forma que tratamos la naturaleza. Si tengo hambre, comeré al primer bicho que se me atraviese y tumbaré el último árbol para protegerme y hacer fuego, aunque estos sean los últimos del planeta. Un famoso escritor decía que solo las sociedades que han superado el percápita de quince mil dólares anuales perciben y valoran el beneficio de los servicios ambientales, la belleza de la naturaleza, el bosque, el aire y los ríos limpios, y los peces. Esto lo vemos en Europa y otros países donde están reconstruyendo para su satisfacción los hábitats naturales, luego de haberlos destruido completamente allí y haber ayudado a hacerlo en el resto del mundo.
Cuando la especie humana aumenta en población lo hace desplazando y destruyendo a las otras y a su hábitat. Necesita más espacio para la infraestructura de ciudades, carreteras, fábricas, presas. Necesita más alimentos y eso implica más áreas para la agropecuaria, sobre explotación de los mares y de los ríos, utilización de abonos y pesticidas y el consiguiente impacto en la contaminación ambiental y a su vez un incremento acelerado de la basura, que cada vez es menos biodegradable y más toxica.
Todo esto ocurre en el espacio limitado de nuestro planeta y el incremento de la población humana conlleva ganar espacio eliminado los bosques, pantanos y curichis y la biodiversidad que en ella habita. Esto significa que estamos rompiendo el equilibrio del ecosistema y el clima que nos ha sido hasta ahora favorable, por sus adecuadas, temperaturas, precipitaciones, calidad del aire y agua.
Las soluciones para estos temas siempre han estado claras, se trata de no ir más allá de la capacidad de soporte del planeta y de la capacidad de regeneración de los ecosistemas.
Para esto deberíamos limitar la maternidad de la mujer a no más de dos hijos, con lo que se mantendría la población humana en los actuales 6.500 millones, que aunque alta, con tecnología limpia y moderando el consumo podría ser soportable. El problema es que esto crea conflictos religiosos, sociales y también políticos. Algunas iglesias siguen criminalmente evitando el control de la natalidad; por otra parte como los hogares pobres son los que tienen mas hijos se argumenta que el control de la natalidad es un ataque contra los pobres; también se argumenta que mientras las naciones desarrolladas especialmente en Europa tienen bajas tasas de natalidad, la explosiva tasa de algunos pueblos, por ejemplo los musulmanes, en poco tiempo haría que estas actuales minorías migrantes en Europa se constituyan mayorías y terminen por excluir a los dueños de casa.
El otro problema es el excesivo consumo. La actividad económica esta diseñada para producir y consumir cada vez más, consumo que además es exacerbado mediáticamente, y así se producen bienes innecesarios y otros con un diseño de obsolescencia programada, ya sea por su poca durabilidad intrínseca o a través de la moda, que cambia ya no en un año, sino en días. Hace bastante tiempo mi abuelo me mostraba orgullosamente sus utensilios y equipos que durarían toda la vida, pues estaban hechos y pensados para hacerlo así y hace una semana lo hacia mi nieto con su celular del mes pasado que ya es obsoleto.
Un tercer reto urgente es mejorar las condiciones de vida de la gente, para que al superar sus necesidades primarias, su pobreza, evitemos una actitud depredadora y aprendamos a gozar del entorno natural-biológico y cultural-humano.
Bajar la locura consumista y generar empleo e ingresos para la gente con un uso de recursos cada vez mas reducido es el objetivo primordial.
Se habla entonces de la Eco-Eco y el Desarrollo Sostenible como el desafío de la humanidad para lograr una economía que pueda reducir la utilización de los recursos naturales y la producción de basura. Necesitamos utilizar tecnologías blandas y limpias y producir bienes y servicios cuidando no consumir los recursos naturales más allá de su capacidad de regeneración o del ritmo de cambio tecnológico para el uso de los no renovables, con sustitutos que si lo sean.
Es pues imprescindible un nuevo paradigma de sociedad como el mencionado, donde tengamos una población estable, con una actividad productiva no depredadora que además de ofrecer alimentos y bienes esenciales, provea de valores culturales y éticos a la sociedad.
Debemos solucionar el problema de la actual economía que necesita seguir expandiéndose continuamente para no caer en recesión y desempleo y esto en un unico espacio planetario y con recursos limitados es inviable. La ciencia y la tecnología hasta ahora han venido solucionado el problema aumentando la productividad y haciendo más eficiente el uso de los materiales y el rendimiento de los orgánicos. Ahora sin embargo es urgente una nueva economía sostenible Eco-Eco y esta debe darse en el marco de un sistema democrático y de economía de mercado, con un Estado eminentemente regulador y que incentiva en las empresas y productores hacia la responsabilidad empresarial y la autorregulación.
Las auditorias permanentes para cuidar el cumplimiento de las normas de ecoeficiencia y sobre todo el control permanente de la ciudadanía con su denuncia y su “voto monetario” para el cuidado de su entorno ambiental son imprescindibles.
La experiencia fallida de los modelos estatistas y de Capitalismo de Estado de la URSS, RDA, Cuba ya ha mostrado su tremenda carga destructiva sobre los ecosistemas y la vida y libertad de sus ciudadanos.
Como en todo es necesario no confundirse, hay una actitud ecologista real, preocupada por las soluciones de base y globales y también aquella fundamentalista o la que es una moda y una forma para algunos de vivir bien.
La izquierda caviar latinoamericana que se arroga el intelectualismo y el compromiso social, se ha convertido luego de su repliegue por la caída del muro de Berlín en oenegistas ambientales e indigenistas. Son eficientes captadores de recursos de los países ricos y retribuyen a sus donantes, imitando los espejitos y chaquiras que antaño los colonialistas daban a los indios, con absoluciones y bendiciones para curarles la mala conciencia por los pecados de explotación humana y ecocidio cometidos cuando imperialistas, en sus propios países y en el tercer mundo.
En relación a esto me llamaba la atención ver en la elegante y moderna oficina de una ONG (hay muchas) que capta recursos para ayudar a los indígenas, unas artísticas fotos de indígenas del altiplano en blanco y negro (en otras oficinas hay pajaritos, arbolitos) y por supuesto ninguno de los oenegistas gustaban y soportaban a los indios en olor y color originario.
Ahora el turno fue de Barcelona
Ahora fue el turno de Barcelona ¿y el cambio climático?
Escrito por:
Omar Quiroga Antelo
Técnico de la COICA
Hace unas semanas atrás tuvimos la oportunidad junto con otros compañeros y compañeras de la COICA (Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica), de participar en las reuniones en Bangkok-Tailandia para hablar y discutir de cambio climático. Ahora, la semana pasada estuvimos en Barcelona-España en la continuación de la serie de eventos para negociar un acuerdo futuro que reemplace o modifique al del Protocolo de Kyoto hoy vigente.
Como en Bangkok, en Barcelona se repitió la historia. No hay avances!, es la conclusión a la que se llega. Los países industrializados no están dispuestos a subir sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que están provocando el calentamiento gradual del planeta, ni siquiera al menos para alcanzar las cifras que han recomendado los científicos aglutinados en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático - IPCC (mínimo 40% de reducciones para el 2020 con relación a 1990, pare evitar la subida de la temperatura media más de 2 ºC) y por tanto cambios en las condiciones climáticas que hacen prever con certeza, efectos catastróficos para la humanidad.
Cada vez más se ven arrinconados los pueblos indígenas y sus demandas se van reduciendo a la mínima expresión. El argumento, el texto está muy largo y debemos resumir. Lo más fácil, sacrificar todo lo que haga referencia a pueblos indígenas. Es más, se ha sacrificado todo lo que tiene que ver con “agua”. Verdaderamente, se trata de un retroceso inconcebible.
El cierre del evento fue para llorar. Se escuchaban a diferentes representantes de los países en la plenaria del grupo especial de trabajo sobre el Protocolo de Kyoto decir “estamos preocupados por el curso de las negociaciones, pedimos a los países desarrollados se pongan de acuerdo y planteen metas más ambiciosas” decía el de Lesotho. El G77 + China dieron a conocer una declaración a la que se sumaban o ratificaban otros países. El representante de China decía “No se han alcanzado resultados después de 4 años de negociaciones. Incluso hay dudas de la continuidad de este proceso”.
Pero no solo el G77 + China se había pronunciado, también lo hicieron los países de África, los Países Menos Adelantados (PMAs) y los países Insulares o isleños. Todos coinciden en el mensaje. “Estamos preocupados….!!”. “Hay peligro de que no avance el acuerdo”. “Hasta ahora no hay consenso, sobretodo de las cifras de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero”.
“No llegar a un acuerdo en Copenhague es moralmente inadmisible” fue la frase que manifestó el representante de Benin y que conmovió a la sala.
Países desarrollados como Suiza consideran que un acuerdo rápido y ambicioso es necesario pero lo que más les preocupa es que una brecha entre ambos acuerdos ocasionaría problemas al “mercado” y a la sociedad.
Muchas intervenciones posteriores se unían a la manifestada por el G77 + China, entre ellos Arabia Saudita, Gambia, Bangladesh, Qatar, Liberia y Perú.
En el caso de Japón, ellos consideran que “si bien ha habido algunos avances, se necesita unir a los dos grupos de trabajo y esta tarea debe lograrse en Copenhague”. Están comprometidos con el Protocolo de Kyoto y piden que los jóvenes vengan y den una mano para lograr acuerdos. El nuevo marco jurídico debe ser el único documento considerando responsabilidades compartidas pero diferenciadas”.
Estados Unidos ha dejado establecido que ellos no asumirán ningún compromiso mientras el senado en su país no apruebe una ley sobre cambio climático que está ahora en discusión.
En conclusión, la evaluación es que se han tenido pocos avances, hay preocupación por el curso de las negociaciones, se teme que Copenhague sea un fracaso, sin embargo, muchas intervenciones dejan un resquicio de esperanza de que algo extraordinario pueda suceder. Dejan bien sentado que el fracaso de las negociaciones y no llegar a ningún acuerdo afectará negativamente a los países más pobres y dentro de ellos a las poblaciones más pobres.
Ya se habla de que Copenhague sería un momento para asumir un “compromiso político” y no acuerdos “jurídicamente vinculantes” sobre el cambio climático.
Las cartas están echadas, los negociadores oficiales de los países seguramente están trabajando e imaginando las mejores alternativas y los pueblos indígenas a la expectativa.
Santa Cruz de la Sierra, 11 de noviembre de 2009
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Omar Quiroga Antelo
"Me indigna la mentira, peor la corrupción!!"
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El poder y la Victoria
La Victoria inalcanzable de los pueblos
Por: Alicia Tejada Soruco
“El hombre no acepta la proposición de lo externo si no cuando ha intervenido en ello”
Con el caballo de Troya de la libertad de expresión y de los derechos en democracia, tanto los canales de televisión como las radios: “los medios”, irrumpieron, los últimos cuatro años, en abierta campaña política a favor de sus propietarios, accionistas o financiadores y de un sistema partidario “tradicional”, en todos los confines, pueblos y comunidades. Así se dio el estreno de la era mediática de los pueblecillos de la amazonia y del oriente de Bolivia, sin rival alguno hasta este último año.
Se despilfarraron millones en las campañas de la oposición al MAS, a Evo Morales Ayma, al ateísmo, comunismo, y se invirtieron millones en cientos de horas con “expertos analistas políticos”, agoreros y conductores de programas, en concertado despliegue de desinformación propagandística, para contrarrestar la fuerza de los procesos sociales, sin preocupase por entender la dimensión histórica del “proceso de cambio” del que hablaba el pueblo boliviano, desde antes del MAS.
Intentaré explicar en este artículo lo que yo creo nunca entendieron los medios de la oposición ni sus estrategas políticos, menos sus altisonantes conductores de debates, no desde una investidura académica ni de analista política, de las que carezco absolutamente, sino desde la llana ubicación y posición en esta sociedad, y desde la luz de una de mis más preciadas lecturas.
Sobra aclarar que este texto ha sido escrito, con una lectura propia, nada “objetiva” ni neutral, para intentar un acercamiento, a la victoria del MAS, desde otra perspectiva que la de los datos electorales, asunto sobre el que es aventurado sacar conclusión, e incurrir en complacencia alguna.
Para los movimientos sociales que impulsaron los cambios que lidera Evo Morales Ayma, ganar estas elecciones no significa haber alcanzado la victoria y esperamos que así lo hayan entendido, aunque es innegable que cuentan ahora con todas las posibilidades para alcanzarla:
Cuando Ernesto Zavaleta Mercado, resalta la gran capacidad de resistencia y la baja capacidad de victoria de las movilizaciones sociales, aseveración que no es ajena ni a la revolución francesa, se está refiriendo al déficit de capacidades para gestionar la victoria (Dirigirla, controlarla, administrarla), por lo que fatalmente, éstas, siempre terminaron concediendo la gestión del poder a quienes constituían la clase dominante de la que habían pretendido liberarse. De lo que se trata entonces, cuando de victoria se habla, es de revertir esta fatalidad.
Este nuevo Estado plurinacional, ha requerido de sus protagonistas y líderes, además de esa gran capacidad de resistencia en espacios no democráticos, someterse a todas las nuevas reglas democráticas que forjaron con sus movilizaciones, desde los referéndums, la Constituyente y hasta una nueva elección, demostrando además que el “deseo democrático” de la sociedad boliviana se ha revitalizado considerablemente.
Desde el año 2000, varias batallas han sido libradas por los movimientos sociales indígenas y campesinos a los que se les atribuye hoy convicción y conocimiento sobre sí mismos, además de organización para la iniciativa política y estratégica, cualidades que de confirmarse se constituyen en un nuevo dato histórico, que trasciende las cifras y los datos electorales o la desaparición histórica de media docena de partidos políticos tradicionales, y que se refiere, más bien, a cambios, secuencias y a continuidades históricas, en las estructuras de organización de la sociedad boliviana, irradiadas hacia áreas y ámbitos (históricos y territoriales) distintos.
Si nos guiamos por el pensamiento Zavaletiano no es posible leer este nuevo proceso, que hoy lidera el MAS en Bolivia, sino como la continuidad en sus alcances, posibilidades y en su sentido de articulación social, a la Revolución Nacionalista de 1952, o a la recuperación de la democracia de 1979, ahora con nuevos actores que incursionan visiblemente desde la década de los 90.
Fuimos advertidos, por el mismo autor, sobre la importancia de lo indígena, “la nueva multitud”, (que precede al movimiento obrero del 52) en el reforzamiento del “deseo democrático”, pero además intentando superar lo parcial para abarcar a esa sociedad “abigarrada” que agrega múltiples agendas y se articula –a pesar de ello- en la “hegemonía de la diversidad”, contrapuesta a la “hegemonía colonizadora y feudal de la oligarquía”.
Si bien las medidas que resultaron del 52, Nacionalización de las Minas, Reforma Educativa, Reforma Agraria, Voto Universal, lograron vencer a quienes se oponían a la construcción del Estado Nación; la revitalización de tales ideas y fines a partir de la gestión de dichas medidas para el pueblo, no se había logrado: “Los pueblos miran a veces como su liberación a lo que suele no ser sino una disputa de reemplazo entre las estirpes de sus amos”, advierte Zavaleta, advertencia se aplica también a las medidas que, impulsadas por el pueblo, terminan favoreciendo a los poderosos de siempre.
Y si la Revolución del 52 expresó “el duelo entre el ejército y la clase obrera”, cabe preguntarse, si entendemos estos nuevos cambios en el país como la continuidad de estos procesos democráticos, qué duelo o disputa de reemplazo es el que hemos presenciado en diciembre del 2009, (¿Es acaso entre la sociedad diversa y la hegemonía de la oligarquía?), preguntas necesarias para entender, además, desde dónde abordar el acceso a la victoria.
Los resultados de diciembre han revelado la ausencia de las burguesías regionales y han puesto en el tapete nuevas formas de articulación social y de organización con agregados de agendas diversas y hasta aparentemente antagónicas, dos constataciones inocultables.
Para Zavaleta “Cada clase es lo que ha sido su historia, suponer que el desarrollo de una clase depende mecánicamente de lo que ha sido el desarrollo general del país (en lo económico y aún en lo cultural), es una hipótesis refutada por todos los datos de la realidad”. (…)
(…) “La formación radical de la clase obrera en explotación de su centralidad no puede explicarse sino en el cotejo de la insolvencia desorganizadora o sustitucionista por parte del Estado”,
Y con estas explicaciones se apartó de los acomodos teóricos universales, para situarnos de una vez por todas, en la complejísima maraña de una sociedad diversa que puede constituir múltiples “clases”, dentro de una misma y cuya explosión es propiciada, en distintos momentos, por el nivel de acumulación del conocimiento de su historia y por la insolvencia del Estado para garantizar su organización.
¿Es posible entonces que “la acumulación horizontal del conocimiento”; de la historia de cada grupo social (opuesta en toda su concepción a la historia vertical e impuesta), haya continuado incrementando su conciencia de clase y su capacidad para interpelar al pragmatismo partidario y de gestión de poderes del Estado? Probablemente, una de las lecturas de los resultados de las elecciones de diciembre, es que se haya inaugurado un proceso de gestión de la “victoria-inalcanzable”, desde múltiples y diversas “clases”, con “relaciones inter-subjetivas” y prejuicios comunes acumulados, que le otorgan un alcance político a dichas relaciones y que no aceptan marcha atrás ni vuelta de manivela.
En ese caso es histórica también la responsabilidad del gobierno del MAS y exigirá niveles de coherencia histórica, en la gestión del poder y en todas las medidas estatales. Ahora bien ¿Dónde se sitúan estas relaciones, territorialmente y por qué? Y dónde empezaremos a visualizar los referentes de la victoria del pueblo. Concluyo hoy con estas preguntas.
Opinión. Gisela López Rivas
“Un afro, un yuracaré, una yuqui, un guarayo, un guaraní… en la Asamblea”
Por Gisela López Rivas*
Dicen que en el acto de entrega de credenciales, fue muy emotivo el momento en que Jorge Medina Barra, afroboliviano, recibió su credencial como parlamentario de la Asamblea Plurinacional Boliviana. Lo mismo sucedió cuando Rinha Aguirre, una no vidente, senadora por Tarija, recibió sus documentos de parlamentaria. Imagino –aunque pasó desapercibido para la prensa- que ha debido suceder lo mismo en el más profundo, pero silencioso, sentimiento del indígena yuracaré, Eleuterio Guzmán Zelaya, que por primera vez en la historia –no sólo del periodo democrático- de Bolivia desde su fundación, llega a ese cónclave.
Ha llegado también por primera vez un guarayo, Bienvenido Zacu. Quién iba a pensar ver a Bienvenido sentado en el mismísimo ex Congreso, hoy Asamblea Plurinacional, haciendo incidencia en favor de su pueblo cuyas tierras se las han rifado entre cuatro. O ver a Eleuterio Guzmán Z., el yuracaré, y a su suplente, Luisa Guaguaguasu, una yuqui, agotando esfuerzos para que sus culturas no desaparezcan, no mueran. Para que sus pueblos dejen de ser “etnias en extinción”.
Es increíble saber que el pueblo chipaya también tiene uno ahí, metido entre 166 asambleístas. Los chipayas que viven como en otro planeta, en el confín del mundo, olvidados, como si esos territorios no fueran también Bolivia. Ahora tienen quien los represente, aunque sea uno.
Los guaraní también llegaron. Seguros de que cuando quieren pueden, se arriesgaron a la votación uninominal y ganaron en la Circunscripción 59 de Santa Cruz postulando al máximo líder de la Asamblea del Pueblo Guaraní: Wilson Changaray, quien ahora tendrá que, desde la Asamblea Plurinacional, luchar por la liberación total de su pueblo que, aunque lo niegue hasta la Iglesia, una parte sigue siendo sometido a la esclavitud, al cautiverio, a la servidumbre (no lo digo yo, me remito al informe de Naciones Unidas, del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de 2007-2008).
Wilson tendrá que luchar por la recuperación del territorio de su pueblo y para que las comunidades cautivas sean liberadas de las haciendas. Para que aquellas que se incrustaron en lo más recóndito, para preservarse culturalmente y liberarse del yugo patronal, también se liberen de esa autocondena y sientan que Bolivia también es de ellos y que ellos también son Bolivia. Seguramente habrá fiesta en Tentayape (“la última casa”, en guaraní) porque este hecho significa un atisbo, una señal de que está cerca el tiempo en que “nunca más tendrán patrones”.
Pedro Nuni, mojeño, ex vicepresidente de la CIDOB, también se aseguró un curul. Ya lo veo a Pedro, orgulloso de su pueblo, de su cultura, de sus costumbres, parlando en igualdad de condiciones con los que no son indígenas.
De más de 30 escaños especiales que demandaron las naciones indígenas originarias de Bolivia, terminaron consolados por la clase política vigente –incluida, y con mayoría, el MAS- con sólo con siete espacios. Pero se han dado modos, con base en alianzas y en la voluntad de “ceder”, para ser más de siete.
La dura lucha por la reivindicación de derechos que han librado los líderes indígenas en los últimos años ha sido una verdadera escuela superior, mejor que las universidades del mundo por donde se ha paseado la clase política tradicional boliviana. Los indígenas han hecho lo que los experimentados políticos, estudiados y formados, muchos hasta estrategas de la política, no han podido hacer: Alianzas.
¿Cómo repartirse 7 escaños entre más de 30 pueblos que pretendían ocupar uno por lo menos? Fue la gran pregunta.
Repitieron la estrategia que implementaron rumbo a la Asamblea Constituyente: Alianzas.
Han aprendido que hay momentos en que unos deben ceder el espacio a otros. Saben, perfectamente, que divididos no pueden llegar. Y ahora han llegado. No todos, es verdad. Hay que reconocer que la Asamblea Plurinacional aún no es tan plurinacional que digamos, que la diversidad boliviana aún no está representada en ese Poder y que aún falta mucho camino por recorrer.
Y es que, más allá de la crítica que una tiene sobre las últimas definiciones electorales con miras a abril próximo, donde los mejores espacios siguen en manos de los “tradicionales”, el proceso de cambio va imponiendo, casi por la fuerza, el verdadero cambio. Pero de a poquito.
*Periodista
giselalopezrivas@yahoo.es
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